Pequeños inversionistas que deben desmaterializar sus acciones físicas se enfrentan a una realidad que les dificulta llevar a cabo con éxito este proceso: no todas las entidades de custodia (encargadas de crear una cuenta, a través de la cual se realiza la desmaterialización) brindan el servicio a estos accionistas y el costo del servicio de custodia puede resultarles más elevado que los dividendos que reciben.
De acuerdo con Mauricio Castro, economista y jefe de supervisión de la Bolsa Nacional de Valores (BNV), la desmaterialización total de una acción implica retirar de circulación la acción impresa en papel de seguridad para trasladarla a un registro electrónico en una “central de anotación en cuenta”.
“Y, con esto, acceder a los servicios brindados por estas entidades como: control del libro de accionistas centralizado, registros electrónicos de traspasos producto de la liquidación de mercados y, principalmente, el pago de dividendos utilizando el sistema de liquidación y compensación al cual están adscritos todos los custodios que brindan servicios de tenencia a los inversionistas”, mencionó Castro.
Como parte del proceso, el inversionista debe contar con un contrato de servicios con un custodio autorizado, que en adelante será la entidad encargada de trasladar los beneficios derivados de las acciones para depositarlos al inversionista en una cuenta designada por este, explicó la superintendente general de valores, María Lucía Fernández.
En la actualidad, cerca del 50% del capital accionario autorizado para oferta pública está representado físicamente y ese inventario se pretende desmaterializar, mencionó Gustavo Monge, gerente general de InterClear Central de Valores S. A. Además, la mayoría de las personas que poseen acciones físicas son adultos mayores, recordó Adriana Rodríguez, gerente general de Acobo Puesto de Bolsa.
Según detalló Damaris Ulate, directora ejecutiva de la Cámara Costarricense de Emisores de Títulos Valores (Ccetv), el proceso de desmaterialización de acciones físicas se activó cuando el Consejo Nacional de Supervisión del Sistema Financiero (Conassif) reformó, el 4 de octubre de 2021, el Reglamento sobre Oferta Pública de Valores y el Reglamento de Custodia, ordenando la desmaterialización de las acciones físicas en circulación de emisores accionarios inscritos en el Registro Nacional de Valores e Intermediarios.
El tiempo para desmaterializar acciones depende de los requisitos que establezca cada emisor para tener certeza sobre la identidad del titular y de las acciones que está recibiendo para el proceso, pero Fernández informó que deberá ser un proceso ágil para el inversionista que atienda los requisitos”.
Luego, el 4 de abril de 2022, el Conassif dispuso como plazo máximo para completar el proceso de desmaterialización el 28 de abril de 2023, “por lo que siendo este un proceso complejo para los emisores accionarios y los accionistas, los emisores han debido generar planes de acción para ir abordando por etapas el proceso. En el camino se han presentado temas varios de los cuales aún se encuentran pendientes de solución”, dijo Ulate.
La desmaterialización se diseñó para ofrecer más seguridad, mayor garantía y velocidad en las transacciones y la eliminación de pasos que podrían ralentizar el proceso de compra y venta. También ayuda a evitar riesgos que podrían materializarse en el manejo de registros físicos.
— Melvin Garita, gerente general del puesto de bolsa BN Valores
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Problemas que dificultan el proceso
La Superintendencia General de Valores (Sugeval) ha realizado una revisión del marco legal vigente para identificar e implementar cambios que permitan una “mayor inclusión financiera”. Estas “mejoras”, según comentó la jerarca de la entidad, se concretaron con la simplificación de las disposiciones normativas del servicio de custodia, según el acuerdo Lineamientos específicos para la prevención del riesgo de LC/FT/FPADM aplicables a las entidades que brindan el servicio de custodia de cuentas simplificadas (SGV-A-248), publicado en La Gaceta el 23 de junio de 2021 y entró en vigencia el 1.° de enero de 2022.
“Con estas disposiciones, los bancos y puestos de bolsa autorizados como custodios pueden brindar el servicio de custodia con un esquema de simplificación de los trámites y servicios para los clientes con bajos montos de valores en custodia y que representen bajo riesgo de legitimación de capitales. Este servicio deberá ser de bajo costo para el cliente final (...)”, dijo Fernández.
La implementación específica de las “cuentas de custodia simplificadas” en los custodios corresponde a las decisiones de sus juntas directivas y a la velocidad con que se implementen en sus sistemas y procedimientos.
