La firma evaluadora de riesgo Moody’s elevó la calificación soberana de Costa Rica a Ba3 desde B1 este 18 de setiembre, al tiempo que mantuvo la perspectiva del país como positiva.
Ese cambio supone un ascenso de un escalón, aunque el país se mantiene en grado de especulación.
“Esta mejora en nuestra calificación crediticia es el resultado del compromiso que hemos asumido como país para mejorar nuestras finanzas públicas, implementar una sólida gestión de la deuda y promover el crecimiento económico sostenible. El reconocimiento de Moody’s refleja el esfuerzo conjunto de todos los sectores, y reafirma nuestra confianza en que vamos por el camino correcto hacia una mayor estabilidad fiscal”, dijo el ministro de Hacienda, Nogui Acosta.
Según el reporte emitido por la empresa, la decisión se fundamentó en la evaluación del perfil fiscal y de una mejora en la deuda, así como los menores costos de financiamiento.
Además detalla que el mejoramiento viene impulsado por un crecimiento económico más fuerte de lo esperado.
“La liquidez del gobierno ha mejorado materialmente, con depósitos del tesoro que reportan niveles consistentemente más altos que en el pasado, proporcionando un colchón financiero contra choques adversos”, agrega el informe.
En cuanto a la perspectiva, Moody’s señala que refleja la posibilidad de que las autoridades avancen en una mejor gestión fiscal y de deuda. “Si se aprueba, una enmienda constitucional propuesta permitiría al soberano emitir deuda externa con mayor flexibilidad, reduciendo así los riesgos de refinanciamiento”.
La empresa detalló en la justificación que los resultados fiscales en los últimos tres años superaron las proyecciones del gobierno y del Fondo Monetario Internacional. Precisamente bajo el Acuerdo de Facilidades Extendidas del FMI y un Fondo de Resiliencia y Sostenibilidad se apunta que se elevó el balance primario en más de cuatro puntos porcentuales del PIB mediante recortes significativos en el gasto y aumentos de ingresos derivados de la reforma fiscal de 2018
“La adhesión a la regla fiscal adoptada en 2018, junto con la reforma fiscal, ha incrementado la credibilidad de la política fiscal, lo que ha llevado a una disminución constante de los ratios de deuda. Respaldada por superávits primarios del orden del 3% del PIB a nivel del gobierno central, la deuda disminuyó al 61,1% del PIB en 2023, inferior a nuestra estimación del 62,5% a finales del año pasado.
Otro de los factores mencionados es la actividad económica en las Zonas Francas, la cual apoya el crecimiento. Se atribuye el dinamismo a la tendencia de reubicación de las cadenas de suministro relacionadas con los sectores de salud y los servicios.
Factores que podrían cambiar la calificación
Según Moody’s, el perfil crediticio de Costa Rica podría mejorar como resultado de un aumento más rápido de la capacidad de pago de la deuda y una mayor reducción del déficit fiscal.
“Un avance significativo en las reformas que impulsen los ingresos gubernamentales estructurales crearía espacio fiscal y ayudaría a reducir aún más los déficit fiscales, lo que ayudaría a consolidar los avances recientes en el establecimiento de un historial de credibilidad de la política fiscal y ejercería una presión al alza sobre las calificaciones”, dice la empresa.
Por su parte, la calificación de Costa Rica podría tener presiones a la baja en caso de que reaparezcan las restricciones de liquidez y financiamiento, o si una reversión de la política fiscal conduce a déficits fiscales más amplios.