Luego una jornada electoral sin ganador el pasado 6 de febrero y con el anuncio de una segunda ronda, el mercado internacional reaccionó con tranquilidad y no mostró sobresaltos. Ahora, los observadores económicos como las calificadoras de riesgo mantendrán al país bajo la lupa y a la espera del resultado definitivo para la política costarricense.
Mientras los agentes económicos observan de cerca a los candidatos presidenciales José María Figueres (del Partido Liberación Nacional) y Rodrigo Chaves (del Partido Progreso Social Democrático), ambos deberán trabajar en mantener la confianza de los mercados y de los agentes económicos, así como mostrar su compromiso con la agenda fiscal.
LEA MÁS: Hacienda corrige a la baja la proporción de la deuda pública al 2021
El país arrastra dos grandes problemáticas que la próxima administración debe continuar atacando con celeridad: la deuda pública y el déficit fiscal. La primera alcanza el 68,3% del Producto Interno Bruto (PIB) y por su lado el déficit financiero es de 5,18% del PIB. El déficit responde a un déficit primario del 0,27% del PIB y un pago de intereses por el orden del 4,76% del PIB.
Ante esta situación, el proceso electoral costarricense recibe las miradas locales e internacionales, lo que incluye a las diversas calificadoras de riesgo e inversionistas que evalúan el avance fiscal y económico del país.
Carlos Morales, director de calificaciones soberanas de América Latina en Fitch Ratings, comentó a EF que los aspectos clave observados por la calificadora durante el proceso electoral se relacionan con la agenda económica propuesta por cada uno de los candidatos. Particularmente, su compromiso para mejorar la posición fiscal costarricense, el cumplimiento con la regla fiscal y la implementación del programa con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Morales explicó que las sensibilidades de calificación de Costa Rica se centran en su situación fiscal, la relación de deuda-PIB y la fragmentación política en el Congreso, lo que ha retrasado la aprobación de reformas necesarias para acceder a financiamiento externo. “Como tal, no anticipamos que el proceso electoral pendiente tenga un impacto en la calificación crediticia”, aseguró el representante de Fitch.
La calificadora advirtió que los riesgos para la estabilización de la deuda persisten, debido al estancamiento político y la fragmentación parlamentaria que dificulta la aprobación de recursos externos.
Programa de ajuste
Sobre el último punto, el pasado martes 8 de febrero —dos días más tarde de las elecciones presidenciales— la Sala Constitucional no encontró vicios sustanciales de constitucionalidad en el proyecto de Ley Marco de Empleo Público (21.366). Con esto, el proyecto podrá votarse en segundo debate y así cumplir con una de las solicitudes del FMI para hacer los desembolsos correspondiente a lo acordado con esa entidad multilateral.
“La Sala IV lo que vino fue a dar una confirmación de lo que el escenario básico todos estábamos esperando. Es un respaldo del esfuerzo que se ha venido haciendo, que se ve reflejado por las manifestaciones de las calificadoras de riesgo; pero aún hay una agenda larga que hay que aprobar (de proyectos de consolidación fiscal)”, mencionó el economista Vidal Villalobos.
LEA MÁS: Figueres y Chaves disputarán la segunda ronda, ¿qué se puede esperar?
Por su parte, Gabriel Torres, credit officer de la calificadora Moody’s, señaló que el resultado de la primera vuelta respalda la perspectiva de la agencia de una calificación estable para Costa Rica.
“Ambos candidatos han señalado su compromiso con la disciplina fiscal y quien resulte ganador debería tener suficiente apoyo político en el Congreso para aprobar las reformas estructurales pendientes que continuarían la consolidación fiscal iniciada en 2021″, señaló Torres.
Desde Moody’s son enfáticos en que perfil crediticio de Costa Rica estará determinado por la medida en que el gobierno entrante tenga éxito en la implementación de reformas estructurales que le permitan cumplir con los objetivos fiscales descritos en el programa del Fondo Monetario.
Por su parte, el economista y profesor universitario Víctor Sanabria, aseguró que hasta ahora ambos candidatos han mostrado apertura a continuar las negociaciones con el FMI, lo que genera confianza entre los agentes económicos.
Eurobonos sensibles
Los acontecimientos en el país, principalmente los económicos y políticos, afectan directamente la percepción de los inversionistas. Un ejemplo es el comportamiento del precio de los bonos soberanos de deuda externa (eurobonos), que tras el cierre de la primera vuelta electoral el pasado domingo 6 de febrero presentaron un leve aumento.
“El cierre de los mercados mostraron una recuperación en los precios de los bonos y una mejor confianza en términos de rendimientos de la deuda externa del país”, comentó Víctor Sanabria.
No obstante, los rendimientos se vieron afectados a la baja el miércoles 9 de febrero en alrededor de 0,10 puntos porcentuales; luego de que las calificadoras emitieran posición respecto al proceso electoral.
Los eurobonos son sensibles a los acontecimientos políticos. Un ejemplo de ello fue la campaña electoral del 2018. El 23 de enero de ese año, a pocos días de las votaciones, el precio de los bonos de Costa Rica cayó a un nivel mínimo respecto a lo que se registraba en los ocho meses anteriores. El resultado surgió luego de que la encuesta del Centro de Investigación y Estudios Políticos de la UCR mostrara al candidato del partido Restauración Nacional, Fabricio Alvarado, en el primer lugar.
Luego, tras una muy leve recuperación momentánea, el precio de los eurobonos continuó cayendo principalmente para el día de las elecciones y fechas posteriores, cuando el país ya se preparaba para una segunda ronda. Hacia el cambio de gobierno, aún ya con los resultados definitivos de las elecciones, los precios de los eurobonos, sobre todo los de más largo plazo, vieron un descenso sostenido.
Mensajes claros
Rigoberto Torres, director de la Escuela de Economía de la Universidad Latina, explicó que una de las formas para evitar una afectación negativa en la percepción de los mercados por los resultados electorales, es que los candidatos mantengan coherencia entre lo que han propuesto en semanas anteriores y en sus planes de gobierno con sus acciones y expresiones en lo que reste de campaña política.
Asimismo, será necesario para ambos aspirantes señalar con claridad las propuestas y principalmente los “cómo” para enfrentar la situación fiscal y económica del país; tanto en campaña electoral como al momento de que alguno de los dos alcance la silla presidencial.
“En la medida en la que llevemos un mensaje claro de que estamos afrontando el tema fiscal y fortaleciéndolo con darle continuidad al programa de ajuste con el Fondo Monetario Internacional (FMI), eso da esa señal a las calificadoras y a ese escrutinio al que estamos expuestos como una economía pequeña y abierta”, mencionó Torres.