El Ministerio de Hacienda comunicó que necesitará emitir más deuda en el mercado interno, un anuncio que rompe con el pronóstico de un menor requerimiento del financiamiento local por parte del Gobierno.
Según el nuevo plan de financiamiento del segundo semestre del 2024, anunciado el 22 de agosto, Hacienda subirá su colocación de deuda proyectada de los ¢2,3 billones anunciados en febrero a ¢2,7 billones, un aumento del 17%.
Estas subidas se dan en medio de una baja en los ingresos como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB).
Cambio en la tendencia
En los últimos tres años el Gobierno venía reduciendo su participación en el mercado de deuda local. Por ejemplo, en 2021 el país necesitó colocar endeudamiento por ¢3,5 billones (superior a la proyección original de ¢3,2 billones), mientras que en 2023 solo acudió por ¢2,3 billones.
Además, lleva dos años consecutivos manteniendo su colocación por debajo de la cifra proyectada, la cual fue casi la misma: ¢2,6 billones en 2022 y ¢2,7 billones el año siguiente. De concretarse ese financiamiento de ¢2,7 billones, el 2024 sería el cuarto año en el que más se acudió al mercado local desde el 2018.
Hay que tomar en cuenta que en 2023 el Gobierno realizó dos colocaciones importantes de deuda externa (los llamados eurobonos) por un total de $3.000 millones. Cuando se acude en esa magnitud al mercado internacional, suelen aliviarse las necesidades de emitir bonos de deuda interna.
También hay que sumar a la ecuación que el paquete de impuestos de la regla fiscal de 2018 fue incrementando paulatinamente (conforme entraban en vigor nuevos tributos) los ingresos del Gobierno, haciendo menos necesaria la emisión de deuda.
Este año está programada una emisión más de $1.000 millones en eurobonos, no obstante, el Gobierno busca aplazar dicha colocación al 2024, según se lee en el proyecto de ley N.º 24.462. Ese mismo proyecto busca aflojar las metas fiscales que se habían pactado como condición para permitir las emisiones internacionales.
Golpe en los ingresos
Este 2024 ha estado marcado por una desaceleración —y en algunos casos hasta contracción— de los ingresos del Gobierno. Con datos acumulados a junio, el 2024 es el año en el que los ingresos totales han crecido menos desde el 2018, si no se toma en cuenta la contracción de la pandemia (2020).
En el comunicado de prensa enviado por Hacienda el 23 de agosto, Acosta también señaló la aprobación de leyes que han afectado negativamente los ingresos —sin especificar cuáles—, la apreciación cambiaria y un mayor uso de los créditos fiscales por parte de los contribuyentes como los motivos que explican la desaceleración en los ingresos.
Es normal que los ingresos se desaceleren unos años después de que un país aplica una reforma fiscal —debido a que eventualmente se detiene la aplicación escalada de nuevos tributos,— sin embargo, llama la atención la contracción de algunos impuestos clave.
Por ejemplo, a junio, lo que ha recibido el fisco por impuestos sobre los ingresos y las utilidades (renta) ha disminuido interanualmente en un 5,9%. Este tributo representa alrededor de un 38% de lo que recibe el fisco.
Según reportó La Nación, Acosta señaló esa caída en los ingresos como una consecuencia del crecimiento en el régimen de zonas francas. Las empresas ubicadas en este régimen son las que crecen a mayores tasas en el país, sin embargo, están exentas de pagar el impuesto sobre la renta.
Si lo vemos como porcentaje del PIB, los ingresos han bajado por dos años consecutivos: de un 7,9% en 2022 a un 7,6% (datos acumulados a junio).
Consecuencias en el mercado
Luis Alvarado, analista bursátil de Acobo Puesto de Bolsa, considera que la excesiva liquidez que probablemente se dé hacia finales de año podría permitir a Hacienda captar más recursos sin ejercer una presión adicional sobre las tasas de interés.
Alvarado agrega que es posible que la tendencia de tasas “relativamente bajas” se mantenga por los meses restantes del 2024.
La fuerte participación que históricamente ha tenido Hacienda sobre el mercado local normalmente es señalada como uno de los principales elementos que detienen la diversificación del mercado local, ya que el Ministerio suele aspirar la mayoría de recursos disponibles.
Además, en momentos donde la salud fiscal ha sido mala, como en la crisis del 2018, también tiende a presionar hacia el alza las tasas de interés, encareciendo el financiamiento de otros participantes.
Hacienda comunicó que el aumento del 17% de colocación de deuda interna no implica un endeudamiento adicional que necesite de la aprobación de la Asamblea Legislativa.