La directriz anunciada por el Gobierno de costa Rica conocido como ‘salvamento’, generaría problemas de rentabilidad en el Banco Nacional, el Banco de Costa Rica y el Banco Popular.
La información se desprende de un informe publicado hoy por la agencia calificadora Moody’s en donde se evalúan los efectos de la directriz, dictada hace unas semanas.
Moody’s argumentó que, a pesar de que el Gobierno no determinó el alcance específico del programa, generaría problemas en los bancos porque tendrían que ofrecer créditos de muy largo plazo, con tasas muy bajas a clientes que proponen un muy alto riesgo para el sistema.
“Los programas de largo plazo de manejo de deudas afectarían negativamente la calidad de los activos de los bancos y su rentabilidad y, potencialmente, podría presionar sus posiciones de capital al tiempo en que capturen una amplia cantidad de clientes dentro del salvamento”, afirmó Moody’s.
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Los efectos dependerán en gran medida de cómo los bancos implementen los programas, dado que la directriz deja a manos de los bancos la forma en como se implementaría.
Las propias directivas serían las encargadas de desarrollar herramientas que les permitan mermar los riesgos.
“Los significativos incrementos de los impuestos a partir de julio presionaron a los ingresos disponibles de los tomadores de crédito y por ende, su capacidad de pago, resultando en un incremento importante de la morosidad en todo el sistema”, dice el informe.
De acuerdo con la información, a pesar de que las tasas que manejarían estos créditos no están tan lejos de las tasas actuales, considerando el riesgo que representa el perfil de los clientes de esta línea de crédito en particular, la tasa estaría por debajo de las de mercado y terminaría por afectar la rentabilidad de la banca pública.
“Para mitigar la posible presión del riesgo de los activos, esperamos que los bancos busquen como prioridad cobrar los pagos de la deuda a las nóminas de las personas. Además, podrán definir los estándares que consideren para la suscripción de los préstamos y rechazar los que consideren demasiado riesgosos” aseveró Moodys.
En términos de presión sobre el capital, los dos bancos estatales (que comprenden al rededor del 40% de los préstamos del sistema) actualmente tienen reservas importante de liquidez, por lo que no se esperaría que en primera instancia se evidencien presiones sobre el capital.