A nueves meses de haber solicitado un proceso de Administración por Intervención Judicial, el negocio de Aldesa se ha visto deteriorado.
La empresa ha tenido que replantear el modelo de negocio y la estructura organizacional, todo con el fin de atender los compromisos para pagar a los acreedores.
Aún sin el aval del juzgado, la compañía decidió dar curso al plan de salvamento de la operación y esto le ha permitido sanear las áreas del negocio por las que quería apostar o liberarse de algunos negocios no rentables.
Cuando inició el año, Aldesa estaba conformada por un puesto de bolsa, una sociedad administradora de fondos de inversión (SAFI) con $99.230 millones en activos netos, una unidad de Titularización y una porción de negocio no regulado que pedía auxilio por iliquidez. En ese momento la planilla era de 110 personas.
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A inicios de diciembre, el panorama es completamente otro.
El plan para salvar la compañía fue puesto en marcha y con ello, se han tomado algunas medidas: el puesto de bolsa desapareció, la unidad de Titularización se disolvió, la SAFI redujo sus activos a $68.393 millones con solo tres fondos de inversión y la planilla es de únicamente 36 colaboradores.
A inicios del 2019, Aldesa Sociedad de Fondos de Inversión S.A. contaba con 12 fondos de inversión y más de 2.000 cuentas abiertas por parte de inversionistas. En nueve meses, cerró los fondos de ingreso, de mercado de dinero y los megafondos.
Hoy tiene solo tres fondos, dos de desarrollo de proyectos (Monte del Barco, en Guanacaste y Terra C) y uno inmobiliario, que suman entre todos un total de 700 cuentas.
El fondo Terra C, ligado al desarrollo Terra Campus Corporativo, también cerrará en 2020. Este proyecto se vendió en casi un 99%, con ingresos totales superiores a los gastos, indicó Aldesa.
Además de la SAFI, en este momento Aldesa mantiene activa la empresa que estructura proyectos de eficiencia energética (Graviton S.A.) y la desarrolladora inmobiliaria (ALD Inmobiliaria S.A.).
“En el futuro la empresa seguirá con estos negocios y con el desarrollo del proyecto Monte del Barco, que es lo suficientemente grande como para mantener la actividad económica del grupo”, indicó la compañía en un correo electrónico ante la consulta de EF. La empresa evitó consignar las declaraciones a un portavoz específico.
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Plan de salvamento
El replanteamiento del negocio ha transcurrido en medio de una crisis de liquidez de la empresa, razón por la que la compañía valora como positivos los resultados obtenidos hasta ahora.
Aldesa ha avanzado en más de una tercera parte de lo que establece el plan de salvamento que presentó al Juzgado, sin que la intervención haya recibido el visto bueno.
La empresa ha trabajado en cinco frentes. El primero de ellos corresponde al cierre y desinscripción de las empresas reguladas. Entre estas se cuentan el funcionamiento del puesto de bolsa y los fondos de inversión.
La segunda área de trabajo es la aprobación de la Administración por Intervención Judicial por parte del Juzgado, a la cual el equipo ha dado seguimiento hasta cumplir con los requisitos finales.
Tras varios intentos, el miércoles 18 de diciembre recibió el visto bueno por parte del Juzgado Concursal de San José para dar trámite a la solicitud. Es decir, la compañía en esta ocasión sí cumplió con los requisitos para dar curso al análisis del caso.
Ahora falta el análisis de fondo para conocer si cumple con los requisitos para cursar el proceso de intervención.
El tercer punto es la estructuración y firma de los arreglos de pago. La empresa tiene arreglos por $70 millones.
La empresa firmó arreglos de pago por $54 millones en tres proyectos: Conde Montecristo (Puntarenas), SRL 3-102-662437 (Curridabat) y Altos de la Verbena (Alajuelita). También, canceló otros $6 millones en pasivos asociados a esas empresas.
Un segundo grupo de proyectos y empresas en los que se concretan arreglos de pago por $11 millones son los denominados MTI Fase I y Graviton Energy & Technology S.A.
El plan estratégico de Aldesa es finalizar el 2020 con arreglos de pago con la totalidad de acreedores. “Eso implica que estamos estructurando más proyectos para poder firmar arreglos de pago con los inversionistas que faltan”, explicó la empresa.
En esta misma línea, Aldesa abandonaría el edificio en el que opera actualmente, ubicado en Pinares de Curridabat. El inmueble está siendo vendido por un grupo de inversionistas. “Existe un acuerdo para que dos meses antes que debamos dejar el inmueble nos avisen para buscar nuevas oficinas y trasladar operación”, indicó la empresa.
El cuarto punto de trabajo es la negociación con un inversionista internacional para reactivar el proyecto Monte del Barco. Desde que se anunció la solicitud de intervención judicial (marzo 2019), Javier Chaves, presidente de Aldesa indicó a EF que estaban en conversaciones con inversionistas españoles, pero no ha trascendido ningún avance desde entonces.
Por último, la compañía ha destinado tiempo y recursos en la atención permanente de los inversionistas que tienen preguntas y desean actualizarse.
Solo 16 inversionistas (de un total de 592) presentaron denuncias. Seis de ellas fueron desestimadas por la Superintendencia General de Valores (Sugeval) y las 10 restantes están en proceso de investigación.
“Estamos seguros que las actuaciones de Aldesa fueron apegadas a derecho ya que las inversiones privadas sí eran permitidas y se cumplió con lo que se establece en los reglamentos para empresas reguladas que invierten en proyectos privados”, indicó Aldesa a EF en el mencionado correo electrónico.