“Las ‘cuentas de custodia simplificadas’ se han diseñado para lograr mayor inclusión financiera en el país y promover la participación de los pequeños inversionistas en el mercado de valores”, manifestó la jerarca de la Sugeval.
Pese a esto, existen “bastantes” inversionistas pequeños (“que tienen muy pocas acciones y las mismas tienen un valor nominal pequeño”) que requieren desmaterializar sus acciones físicas, pero el costo del servicio de custodia puede resultarles más alto que los dividendos que reciben.
Así lo indicó la directora ejecutiva de la Cámara Costarricense de Emisores de Títulos Valores, quien agregó que la custodia es un servicio que per se tiene un costo por todos los requerimientos que la regulación le solicita a los custodios.
Por ejemplo, BAC Puesto de Bolsa cobra un porcentaje sobre saldo de tenencia dependiendo del tipo de cuenta y del servicio que el inversionista requiera, según informó Laura Moreno, vicepresidenta de relaciones corporativas de BAC. Sin embargo, ante la consulta de cuánto es este porcentaje, la entidad se abstuvo de precisarlo. Por otro lado, el cobro del servicio de custodia por parte de Popular Valores a los clientes es un acuerdo entre las partes, y el costo depende del volumen.
Ulate comentó que consultando a “varias entidades de custodia” (no especificadas) el mínimo que se cobra por mes, por el servicio de custodia, puede rondar entre los $20 y $50, es decir, que al año el accionista podría desembolsar entre $240 y $600.
Los propietarios de las acciones deben apoyarse en los emisores de esas acciones a desmaterializar y lograr un servicio de custodia especial a bajo costo y cumpliendo la normativa vigente.
— María Lucía Fernández, superintendente general de valores
Un aspecto relevante es que los puestos de bolsas y bancos que custodian las acciones deben anotarlas en cuenta en la central de valores (InterClear), entidad que le cobra a estos custodios por el servicio de anotación en cuenta; de manera tal que estos podrían trasladar los costos a sus clientes.
El gerente general de InterClear Central de Valores S. A. explicó que se cobran dos tipos de tarifa: un porcentaje sobre el saldo agregado que cada entidad mantenga en custodia local o internacional, y montos específicos por gestiones operativas relacionadas con esas custodias. “Ese mismo estándar de cobro se utiliza prácticamente en todas las centrales de valores del mundo”, dijo.
En InterClear se cobra un monto mensual de entre ¢5 y ¢10 por cada millón en custodia.
“Los custodios adheridos perciben ese costo y existen principalmente dos modelos de traslado a los clientes: algunos no cobran por el servicio de custodia y compensan el costo en las comisiones transaccionales, y otros lo trasladan linealmente y le suman un margen”, comentó Monge.
En todo lo que tiene que ver con costos por servicios, las entidades de custodia tienen la flexibilidad suficiente para definir los esquemas de cobro, pero también la autonomía para decidir si ofrecen o no un servicio específico.
— Gustavo Monge, gerente general de InterClear Central de Valores S. A.
Por su parte, otra situación a la que se enfrentan los pequeños inversionistas es que no todas las entidades de custodia brindan el servicio de desmaterialización a accionistas de este tamaño, dado a los requerimientos operativos que conlleva el tema de custodia en términos generales. Además, es claro que cada custodio trabaja con su modelo de negocio.
“Nadie está obligado a subsidiar un servicio, jamás. Un custodio para aperturar una cuenta tiene que asumir, inclusive, lo que es la regulación misma que es costosa y que el regulador le tiene establecido”, destacó la directora ejecutiva de la Cámara Costarricense de Emisores de Títulos Valores.
Por ejemplo, INS Valores solo otorga este servicio a sus clientes. “Nosotros por lo menos lo hacemos para inversionistas que son clientes nuestros, no para un inversionista que venga a hacer este trámite”, dijo Freddy Quesada, gerente general de la entidad.
En el caso de Puesto de Bolsa Prival, este apunta a un cliente de “alto valor” y que el mínimo para abrir una cuenta de inversiones en este puesto de bolsa es de $500.000. “Para que un cliente entre en el perfil que nosotros andamos buscando debe tener al menos un portafolio de inversiones por $500.000, esto sea en puestos de bolsa, fondos de inversión o sumados ambos productos”, explicó Mauricio Hernández, gerente de la empresa.
