La implementación de una renta global en Costa Rica podría ser una realidad para el 2023, pues así se acordó en las jornadas de diálogo que el Gobierno llevó a cabo con diversos sectores como el empresarial y el sindical.
Este mecanismo podría cambiar la manera en que las personas físicas y jurídicas realizan la declaración sobre el impuesto de la renta, pues modificaría aspectos en cuanto a formularios, deducibles y hasta tasas.
Según el documento enviado por Presidencia, el sector empresarial hizo algunas precisiones sobre el alcance para la renta global, estas son:
- Que se implemente un modelo de renta dual, es decir, que no se globalicen las rentas pasivas.
- Una renta basada en la persona, homologando el tratamiento de las rentas del salario y las personas físicas con actividad lucrativa.
- Deducibilidad de gastos por parte de las personas físicas (créditos, gastos médicos, entre otros).
- La tasa de las empresas con un techo del 27,5%.
- Aplicación a partir del 2023.
- El acuerdo no incluye la inclusión de renta mundial o algún tipo de sistema de territorialidad ampliada.
- Los sectores revisarán el borrador del proyecto de ley de previo a su presentación.
LEA MÁS: Estos son los 58 acuerdos del diálogo multisectorial para reducir el déficit fiscal en 3,16% del PIB
El abogado tributario Adrián Torrealba, socio de Facio & Cañas, explicó que con una renta global las que provienen de distintas fuentes que obtenga una persona física, por ejemplo, estarán integradas en un solo impuesto. Para ello, se deberá establecer un mecanismo para determinar las rentas netas de cada manifestación de riqueza y los deducibles.
Por su lado, Carla Coghi, socia directora de Deloitte, explicó que actualmente el sistema de renta en Costa Rica se basa en cedularidad, es decir, que a distintas manifestaciones de riqueza distintas formas de gravar.
La experta señaló que todas las manifestaciones de riqueza del contribuyente tributarán a una misma tarifa según sus declaraciones. Eso sí, aún no es posible conocer cuáles serán los porcentajes que se utilizarían pues nada está definido y todavía se trata de solo un acuerdo de la mesa.
Por otro lado, una renta global supondría un mayor control en recaudación y las obligaciones del contribuyente por parte del Estado al tener una sola declaración.
Torrealba aseguró que es un esquema más moderno e indicó que al igualar tarifas tributarias, por ejemplo entre asalariados y trabajadores independientes, se incentiva la formalización, lo que podría colaborar a aumentar la base de aportantes del impuesto.
La Unión de Costarricense de Cámaras y Asociaciones del Sector Empresarial Privado (Uccaep) fue uno de los participantes del diálogo y asegura que la renta global contribuiría a la formalización de más empresas, el pago de impuestos y reducción de la evasión.
Acuerdos de la mesa
Sobre los acuerdos, los sectores pidieron que se homologuen las rentas del salario y la de las personas físicas con actividades lucrativas.
Justamente, un análisis de las políticas fiscales de Costa Rica publicado hace tres años por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) señaló como una de sus recomendaciones equiparar el impuesto sobre la renta a persona físicas sobre los salarios y sobre los ingresos empresariales por actividades ejercidas a nivel personal.
LEA MÁS: Sistema financiero se ajusta al apetito de ahorrantes por recibir recursos en el corto plazo
Por otro lado, el economista Gerardo Corrales, explicó que imponer una renta global desencadena una serie de tareas para el Ministerio de Hacienda incluyendo estudios para definir las tasas y calcular la recaudación. Asimismo, el sistema de declaración debería modificarse, lo que podría empatar con el proyecto de Hacienda Digital.
Corrales destacó que se llegó al acuerdo de que sea una renta global dual porque no desaparece la cédula de rentas pasivas; es decir, se seguirían gravando al 15%. Asimismo, en cuanto a las empresas, pidieron un tope del 27,5%.
Coghi explicó que una vez que se aplique la renta global es posible que se permita incluir gastos en deducibles que actualmente no entran en la categoría. “Esto sería un alivio para el contribuyente. Todo esto hay que verlo en detalle con el proyecto porque es posible que vayan a haber topes”, dijo.
Sobre si se necesita un proyecto de ley para implementar la renta global en el país, Corrales asegura que sí y que Hacienda se comprometió a la construcción de un borrador. “Se requiere un proyecto de ley complejo porque habría que modificar muchas líneas de impuestos y hacer una consolidación”, dijo.
En otra línea, el socio de Grant Thornton, Rafael González, opinó que en la Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas en el capítulo sobre el impuesto de renta se podría interpretar la intención de una renta global, pero que el reglamento cierra la posibilidad de practicar dicho sistema al separar las rentas. Aunque la ley puede mejorarse, dijo González, una modificación al reglamento podría ser una solución viable.
Renta global y renta mundial
Al hablar de renta global también surge a colación el término de renta mundial. No obstante, cuando se habla de renta mundial se refiere al cobro de impuestos según la residencia fiscal del generador de ingresos. Es decir, si el residente fiscal genera riqueza en el territorio nacional o fuera de él, debe cumplir con las obligaciones tributarias correspondientes en Costa Rica. Actualmente, el sistema costarricense es por renta territorial.
LEA MÁS: Pandemia golpea recaudación del impuesto de bienes inmuebles y aumenta morosidad
En algunos países ambas rentas (global y mundial) coexisten, como es el caso de Estados Unidos. “El régimen de renta mundial está hecho idealmente para países exportadores de capital”, explicó Coghi.