Los depósitos a plazo, tanto en colones como en dólares, continúan sin mostrar un crecimiento importante según los datos publicados por el Banco Central de Costa Rica (BCCR) sobre las cuentas del sistema financiero nacional.
Incluso, a partir de octubre del 2021 los saldos de ambas cuentas decrecieron, un comportamiento que se observa en años anteriores. Para diciembre, el saldo en de los depósitos a plazo en colones alcanzaba los ¢7 billones mientras que los saldos en moneda extranjera eran de ¢4,1 billones.
Aunado a la incertidumbre generada por la pandemia y el alto desempleo que afectó los hábitos de ahorro de los costarricenses, están las tasas bajas de interés en colones que aún ofrecen los instrumentos de ahorro e inversión, provocadas en parte por la política monetaria expansiva adoptada por el Banco Central y la reducción en la Tasa de Política Monetaria que se mantuvo durante casi todo el 2021 en 0,75%.
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Según señaló el Programa Macroecónomico del Banco Central, actualizado en el segundo semestre del 2021, con la crisis económica y sanitaria, los agentes económicos mostraron mayor preferencia por activos altamente líquidos y redujeron sus ahorros en depósitos a plazo, cuyo saldo ha venido cayendo.
“Sin embargo, la preferencia por instrumentos de ahorro a la vista y similares, que es esperable en momentos de crisis e incertidumbre, se ha moderado en meses recientes. Por ejemplo, el crecimiento interanual del medio circulante ampliado pasó de 27,8% en diciembre del 2020 a 12,7% en junio”, explica el documento.
A esto también se une el aumento en las expectativas de variación cambiaria por parte de los agentes económicos, lo que impactó en la disminución de los depósitos en colones y un leve aumento en los instrumentos en moneda extranjera en el transcurso del año.
Francisco Rodríguez, subgerente general de negocios del Banco Popular, explicó que en épocas de incertidumbre las personas tienden a resguardarse en dólares.
“En el caso del Banco Popular, tanto la cartera de crédito como la captación de recursos está concentrada en moneda local, se percibe que una pequeña parte de los ahorrantes han trasladado sus recursos a dólares, sin embargo, en general nuestros clientes se mantienen en colones en su mayoría”, comentó Rodríguez.
Si se comparan los saldos de los depósitos en colones a diciembre del 2021, que se tratan de cifras preliminares, con el mismo periodo del 2020, la variación interanual es de un -9,8%; mientras que los depósitos en dólares se mantienen en la misma ubicación que hace 12 meses, aunque sí presentó aumentos a lo largo del año.
“El comportamiento de los ahorrantes es coherente con los valores negativos que presenta el premio por ahorrar en moneda nacional desde mediados del año anterior. Esos bajos niveles del premio son consecuencia tanto de las bajas tasas de interés en colones como del aumento en las expectativas de mercado de la variación del tipo de cambio” dice el Informe Mensual de Coyuntura Económica del BCCR emitido en diciembre.
Con Rodríguez concuerda el director comercial de Coopeservidores, Hugo Villalta, quien explicó que las carteras de captación en la entidad están concentradas en colones, no obstante, durante este 2021 y con respecto a años anteriores, se tuvo un mayor apetito por los dólares.
“Esto fue provocado principalmente por las presiones al alza del tipo de cambio y las expectativas en ese sentido, lo que generó un aumento de la captación en esa moneda”, comentó Villalta.
Ahorros al corto plazo
Situaciones como la pérdida de empleo, la reducción en las jornadas laborales y las medidas de distanciamiento social produjeron variaciones en el comportamiento de los ahorrantes.
“Quien perdió su empleo y dejó de percibir ingresos empezó a vivir de sus ahorros hasta agotarlos; y quien mantuvo un ingreso se convirtió en un ahorrante “forzado” durante el confinamiento”, explicó Laura Céspedes, gerente sénior de productos de depósito de Scotiabank.
Con el estado de incertidumbre por pandemia, los ahorrantes dirigieron sus preferencias al corto plazo, de hasta 12 meses, ante las bajas tasas de interés ofrecidas por el mercado y la drástica reducción de la tasa de referencia de la FED.
Así se visualiza al cotejar los comportamientos de los depósitos a la vista y los saldos totales de los depósitos a plazo, que continúan con un recorrido casi horizontal.
A diferencia de los depósitos a plazo, los saldos de ahorros a la vista comenzaron un camino al ascenso incluso desde antes del inicio de la pandemia. Pese a que en marzo del 2020 sufrieron un leve letargo, la cuenta se recuperó al siguiente mes.
Al 4 de enero del 2022, fecha en la que se consultaron los datos en la página web del Banco Central, los depósitos de ahorro (a la vista) en el sistema financiero nacional alcanzaban los ¢4,5 billones. Mientras tanto, las cuentas corrientes mantenían un saldo de ¢3,9 billones.
Sobre el comportamiento de las cuentas, el subgerente financiero de Mucap, Bernal Allen, explicó que este año en particular los depósitos a plazo presentan un menor crecimiento porcentual respecto a los depósitos a la vista. Las cuentas a plazo aumentan interanualmente 2,20%, mientras que los depósitos a la vista un 13,42%.
“Los ahorrantes todavía tienen cierta incertidumbre en la economía y prefieren tener sus ahorros invertidos a menores plazos, con la expectativa de que se presenten mejoras en las tasas de interés en el tiempo y moverse a plazos mayores”, mencionó Allen, para el caso específico de Mucap.
Si se compara el saldo total de los depósitos a plazo en colones a diciembre del 2021 de todo el sistema financiero, el cambio interanual es de -9,8%, como se señaló anteriormente. Por otro lado, los saldos en cuentas de ahorro crecieron un 23,3% de un diciembre a otro y los de cuentas corrientes un 2,7%.
Con la reactivación económica, se espera que los hábitos de ahorro se modifiquen nuevamente y que las expectativas de inversión aumenten, con lo que podría utilizarse la alta liquidez que aún presenta el sistema financiero nacional.
“En términos generales, en Costa Rica el ahorro ha sido positivo para la economía y así se vislumbra al cierre del 2021, pero también es importante que se reactive el consumo. Es fundamental mantener un equilibrio entre el gasto y el ahorro”, explicó Céspedes.