La Comisión Nacional de Préstamos para la Educación (Conape) mantiene una marcada diferencia de criterios en cuanto a la conveniencia de vender su cartera de créditos al Banco Popular y de Desarrollo Comunal.
Conape se resiste a vender debido a que argumenta que esto generará problemas de liquidez para la organización y desventajas para los deudores; mientras que el Banco Popular lo ve como una opción para que su activo productivo crezca y la Comisión recupere de manera rápida el flujo de recursos.
Esta iniciativa de venta surgió como uno de los 58 acuerdos de la mesa de diálogo multisectorial para reducir el déficit en 3,16% del PIB. El objetivo sería vender la cartera de crédito de Conape, por una única vez, al Banco Popular.
La Comisión explicó que esta propuesta pondrá en riesgo la calidad y cantidad de los préstamos, así como la liquidez propia. Aseguró, el 25 de noviembre pasado, posterior a la publicación de los acuerdos, que esta venta materializaría el riesgo de iliquidez e inclusive impediría atender las obligaciones con su principal activo: los créditos.
Los préstamos por cobrar tanto a corto como a largo plazo representan el 89,4% del total de activos de Conape antes de la venta de la cartera, pero si se materializa la transacción el porcentaje disminuirá fuertemente (83%), asegura la institución.
Por otra parte, la entidad advierte de que el patrimonio, fuente de financiamiento para cubrir los requerimientos de la actividad sustantiva de la institución y el apoyo administrativo, disminuiría con la venta de cartera. Lo que dejaría a la institución en una situación de iliquidez que provocará, inmediatamente, un déficit presupuestario
A lo largo de los últimos años, Conape ha sido protagonista, en reiteradas ocasiones, de anuncios sobre cambios para las carreras profesionales que están dispuestos a financiar, las cuentas morosas y la colocación de créditos.
El Banco Popular, por el contrario, aseguró que con la eventual compra de la cartera, Conape estaría recuperando el flujo de recursos que está programado recibir en los próximos años, según los plazos de vencimiento de la cartera, incluyendo la porción que está con atraso.
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Además, recalcó que según el modelo de negocio de Conape existen periodos de gracia muy amplios, de hasta 34 meses, es decir, que por varios años no se reciben flujos, pero estos valores serán considerados en la negociación.
De esta manera, con la eventual compra de la cartera, entrarían recursos frescos para financiar nuevas operaciones de crédito, con lo cual, según el Popular, se incrementarían las posibilidades de financiamiento para los futuros estudiantes.
“Los recursos productos de la venta de la cartera serían invertidos por Conape, mientras que se logran colocar, lo cual estaría generando ingresos financieros para cubrir los gastos de operación”, agregó Maurilio Aguilar, director Corporativo de Riesgo del Banco Popular.
Posibles cambios
Por otra parte, Conape también aseguró que este cambio implicaría ajustes para quienes soliciten préstamos, pues a raíz de esta medida se abriría nuevamente la puerta a la restricción de préstamos.
En abril del 2019, Conape suspendió el financiamiento de 36 carreras bajo el argumento de asegurar la sostenibilidad financiera y alinear la oferta académica a las necesidades del mercado.
Sin embargo, en mayo pasado, la institución aseguró que retomaría el financiamiento de las carreras afectadas, siempre y cuando los estudiantes tengan 20% de sus estudios aprobados.
Actualmente, la entidad insiste que en el caso de que se de esta compra, implicaría una reducción del 55% en el acceso al crédito educativo, por lo tanto, es probable que se retomen las restricciones a carreras más costosas y aumenten los intereses.
“Todo esto, tendrá un impacto drástico en la comunidad estudiantil, principalmente en aquellos estudiantes de zonas con menor desarrollo social, que dependen de Conape para poder financiar sus estudios, ya que, para el próximo año, el 60% de los recursos estaban destinados a personas de escasos recursos”, comentó Efraín Miranda Carballo, secretario ejecutivo de la Comisión.
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El monto de colocaciones que se tenía aprobado para el próximo año, pasará de ¢26.000 a ¢10.000 millones y la cantidad de estudiantes beneficiados pasará de 3.239 en el 2020, a 1.449 en el 2021.
Además, la institución asegura que se verá en la necesidad de plantear un aumento en la tasa de interés, que actualmente es del 5.5%, así como volver a implementar la restricción al financiamiento de algunas carreras.
En cuanto al aumento de intereses en las operaciones de crédito, el Banco Popular explicó que se mantendrían las condiciones actuales de tasa de interés para los estudiantes con deudas.
Sobre la gestión de la cartera nueva, con los recursos de la venta consideran que no deberían incrementarse las tasas de interés, ya que estaría recibiendo un ingreso financiero por los recursos invertidos producto de la venta, hasta que logre colocarlos de nuevo.
Financiamiento
Los ingresos de Conape provienen de dos fuentes. En primera instancia, de la gestión de cobro de las operaciones de crédito (57%) y, en segunda, del aporte de la banca, que está obligada por ley a transferir el 5% de las utilidades anuales a esta entidad.
A la fecha, la cartera total de la entidad es de ¢261.878 millones y si se realiza la venta de este grupo de préstamos la institución solo tendría como único ingreso los aportes bancarios, que en los dos últimos años fueron de $20,6 millones anuales.
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Aguilar indicó que los recursos disponibles para financiamiento aumentarían, y en el corto plazo habría un cambio en la naturaleza de los ingresos, al sustituirse entrada de recursos financieros de la cartera de crédito por ingresos a raíz de las inversiones.
El Banco Popular, por otra parte, explicó que la reducción de gastos operativos para gestionar la recuperación actual de la cartera, incluyendo el cobro administrativo y judicial, favorecería la gestión de la Comisión.
“Recordemos que los recursos con los que se fondea Conape, producto del 5% de las utilidades de los bancos, no tienen un costo financiero y, además, habría una reducción en los costos operativos asociados a la recuperación de cartera que fue vendida”, reiteró Aguilar.