El negocio bancario registró un primer semestre de relativas mejoras en comparación con un 2023 que, para este punto, avanzaba más alicaído.
Según muestra el estado de resultados, publicado por la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef), diez de los 14 bancos obtuvieron utilidades superiores a las que habían acumulado en el mismo periodo del 2023.
Además, ningún banco registró pérdidas, en el peor de los casos solo hubo crecimientos más pequeños. No se puede decir lo mismo para la primera mitad del 2023, cuando cuatro bancos acarreaban números negativos. Es decir, las entidades han logrado, por el momento, reencaminar el crecimiento. En total, las utilidades bancarias pasaron de ¢80.604 millones a ¢152.409 millones, un aumento del 89%.
Aquí ha jugado un papel importante el que el tipo de cambio haya detenido su caída, lo cual hace que las posibles pérdidas por diferencial cambiario sean menores o que se conviertan, por el contrario, en ganancias.
El hecho de que el Banco Central redujera su Tasa de Política Monetaria (TPM) también ha sido algo relevante, ya que le ha permitido a los bancos captar dinero a menor costo. Esto se ve a través de cómo las tasas activas (las de los préstamos) se han reducido a una velocidad menor a las de las tasas pasivas (lo que pagan a los clientes por sus depósitos), lo cual mejora el margen de intermediación de las entidades, por lo menos en colones.
Crecimientos
De los grandes bancos del país —los cuales acumulan un 76% de los activos del sistema bancario— tres han tenido crecimientos en las utilidades que genera su negocio.
De estos bancos, considerados como sistémicos por su tamaño e influencia sobre el resto del sistema financiero, el BAC fue el que mayor crecimiento registró, con un 131,22% a junio, en comparación con el mismo periodo del año pasado, según el estado de resultados de la institución.
Laura Moreno, vicepresidenta de Relaciones Corporativas del BAC, atribuye este crecimiento principalmente a la mejoría en margen financiero (diferencial de tasas de interés), mayores ganancias de capital en la cartera de inversiones e incrementos en la facturación “producto de una mejor actividad económica”.
En un nivel relativamente similar de variación se situó el Banco de Costa Rica (BCR), el cual creció en un 123,28%. En una menor talla aparece el Banco Nacional, con un 69,35%.
Estas dos entidades se vieron particularmente beneficiadas por la reducción de las tasas pasivas en colones, lo cual abarató la captación y, por ende, lo que estos bancos debieron pagar a sus depositantes e inversionistas. Hay que recordar que la banca pública suele concentrar más sus negocios en operaciones en colones.
En el caso del Banco Popular se dio un resultado ligeramente menor al que tuvo en 2023: las utilidades decrecieron en un 0,84%. Esto no significa pérdidas, sino resultados inferiores a la comparación interanual.
Johnny Monge, director Financiero Corporativo del Popular, menciona que la contracción se presenta por varios motivos. Para comenzar, dice que el banco no subió las tasas de los créditos tanto como lo dictaba la política monetaria del Banco Central, esto hizo que el diferencial entre las tasas activas y las pasivas fuera más grande y se redujeran las ganancias potenciales por intermediación financiera. No obstante, menciona que dicha situación está en proceso de revertirse debido a que las nuevas captaciones se están haciendo con tasas pasivas más bajas, dados los ajustes a la baja en la TPM.
También agrega que el cambio en la normativa de cálculo de estimaciones que entró a regir en enero pasado los ha hecho aumentar este rubro “debido a que el modelo de negocio del Banco Popular está basado en el crédito personal de consumo”.
Las estimaciones son provisiones que los bancos deben guardar para cubrir posibles pérdidas futuras debido al impago de los préstamos otorgados. Cuanto más riesgosa es la cartera, más altas deben ser las estimaciones.
Dentro de estas estimaciones también están las contracíclicas. En definitiva estos instrumentos representan un gasto para las entidades financieras y por lo tanto les pueden llegar a disminuir las ganancias.
Ninguno de estos cuatro grandes fue el que más aumentó sus ganancias, ese fue Davivienda y su incremento del 148,78%. Este es el quinto banco con más activos del país. La otra entidad que logró consolidar un crecimiento importante fue el BCT, con 129,92%.
Para estas cinco entidades los resultados no solo significan una mejoría en comparación con el año pasado, sino retomar un crecimiento después de un 2023 en el que las ganancias fueron menores.
Para junio del año pasado, por ejemplo, Davivienda declaró utilidades inferiores a las del 2022: -91%. Lo mismo se puede decir del resto de bancos: en el caso de BAC el primer semestre del 2023 fue de -67%, el BCR de -55% y el Banco Nacional de -15,68%.
Para ese entonces se habían conjugado elementos como un menor diferencial entre las tasas pasivas y las activas y un tipo de cambio que había caído en mayor magnitud (de casi ¢700 a cerca de ¢550).
Se diluye el efecto del tipo de cambio
El diferencial cambiario (lo que resulta de la conversión de activos y pasivos de una moneda a otra) volvió a hacerse protagonista en esta primera mitad del año, sin embargo, lo hizo en en el sentido contrario: esta vez dejó, en su mayoría, ganancias y no pérdidas.
Para el primer semestre del 2023 los 14 bancos tuvieron pérdidas cambiarias; este año solo cuatro. Hay que tomar en cuenta que la variación interanual en el precio del dólar fue mucho más fuerte entre junio de 2022 y 2023 que entre junio de 2023 y 2024.
El BAC y Davivienda fueron los que mayores ganancias por diferencial registraron con ¢2.113 millones y ¢1.213 millones, respectivamente. Números muy diferentes a los del año pasado, cuando estas dos entidades registraron pérdidas en este departamento por ¢40.792 millones y ¢9.988 millones, según consta en el estado de resultados.
“En el primer semestre del 2023 el tipo de cambio experimentó una apreciación de ¢52 aproximadamente, lo cual ocasionó un impacto negativo en el resultado de ese periodo. Por su parte, en el 2024, el resultado del primer semestre incorpora una depreciación de ¢3,53, lo cual le cambia la dirección al impacto y más bien resulta positivo”, explica Moreno.
BCR, Banco Nacional, Promérica y Cathay fueron las únicas entidades que en este 2024 registraron pérdidas cambiarias. En el caso del Banco de Costa Rica incluso fueron mayores que en 2023.