La propuesta de alquilar una bici eléctrica para transportarse en San José y la creación de nuevos empleos generó gran atención hacia la empresa OMNi, que en el último trimestre del 2019 lanzó su primera aplicación conocida como OMNi Bicis. Desde allí, el camino ha sido tanto de innovación, como de altos y bajos que han obligado a la empresa a replantear o suspender, en menos de dos años, algunos de los servicios que ha ofrecido al público.
La firma tecnológica saltó rápidamente de la movilidad urbana al negocio de las fintech, con un monedero electrónico que permitía realizar transferencias bancarias; también buscaron nuevos horizontes utilizando uno de los servicios más tradicionales del transporte en el país: los taxis.
Incluso, también maneja un plan piloto para ofrecer a sus clientes servicios relacionados a las criptomonedas, a través de OMNiCrypto. En el país se utilizan este tipo de activos digitales pese a que es un campo que aún carece de regulación específica.
La diversidad de negocios que la empresa baraja le ha permitido abrirse puertas en sectores como el financiero, pero también ha generado un choque con las regulaciones y las características de los mercados costarricenses. Esto los ha llevado al replanteamiento o pausa de algunos de sus servicios. Es el caso de OMNiTaxi y OMNiMoni, que tropezaron con diversas circunstancias.
Lejos de ver estos episodios como un “fracaso”, el director de desarrollo de nuevos negocios de la empresa, Clifford Smith, aseguró que las transformaciones responden a aprendizajes y al constante cambio para alcanzar las expectativas de los clientes.
“Es parte del proceso de conocer el mercado, de una escucha activa del usuario y de entender qué es lo que quiere y necesita”, comentó Smith.
Servicios de movilidad
Desde sus comienzos la iniciativa del alquiler de bicis, que lleva más de año y medio en el mercado, ha topado con un fatal enemigo: la poca cultura de la población. Según un artículo publicado por La Nación el pasado 19 de marzo, el 80% de las unidades eléctricas han sido vandalizadas. Incluso, una de cada ocho sufrieron destrozos.
Este servicio aún se encuentra en pie y Smith aseguró que por el momento no se prevén modificaciones al servicio, que tiene en marcha a unas 1.000 unidades.
“Las bicicletas son un concepto de negocio que nos permitió entrar al país de manera interesante e impactar en una industria que no existía. Culturalmente el país no estaba listo, pero es un proyecto que continúa”, dijo Smith.
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Para complementar sus servicios en el sector de la movilidad urbana, la empresa lanzó OMNiTaxi, que duró en funcionamiento diez meses. El 15 de julio anterior se anunció la suspensión del servicio.
Smith aseguró que en la decisión no pesó la habilitación de la plataforma del Consejo de Transporte Público (CTP) Bätse, una app orientada a proveer el servicio de taxi. Por el contrario, señaló, la suspensión ocurrió para abrir lugar a una nueva iniciativa llamada OMNiRide, que podría entrar a competir con Uber y Didi.
“Es parte de lo mismo, lanzamos el producto con mucha expectativa y entendimos que había que hacerle una serie de mejoras y que el impactado era nuestro usuario (...) nosotros tenemos que entregar un producto que sea eficiente”, comentó.
Smith insistió en que los tropiezos que se han dado en algunos de los servicios forman parte del proceso de aprendizaje de la empresa y del mercado nacional y así suplir las verdaderas necesidades de sus usuarios.
¿Qué sucede con OMNiMoni?
Por otro lado, uno de los últimos acontecimientos en el recorrido de OMNi en el país lo generó Coopenae, la cooperativa que funcionaba como respaldo y soporte de la aplicación OMNiMoni, una billetera digital incluida en la Súper App de la empresa tecnológica.
El pasado 3 de agosto Coopenae informó a la prensa que suspendería los servicios que le brindaba a OMNi para el respaldo de dicha aplicación.
“Coopenae informa que, en acatamiento a la normativa de la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef), a partir del jueves 22 de julio del 2021 comunicó a Apptitud ZF S.R.L, subsidiaria de la empresa OMNi, única responsable de la operación del monedero electrónico OMNiMoni; la suspensión por tiempo indefinido de los servicios que le brindaba para el respaldo y soporte del monedero”, señalaba la información divulgada por la cooperativa.
La razón señalada por la entidad es que la Sugef comunicó que dicha empresa no ha cumplido con los requisitos establecidos por la normativa y en consecuencia no está autorizada para realizar las actividades sujetas de inscripción ante la Superintendencia (como el monedero electrónico) conforme lo estipulan los artículos 15 y 15 Bis de la Ley 7786.
La cooperativa señaló en un comunicado de prensa que ellos solicitaron a OMNi, desde inicios de 2021, cumplir con el trámite de inscripción ante la superintendencia.
“Al ser OMNi una empresa desarrolladora de software no está regulada por la Sugef y no presta servicios bancarios o financieros. En consecuencia, la operación del app corresponde única y exclusivamente al socio comercial quien presta dichos servicios, en este caso Coopenae, entidad que sí se encuentra regulada”, comunicó OMNi mediante un correo electrónico.
La superintendente de la Sugef, Rocío Aguilar, confirmó que al 3 de agosto las empresas empresas relacionadas con la marca (app) OMNi no se encontraban inscritas ante la institución reguladora.
La inscripción se refiere a lo estipulado en la Ley sobre estupefacientes, sustancias psicotrópicas, drogas de uso no autorizado, actividades conexas, legitimación de capitales y financiamiento al terrorismo.
Sobre si existe alguna investigación abierta sobre la empresa, Aguilar aseguró que no puede referirse a eso específicamente, ante la prohibición que plantea el artículo 132 de la Ley Orgánica del Banco Central de Costa Rica de dar a conocer información relacionada con los documentos, informes u operaciones de las entidades fiscalizadas.
En un mensaje por correo electrónico enviado por OMNi ante las consultas de EF, la empresa argumentó que en caso de que existiera una investigación por parte de la Sugef, esta sería hacia Coopenae, debido a que esta última es la que se encuentra supervisada.
La jerarca de Sugef señaló a EF que en el caso de actividades que sean conformes con los artículos 15 y 15 Bis de la Ley 7786, deben inscribirse ante la institución. Asimismo, señaló, las entidades del sistema financiero tienen la obligación de conocer la actividad económica de todos sus clientes y si la actividad del cliente coincide con las actividades establecidas en la ley señalada, la entidad financiera deberá exigirles la inscripción ante la Sugef para poder prestarle servicios.
“Por lo tanto aquellas empresas que debiendo inscribirse no lo gestionen, no pueden realizar transacciones con entidades del sistema financiero. En el caso de que lleguen a realizar operaciones con el sistema financiero, las potestades de la Sugef, se encausarán contra la entidad supervisada”, aclaró Aguilar.