Obtener un crédito en una institución financiera regulada es una posibilidad que miles de personas analizan cada año. Ya sea para comprar carro, para construir su casa o para atender algún gasto inesperado, el financiamiento crediticio es una práctica común en Costa Rica.
Según registró el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) en su más reciente actualización de la Encuesta Financiera a Hogares (Enfiho), publicada este año, se estima que cerca de un 49,6% de los hogares costarricenses tiene una o más deudas activas.
Esa cifra corresponde a unos 864.000 hogares, de los cuales unos 200.000 dicen tener deudas hipotecarias y unos 776.000 hogares dicen tener deudas no hipotecarias (por tarjetas de crédito, préstamos personales, para compra de vehículos o similares).
En general, el promedio del valor de las deudas por hogar se estimó en ¢10,1 millones; aunque dicho número sube hasta los ¢26,4 millones en el caso de créditos hipotecarios y más bien baja a los ¢4,5 millones en créditos no hipotecarios.
Las operaciones formales de crédito requieren de garantías por parte de quien accede al préstamo, pero ¿qué tipo de bienes o activos puedo usar con ese fin?, EF se lo explica.
¿Qué es una garantía?
Una garantía, en términos crediticios, es un “respaldo” que otorgan las personas que solicitan créditos a las entidades financieras, con el fin de minimizar el riesgo de incumplimiento de pago.
En otras palabras, es un bien que dejo a disposición para cubrir la deuda en el caso de que, eventualmente, no pueda pagarla.
El tipo de garantía de cada crédito y su cuantía varían dependiendo del tipo de financiamiento. Por ejemplo, uno de los más comunes es el crédito hipotecario, para la compra o construcción de vivienda, para el cual suele usar como garantía un bien inmueble que cubra la totalidad (o casi la totalidad) del monto prestado.
Según los datos de la Enfiho, se estima que cuatro de cada decena de hogares con una deuda hipotecaria en Costa Rica pusieron a responder su propia vivienda principal como garantía del apalancamiento crediticio; mientras que la proporción restante usó otro tipo de bien inmueble del que disponían previamente.
¿Cuándo se pide una garantía?
Las garantías se piden en todo tipo de créditos formales.
El Banco de Costa Rica (BCR), por ejemplo, recordó que ofrece productos crediticios de consumo, vivienda, vehículos y pymes, y que ninguna de esas opciones se otorga sin garantía.
Esto es lo más usual porque, al tratarse de un préstamo formal, es posible que se dé un incumplimiento por parte de quien solicita los recursos, y el banco quiera quedar debidamente blindado para evitar pérdidas en su gestión.
Las garantías son un requisito básico de las operaciones crediticias junto con otras como los comprobantes de ingresos de quien solicita los recursos, así como su firma y autorización para que se revise su historial en entidades supervisadas.
¿Qué se puede ofrecer como garantía?
Cada operación crediticia establece diferentes opciones de garantía a presentar. Algunas de las principales, según el BCR, son las siguientes:
1. Hipoteca: responde como garantía un bien inmueble (casa o terreno).
2. Fideicomiso: responden como garantías los activos pertenecientes a un fideicomiso (por ejemplo, propiedades o inversiones financieras).
3. Fianza: responde como garante un fiador, el cual se compromete a asumir el pago de la deuda si el titular no puede hacerlo por su cuenta.
4. Prendas y garantías mobiliarias: responden como garantía bienes muebles, es decir, bienes comunes y corrientes como un vehículo, maquinaria, equipos o inventarios.
5. Pagarés, títulos valores y avales: responden como garantía instrumentos financieros y compromisos de pago de quienes firman para ello (propietarios del crédito o terceros).
Usualmente, se debe realizar un trabajo de peritaje sobre los bienes puestos como garantía para determinar su valor y, con ello, el monto que realmente pueden cubrir para quien solicita los recursos.
Algunas entidades como el Banco Popular, por ejemplo, ofrecen “soluciones personales” a partir de garantías como alhajas, un producto con el que busca “contribuir en el combate a la usura que a veces existe en comercios de empeño no supervisados”; mientras que el Banco Nacional permite pagar créditos para obtener vehículos con garantías que van desde el mismo auto hasta hipotecas o títulos valores, solo por citar algunos ejemplos.
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¿Cuál valor debe cubrir la garantía?
Las proporciones que deben cubrir las garantías del monto convenido para la operación crediticia varían según cada banco.
Sin embargo, el BCR brindó algunas aproximaciones sobre su dinámica en el mercado. En un plan de inversión con garantía hipotecaria, indicó la entidad, el promedio de valor de garantía es de un 95%; mientras que el monto baja a alrededor de un 75% para créditos por vehículos y otros similares.
Por su parte, el Popular indicó sus propias referencias, aunque advirtió de que el monto específico varía si se trata de banca de personas o empresarial. Según describió, en créditos de consumo con garantía hipotecaria se otorga entre el 70% y 80% del monto del avalúo; en crédito para vivienda hasta un 90% del valor total del avalúo; en créditos prendarios hasta un 85% sobre el vehículo a financiar; y en créditos empresariales hasta el 80% del avalúo.
Es importante que la persona revise sus contratos de financiamiento antes de acceder a ellos. Solo así podrá asegurarse de cuáles son las implicaciones en caso de impago y de que se deba hacer efectiva la reposición por medio de estos bienes de “respaldo”.
Crédito en Costa Rica
Más allá del dato general de 49,6% de hogares con deudas activas, según los datos de la Enfiho, es posible determinar que los tipos más comunes de endeudamiento son los préstamos personales (uno de cada cinco hogares asegura haber accedido a uno).
El monto promedio de estos es de ¢6,72 millones, según el testimonio de las personas entrevistadas por este estudio.
El crédito tiene una importancia muy alta para el consumo costarricense y eso se evidencia en datos relacionados con la incapacidad de los hogares para cubrir sus obligaciones.
De hecho, el INEC también estima que solo un 16,4% de los hogares costarricenses se perciben con capacidad de ahorrar porque el dinero les alcanza y solo un 13,1% asegura tener ahorros por un monto equivalente o superior a un mes de ingresos mensuales.