Nvidia arrasa actualmente en la bolsa estadounidense y sus acciones pasaron de valer $229,55 el 6 de marzo de 2023 a $887 en el mismo punto de este 2024. Esto representa un incremento del 286,4% en solo 12 meses.
El ascenso es todavía más alto si nos vamos más atrás en el tiempo. Apenas en marzo de 2019 las acciones de la compañía estadounidense se tasaban en $37,41 por unidad, lo cual representa que el valor subió por encima de un 2.270% en cinco años.
La cotización de las acciones de Nvidia —productora de chips esenciales para el desarrollo de herramientas de Inteligencia Artificial (IA)— se ha disparado en los últimos meses. Pero su escalada ha sido especialmente importante en las últimas semanas, ante el rendimiento de la compañía reportado hasta el cierre de 2023 y la revelación de sus proyecciones de crecimiento para los próximos meses.
Ante este comportamiento es normal que cualquier persona se pregunte: “¿Puedo invertir en Nvidia?”, “¿es seguro?”. EF le explica algunas opciones.
¿Puedo Invertir?
Invertir en acciones de este tipo es posible. Se puede hacer a través de entidades reguladas y aplicaciones, aunque esto último implica exponerse a niveles mayores de riesgo.
Por eso, según el gestor de Inversiones de Mercado de Valores, Mauricio Moya, “la vía más recomendable que existe en el mercado para acceder a este tipo de inversiones, es a través de un puesto de bolsa, inscritos ante Superintendencia General de Valores (Sugeval)”.
Esto no solo es más recomendable por motivos de seguridad y por el acompañamiento de asesores especializados, sino porque los puestos de bolsa negocian volúmenes más grandes de activos y esto aumenta los precios obtenidos, según explicó Moya.
“Asimismo, depende del tamaño de la inversión hay vehículos distintos por los cuales se puede tener acceso y exposición a inversiones como estas, como por ejemplo los ETFs (fondos cotizados o Exchange Traded Funds, en inglés)”, añadió.
Adriana Rodríguez, gerente general de Acobo Puesto de Bolsa, también señaló la posibilidad de acceder a ETFs, como parte de los mecanismos disponibles para la “exposición directa”.
“Se puede obtener a través de la apertura de una cuenta de ejecución en un puesto de bolsa como Acobo, donde el cliente abre la cuenta y envía las instrucciones de compra y venta de acciones y ETF según su parecer, las instrucciones son ejecutadas por el Puesto de Bolsa y los activos quedan registrados en la custodia electrónica del cliente”, explicó.
Sin embargo, Rodríguez también mencionó la existencia de medios como el Fondo Conexión del que ya dispone Acobo, el cual tiene “exposición al mercado accionario y a las acciones tecnológicas”, pues está ligado al índice S&P 500, que incluye a las empresas más fuertes del mercado.
Según dijo, fondos como el Conexión tienen la ventaja de que reciben inversiones bajas y que “permiten realizar compras a lo largo del año y a diferentes precios”.
La apertura de una cuenta requiere de solo $250, según explicaron voceros del puesto de bolsa para un reportaje realizado por EF en setiembre del año pasado.
Según explicó entonces el analista internacional y coordinador de Inversiones y Estrategias de Acobo, Luis Chavarría, este tipo de inversiones suelen tener más sentido para inversores a mediano y largo plazo, pues “es bastante complicado dar un panorama del rendimiento que tendrá el fondo en un año, pero en períodos de larga duración las tasas (de crecimiento) vistas hasta ahora son altas”.
El S&P 500 está compuesto por las principales empresas del mundo en los sectores industriales, de transporte, de servicios y financieras. Entre ellas, se pueden mencionar Apple, Microsoft, Alphabet (Google), Amazon, Tesla, Facebook, Nvidia, Berkshire Hataway, JP Mrgan, Visa, Exxon Mobil y United Health Group, entre muchas otras entidades.
También existen aplicaciones en línea para realizar inversiones en activos de Bolsa; sin embargo, brindan un menor acompañamiento y tienen sus propias condiciones de comisiones por ingresos, retiros y montos mínimos para participar. Además, no siempre ofrecen orientación fiscal para quienes les utilizan, a pesar de que suele ser un punto clave.
Riesgos
Moya explicó que lo más importante a la hora de invertir en este tipo de instrumentos es siempre ”estar claro del riesgo que se está asumiendo, tanto del activo como la operativa”.
“Si se invierte por la “moda” o el rendimiento que se ha registrado en los últimos años y no entendiendo la actividad de la empresa y sus números, así como su perspectiva, la probabilidad de asumir una pérdida se incrementa. Asimismo, si no se está claro de las condiciones de la cuenta, los costos operativos pueden hacer que la rentabilidad no se perciba o incluso se pierda”, añadió.
Esto hace que la asesoría sea imprescindible en la mayoría de los casos de posibles inversionistas, pues no suelen conocer a tal detalle el mercado.
Rodríguez añadió que es esencial “conocer muy bien los detalles del servicio adquirido y los costos ocultos que podrían tener, en términos de volumen, número de transacciones, costo del apalancamiento o de transferencias, entre otros”.
El panorama de Nvidia
Por el momento, los chips de alta gama de Nvidia como el A100 y el H100 son productos esenciales para el desarrollo de soluciones de IA. Además, la compañía afirma disponer de compromisos suficientes con sus proveedores para suplir una demanda creciente del sector.
No obstante, la competencia está en pleno desarrollo y esto podría implicar un impacto en el comportamiento futuro de la empresa.
Además de Nvidia, productores como Intel y AMD realizan sus propios desarrollos de chips, los cuales podrían implicar una nueva realidad del mercado en los próximos meses o años. Según publicaciones especializadas, algunos desarrollos de AMD ya podrían competir con los de Nvidia, en campos como memoria y ancho de banda.
El historiador estadounidense Chris Miller, autor del libro La Guerra de los Chips, explicó la situación al periódico español El País.
“Nvidia se dio cuenta antes que nadie de que los chips GPU (semiconductores que inicialmente fueron diseñados para el procesamiento de gráficos) también serían muy adecuados para entrenar sistemas de inteligencia artificial (...) Tiene una participación de mercado estimada del 90% en capacitación en inteligencia artificial, pero otras empresas intentarán producir GPU competitivas”, afirmó.
“AMD e Intel, por ejemplo, están invirtiendo mucho en este mercado. Además, empresas de computación en la nube como Google, Amazon y Microsoft están construyendo sus propios chips especializados para el entrenamiento interno de IA, que también competirán con Nvidia”, agregó.
Las condiciones de mercado varían día a día, por lo que las cotizaciones asociadas a una empresa pueden tomar cualquier dirección siempre. Por eso, plataformas reconocidas de inversión como eToro advierten sobre la necesidad de que las personas interesadas pidan asesoría primero y sobre el hecho de que “el rendimiento pasado no es indicativo de resultados futuros”.
El mismo valor de las acciones de Nvidia da una pista sobre la volatilidad de este tipo de inversiones. Si bien el comportamiento en el largo plazo ha sido creciente en su valor, también ha habido momentos de descenso, como ocurrió entre noviembre de 2021 y octubre de 2022. En aquel período, el precio de acciones de la compañía de chips pasó de $314,56 a $112,19 en menos de un año.
Por ahora, la dependencia de la IA de Nvidia es alta y ese es si principal atractivo; pero la competencia viene en camino.