La guerra en Europa del Este, provocada por la invasión de Rusia en Ucrania, es un nubarrón sobre las expectativas de crecimiento e inflación mundiales.
La Unión Europea presentó este jueves proyecciones en las cuales plantea un debilitamiento de la zona del euro, la secretaria del Tesoro estadounidense habló del conflicto bélico nuevamente como “el desafío más grande” para la economía global, y Costa Rica aguarda por una “desaceleración” inevitable.
La guerra es una variable impredecible para el mundo y que ya deja daños, y la duda más bien es cuánto más se profundicen.
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Las cifras europeas
Europa es el epicentro del conflicto entre Rusia y Ucrania, y la Comisión Europea anunció este jueves un nuevo recorte a las proyecciones de crecimiento económico de su territorio. La zona del euro ya no crecería un 2,7% sino 2,6%, este año; y su inflación anual ya no sería de 6,1% sino de 7,6%.
En su Previsiones Económicas más recientes, la Comisión recortó también las expectativas para 2023. Ahora mismo prevé un crecimiento de apenas 1,4% y una inflación de 4%, aunque advirtió de que la situación podría agravarse en caso de interrupción de abastecimiento del gas ruso.
Para la Unión Europea (UE) en general (incluyendo a los ocho países del bloque que no adoptan la moneda común), la Comisión espera para este año un crecimiento de 2,7%, el mismo que había anunciado en las Previsiones publicadas en mayo.
Entre las principales economías de la eurozona, la Comisión volvió a recortar su expectativa de Alemania para este año (de 1,6% a 1,4%). Para España, la Comisión espera un crecimiento económico este año de 4% (misma expectativa en mayo), pero rebajó drásticamente la previsión de 2023, de 3,4% a 2,1%.
El comisario europeo de Economía, Paolo Gentiloni, hizo énfasis en la incertidumbre de todas estas proyecciones. “Como se desconoce la evolución de la guerra y la fiabilidad del suministro de gas, esta previsión está sujeta a una gran incertidumbre y a riesgos de baja”, dijo, en un comunicado de prensa.
La advertencia estadounidense
Los recortes europeos, además, se suman a las palabras de la secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen. Mientras los encargados de Finanzas del grupo de países G20 se preparaban para una reunión en Indonesia, ella afirmó en conferencia de prensa desde la isla de Bali (lugar de ese encuentro), que “el desafío más grande viene hoy de la guerra ilegal y no provocada lanzada por Rusia contra Ucrania”.
La encargada de Hacienda de Estados Unidos señaló que se están registrando “efectos negativos de la guerra en todos los rincones del mundo, especialmente en relación a la subida de los precios de la energía y la creciente inseguridad alimentaria”.
Los comentarios de Yellen hacen eco de las advertencias que hizo el miércoles el Fondo Monetario Internacional (FMI). La entidad señaló que las perspectivas de la economía global se han “ensombrecido significativamente”, debido a la invasión lanzada por Moscú.
El organismo internacional ya revisó a la baja las proyecciones de crecimiento para 2022 y 2023 hace unos meses y, según su directora Kristalina Georgieva, se volverán a recortar “tanto para 2022 como para 2023″, en un informe que difundirá a finales de julio.
Costa Rica incluida
Costa Rica no escapa de ese escenario negativo, según explicó en una reciente entrevista con EF el presidente del Banco Central, Róger Madrigal. El explicó que, si bien el país espera mantener niveles aceptables de crecimiento, es innegable que la velocidad del mismo se va a “desacelerar” y que los niveles de inflación seguirán fuera de los rangos de tolerancia por algunos meses.
El Banco Central revisará sus proyecciones de inflación y de crecimiento económico en la segunda mitad de este mes de julio. Sin embargo, Madrigal reconoció que es difícil dar números y previsiones exactas en tiempos de tanta incertidumbre.
“Estamos hablando de una crisis en el mundo y los escenarios son complejos. Estaba revisando lo que analistas internacionales hablaban en enero y unas semanas después todos los escenarios estaban superados por el impacto de la guerra”, dijo en esa entrevista con EF, de junio pasado. “El escenario central es que la economía del mundo se va a desacelerar. No consideraría adecuado en este momento decir que vamos a una recesión, aunque ciertamente en la medida en que tengamos más información y se consoliden los datos, habrá revisiones al crecimiento”, puntualizó.
Los modelos actuales del BCCR hablan de una inflación que regresaría a su rango meta hasta finales de 2023; sin embargo, se trata de estimaciones a muy largo plazo.
Reunión del G20
Estados Unidos puja en la reunión del G20 por imponer un tope a los precios del petróleo ruso, como una forma de cortar el financiamiento que hoy recibe Rusia para sostener la guerra en Ucrania. La medida, según Janet Yellen, también bajaría los precios de la energía y reduciría las presiones económicas mundiales.
La alta funcionaria estadounidense espera que países como India y China se sumen a esa postura, pues favorecería el anclaje de la inflación de los consumidores en el mundo. No obstante, el panorama internacional sigue lleno de incertidumbre.
El FMI, por su cuenta, ha dicho que la subida de los precios del combustible y de la energía podría “encender tensiones sociales”. Así lo redactó la entidad en una publicación previa a la reunión entre autoridades de potencias, este mes de julio.
La Unión Europea adoptó severas sanciones contra Rusia por la guerra en Ucrania, incluido un embargo progresivo al petróleo importado desde ese país, que debería completarse hasta el fin de este año. Sin embargo, hasta ahora no ha adoptado una medida similar contra el gas natural de Rusia, un combustible crítico para el funcionamiento de parte importante de la industria europea.
En respuesta a las sanciones, por otra parte, Rusia ya comenzó a reducir sus entregas de gas a países de la Unión Europea, en un cuadro dramático para el bloque, que en una carrera contrarreloj busca una fuente alternativa de ese combustible que impida un golpe adicional a su economía.
La guerra mueve las agujas económicas del mundo y lo continuará haciendo de una u otra manera hasta que llegue a una solución definitiva.