En el diagnóstico de la situación fiscal hay algún consenso sobre los resultados cosechados desde la reforma de 2018 y sobre los posibles riesgos.
El primero: las presiones políticas para debilitar la llamada regla fiscal y aumentar el gasto público. El segundo: un posible debilitamiento de la confianza y, por consiguiente, del apoyo de organismos multilaterales como el Fondo Monetario Internacional (FMI).
“Se ha mantenido el proceso de consolidación fiscal con la reforma del 2018 y cuyos efectos se hicieron evidentes a partir de 2021”, dijo Rodrigo Cubero, expresidente del Banco Central de Costa Rica, en una conferencia para la prensa organizada en octubre pasado por BAC.
Los resultados del 2023, hasta noviembre pasado, se mantienen en esa ruta, de acuerdo con el Ministerio de Hacienda.
“Estamos por cerrar con un superávit primario por segundo año consecutivo y lograremos alcanzar una relación deuda a PIB cercana al 60%, resultado que se veía casi imposible dos años atrás”, destacó el ministro de Hacienda, Nogui Acosta.
En su comentario el 21 de diciembre sobre la quinta revisión del programa de reformas económicas de Costa Rica, el FMI alentó a las autoridades costarricenses “a mantener la prudencia fiscal”.
Los directores del FMI, además, elogiaron “los impresionantes resultados fiscales”, la actual contención del gasto público, la aprobación de leyes sobre los impuestos sobre la renta y el valor agregado “para mejorar la equidad y la eficiencia del sistema tributario”, y restablecer los ingresos.
El FMI también destacó la ampliación de la base imponible, la abolición de las exenciones fiscales, las reformas para mejorar la transparencia fiscal y el gasto público, incluida la implementación de la Ley de Empleo Público.
Todo ello permitiría reducir la deuda “con mayor rapidez” y crearía el espacio para aumentar el gasto social y de infraestructura.
Estado de resultados
De acuerdo con el Ministerio de Hacienda, a noviembre estos son los principales resultados a nivel fiscal:
—Superávit primario: se alcanzó un superávit primario de 1,8% del Producto Interno Bruto (PIB), equivalente a ¢869.699 millones debido al control del gasto (apenas creció 0,3%).
—Déficit financiero: registró una desmejora al alcanzar ¢1.197.560 millones (2,5% del PIB 2023), lo que es ¢318.425 millones más respecto al mismo periodo del año anterior, debido al pago de intereses de la deuda y por los ingresos extraordinarios a noviembre del 2022 en aplicación a la Ley de Fortalecimiento del Control Presupuestario de los Órganos Desconcentrados del Gobierno Central (No. 9524) y al artículo 35 del reglamento a dicha ley.
—Ingresos totales: a noviembre alcanzaron ¢6.396.181 millones (13,6% del PIB 2023 y menos del 14,1% del PIB de 2022), debido a ingresos tributarios (89,2%) y no tributarios (10,8%)
—Ingresos tributarios: alcanzaron ¢5.707.387 millones (12,1% del PIB 2023) con un crecimiento de 2,6% en comparación al 2022, debido a los impuestos sobre los ingresos y utilidades (38%), al valor agregado (36,6%) y a otros ingresos tributarios (25,3%).
—Gastos total: alcanzó ¢7.593.741 millones (16,1% del PIB de 2023) con un crecimiento de 2,7% con respecto al mismo periodo del año anterior y por debajo del promedio registrado para el periodo 2012-2023 (7,1%).
—Crecimiento neto del gasto: fue de ¢198.002 millones (0,4% del PIB 2023) con respecto a noviembre de 2022, debido al pago de intereses de la deuda principalmente y las remuneraciones.
—Gasto total sin intereses: alcanzó ¢5.526.482 millones (11,7% del PIB 2023), levemente mayor (0,3%) que en el mismo periodo del 2022 y menor al crecimiento promedio registrado en los últimos 12 años (5,4%), debido principalmente a las partidas de remuneraciones.
—Pago por intereses de deuda: representó 86,3% del total de los recursos presupuestados por este concepto en 2023 (¢2.394.625 millones y 5,1% del PIB del 2023) y 4,4% del PIB, con un crecimiento de 9,6% interanual. Creció 9,6% en comparación con el año anterior. Del total de intereses pagados a noviembre anterior, 81% correspondió a deuda interna.
—Deuda: de forma preliminar, ascendió ¢28.998.880 millones o $54.047 millones y cerró en 61,5% del proyectado PIB, lo que representa una disminución en comparación con el cierre del 2022 (63% del PIB). El 55,4% de la deuda se ubica a cinco años en el plazo de vencimiento, 70,9% a tasa fija y 60,9% en colones. Entre las causa de la disminución está el diferencial cambiario.
—Financiamiento de deuda: a noviembre 2023 fueron cubiertas por medio de fuentes domésticas mayoritariamente (57,2%) y el resto con fuentes externas (41,4%) y con el pre-fondeo del fondo de caja (1,4%).
—Proyección de deuda: del total del servicio de la deuda al que debe hacer frente Costa Rica para el periodo 2023 - 2054, casi el 59% vence de lo que resta del 2023 hasta 2030.