Las reservas internacionales del Banco Central han disminuido un 27% desde noviembre del 2019; pese a esto, desde la entidad aseguran que el país está lejos de tener niveles que signifiquen un riesgo para la economía y esperan que las inyecciones de divisas a través de préstamos internacionales colaboren a restituir sus niveles más óptimos.
Actualmente, las reservas internacionales del Central —según datos a junio del 2021— alcanzan los $6.692 millones, en comparación con niveles de hasta $9.000 millones que se tenían en noviembre del 2019, los más altos de los últimos años. Justo a partir de ese periodo, el saldo inicia una tendencia a la baja.
Rodrigo Cubero, presidente del Banco Central, señaló que para esa fecha la entidad decidió hacer un repago de crédito que se había adquirido con el Fondo Latinoamericano de Reservas por alrededor de $1.000 millones y que se concretó en enero del 2020.
Luego, con el impacto de la pandemia y sobre todo en abril del año pasado, la presión al alza en el mercado cambiario impidió que el Central satisficiera las necesidades de divisas del sector público no bancario en el mercado bancario. “Las compras que el Central hizo en el mercado cambiario fueron insuficientes para satisfacer todas esas necesidades y se fue haciendo una brecha que implica una reducción en las reservas internacionales”, explicó.
Otro motivo que pesó en los montos fue la intervención de la entidad en el mercado cambiario en los últimos meses del 2020, no solo para restituir las reservas sino para vender divisas con fines de estabilización, tras la presión en el mercado ante la incertidumbre por el convenio con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y los movimientos sociales que se llevaron a cabo.
En el segundo semestre del 2020, las reservas mermaron en $1.341 millones entre junio y diciembre de ese año. Por otro lado, la disminución entre diciembre del 2020 y junio del 2021 es de poco más de $500 millones.
Este primer semestre del 2021, según explicó Cubero, lo que ha incidido en mayor medida son las ventas de divisas al Gobierno para enfrentar vencimientos de deuda, que se acompaña de una disminución de la colocación de títulos de deuda en dólares.
Préstamos internacionales
Pese a la merma, Cubero insiste en que el país está lejos de llegar a un nivel de reservas que signifique riesgos para la economía; aunque aseguró que sí se está en una “posición ya no tan cómoda” como la que se tenía en el 2019 o los primeros meses del 2020.
Con esto coincidió Rodolfo Herrera, director de Banca de Empresas y Mercados Globales de Davivienda, quien señaló el nivel en el que se encuentran las reservas monetarias del Central al 15 de junio está por encima de todos los indicadores con los que se mide, por lo que Costa Rica está lejos de un nivel mínimo o riesgoso.
Las reservas internacionales del BCCR son activos que se utilizan para satisfacer las necesidades de financiamiento de la balanza de pagos e intervenir en el comportamiento del tipo de cambio en caso de ser necesario. Su nivel “óptimo”, explicó Cubero, se mide a través de diversos indicadores; uno de ellos es que deben cubrir en su totalidad la deuda externa a corto plazo del Gobierno.
Según datos del Ministerio de Hacienda a abril del 2021, la deuda externa del Gobierno con periodos de vencimiento entre uno y cinco años es de poco menos de los $3.000 millones. Es decir, las reservas duplican dicho monto.
Otro mecanismo que se utiliza es la estimación del número de meses que las reservas pueden sostener las importaciones; tres meses se cataloga como el plazo adecuado.
Según una presentación realizada por el BCCR en noviembre del 2020, desde el primer trimestre del 2015 en promedio las reservas internacionales netas cubren el equivalente a 5,03 meses de importaciones. Es decir, se encuentran por encima de los niveles recomendados.
Herrera aseguró que las reservas monetarias tienen relevancia a la hora de enfrentar volatilidades extremas en el tipo de cambio y el mantener reservas fuertes evita que grandes inversionistas busquen especular con la divisa; además brindan confianza para los inversionistas y para las calificadores de riesgo.
Justamente, con los primeros efectos de la pandemia sobre la economía nacional, no se hicieron esperar las propuestas de utilizar las reservas internacionales para hacer frente a la crisis que se avecinaba para el Gobierno; pero el Central advirtió que el marco legal no permitía hacer ese uso de los fondos y que se pondría en riesgo la posibilidad del país para enfrentar posibles desbalances en los pagos del país.
En cuanto a la restitución de las reservas, puede realizarse con compras de divisas en el exterior, pero Cubero explicó que esto presionaría el tipo de cambio al alza. La expectativa es que con los recientes préstamos de entidades como el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), así como un eventual desembolso del FMI, el ingreso de divisas sea significativo al cierre del 2021.
“Hay un programa importante de ingresos de créditos de apoyo presupuestario para el Gobierno que totalizan entre junio y diciembre de este año $2.665 millones y esperaríamos que con la materialización de esos créditos tengamos una posición más que confortable de divisas en el Banco Central en los próximos meses”, apuntó Cubero.