Por lo general los puestos de bolsa establecen mínimos de operación o de gestión que deben tener los clientes en sus cuentas. Empero, Quesada expresó que no hay una norma que instaure que un puesto de bolsa debe solicitar un mínimo y de cuánto tendría que ser ese mínimo.
EF consultó a otros puestos de bolsa para conocer si solicitan algún mínimo al inversionista, y estas fueron las respuestas: Acobo Puesto de Bolsa no solicita mínimos pero el monto de comisión depende de la negociación con el puesto; BCR Valores realiza un cobro referente a la desmaterialización y luego cobra una mensualidad por el saldo administrado en custodia (los montos no fueron especificados), empero no hay un mínimo para desmaterializar ni para tener en la cuenta; BN Valores no contestó a la pregunta puntual; y Davivienda Puesto de Bolsa no respondió a ninguna de las interrogantes planteadas.
El tema es que si un cliente viene solo para desmaterializar una acción, el puesto de bolsa no necesariamente va a tener algún ingreso para compensar los costos que tiene. Entonces ahí se torna difícil para el puesto de bolsa.
— Freddy Quesada, gerente general de INS Valores
Por otro lado y pese a las dificultades que se presentan en el camino, si un inversionista no efectúa el trámite de desmaterialización antes del 28 de abril de 2023, las acciones serán inmovilizadas y depositadas en una cuenta de custodia abierta por el emisor respectivo, pero los dueños de dichas acciones no podrán ejercer derechos políticos ni patrimoniales, tales como: participación en Asambleas y recepción de pago de dividendos, hasta tanto no realicen el trámite de desmaterialización.
“Esta situación preocupa mucho a los emisores accionarios de cara a sus dueños, a pesar de que es claro que no es el emisor el que generó este cambio, sino la regulación”, comentó Ulate.
¿Cuál podría ser una solución?
La directora ejecutiva de la Cámara Costarricense de Emisores de Títulos Valores aseguró que en caso de que la situación se mantenga así, se va a tener que hablar con el regulador para decirle ‘denos una opción (para estos pequeños inversionistas)’.
A su criterio, una posible solución es que para los inversionistas pequeños se pueda abrir una cuenta general a nombre del emisor, donde entren “todos ellos” y que se les desmaterialice a través de esa cuenta, debajo de la cual está el detalle de los accionistas a los cuales les pertenece.
Esta opción ya se había planteado al regulador, según la funcionaria de la Cámara, sin embargo, este solo estuvo anuente a que se abriera esa cuenta especial para inversionistas que no estuvieran localizables, “que también hay una masa de inversionistas que tal vez fallecieron, no se hizo el proceso de sucesión”.
“Nosotros la habíamos pedido también para los pequeños, pero ellos dijeron que no (...) que si el accionista sí estaba localizable, sí tenía que aperturar la cuenta como lo hace cualquiera, grande o pequeño. Ahí es donde se han presentado casos donde accionistas pequeñitos han ido a custodios y el custodio les ha dicho ‘no, no damos ese servicio porque nuestro nicho de mercado es un nicho más corporativo, más de un inversionista institucional’. Como cualquier negocio ellos tienen toda la prerrogativa de decir ‘yo me enfoco en este tipo de inversionistas’. Supongo yo que habrá que hacer algunos intentos por ahí y si son muy reiterativos que el custodio ve problema en eso, tendremos que ir de nuevo al regulador para ver qué opciones permite, porque es complicado”, dijo Ulate.
EF envió consultas por correo electrónico en dos ocasiones a la superintendente general de valores, a través de la jefa de comunicación de la Sugeval, sobre las soluciones que se le puede brindar a estos pequeños inversionistas para que logren desmaterializar las acciones físicas antes de la fecha límite.
En la primera ocasión, la jerarca respondió, entre otros detalles, que el servicio de las “cuentas de custodia simplificadas” deberá ser de bajo costo para el cliente final y “daría atención directa a la situación señalada respecto a la desmaterialización de acciones de emisores accionarios listados en bolsa”.
Esta es, a criterio de Fernández la solución que tienen para los pequeños inversionistas.
La segunda vez, reiteró que la Sugeval aprobó las “cuentas de custodia simplificadas” para lograr mayor inclusión financiera en el país y promover la participación de los pequeños inversionistas en el mercado, pero no brindó detalles sobre cómo obtener la custodia para los inversionistas más pequeños a la luz de las condiciones que tienen los puestos de bolsa.