A marzo de 2024, último mes con datos disponibles, un 60% de la cartera en moneda extranjera (básicamente en dólares) había sido otorgada a deudores sin cobertura cambiaria, antes conocidos como “no generadores”. Es decir, personas cuyos ingresos (en este caso en colones) no calzan con la moneda en la que tienen sus préstamos y que tampoco poseen una cobertura financiera que los proteja del riesgo cambiario (las variaciones en el tipo de cambio). Sin embargo, no se trata de un porcentaje que esté repartido equitativamente.
Dependiendo del tipo de entidad y del crédito, la proporción y el tamaño de estos saldos cambian. Por ejemplo, poco se parece la distribución de los préstamos de vivienda con los corporativos, tampoco se comportan igual los bancos públicos y los privados. A continuación repasamos qué dicen los números.
¿Quién da el crédito en dólares?
Un 79% de la cartera que no posee coberturas fue otorgada por bancos privados, según datos disponibles en el portal de la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef). Esto equivale a alrededor de ¢3,56 billones (tome en cuenta que ese saldo varía con el tiempo según el tipo de cambio).
La banca estatal —Banco Nacional y Banco de Costa Rica— es la segunda que más aporta, con un 12% del saldo de este tipo de créditos, a pesar de que en sus dos bancos se acumula poco más del 30% de la cartera total del país.
Esto es congruente con la repartición de monedas que suele darse entre la banca pública y la privada: la primera se encarga principalmente de colocar en colones, mientras que la segunda en dólares.
No obstante, ambos sectores aportan casi el mismo porcentaje de la cartera que está en moneda extranjera pero que no está expuesta al riesgo cambiario: un 47,82% los públicos y un 46,44% los privados.
Esto se debe a que en los bancos estatales la proporción de deudores sin cobertura cambiaria es mucho menor que en los privados: un 28,41% versus un 72,42%. A su vez esto ocasiona que este tipo de bancos sean los que menos cartera con riesgo cambiario posean como porcentaje de los créditos que otorgan en la divisa.
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Hay que tomar en cuenta que en Costa Rica siempre van a existir más personas que ganan en colones en comparación con los que perciben en dólares, así que cuanto más grande sea la colocación de un banco en divisa, más probable será que los créditos terminen en manos de no generadores.
Los otros dos sectores con menos riesgo cambiario son los de financieras (52,46%) y las cooperativas de ahorro y crédito (57,92%). Pero estas dos tienen un peso relativamente pequeño sobre la cartera total en moneda extranjera: 2,20% y 1,87%.
Por otro lado, el tipo de entidades que más expuesta tiene su cartera en divisa al riesgo cambiario es la de los bancos creados por leyes especiales: solo un 2,40% de los saldos están en manos de deudores que reciben sus ingresos en dólares o que tienen una cobertura. Los intermediarios que están en esta sección son el Banco Popular y el Banco Hipotecario de la Vivienda (Banhvi). Empero, estos también representan un porcentaje pequeño del crédito en divisa: 1,9% del total.
La regulación de Sugef obliga a los intermediarios a generar estimaciones adicionales cuando prestan a deudores sin cobertura cambiaria.
¿En dónde está la cartera dolarizada?
Las operaciones de vivienda residencial son el segundo tipo de crédito en el que hay más préstamos en dólares: un 28% de toda la cartera dolarizada del país. Además, también tiene una proporción alta de deudores sin cobertura, con un 88,93%. Esto hace que no solo sea el segundo más pesado en la composición del crédito en divisa, sino que también sea el que más aporta al saldo con riesgo cambiario.
Los bancos privados son los que se encargan de colocar la gran mayoría de préstamos de vivienda en moneda extranjera: un 80,11% del total, mientras que los estatales tienen el segundo lugar con un 11,53%. El resto de sectores no pasa de un 4%.
El tipo de crédito que menor proporción de saldos con riesgo cambiario es el de gran empresa, también conocido como corporativo, con un 37,25%. Es decir, aquí el grueso de los saldos está a nombre de deudores que sí ganan en dólares o que cuentan con alguna cobertura financiera.
Aunque son los bancos privados los que dominan la colocación corporativa (66%), los estatales dedican un mayor porcentaje de su cartera en dólares a este segmento. Con esto se puede observar una diferencia importante en la aproximación al crédito en divisa entre la banca estatal y la privada: la primera coloca la mayoría de su cartera dolarizada en préstamos corporativos (67,69%) con poca proporción expuesta al riesgo cambiario (16%), mientras que la segundo se reparte en niveles similares la gran empresa (35%) y la vivienda (33,71%) y con mayor apertura a tomar deudores que no cuentan con coberturas cambiarias: 53% y 94% para dichos rubros, respectivamente.
Los datos también muestran que, pese a su participación relativamente pequeña en la cartera en dólares (2%), las financieras juegan un papel importante en la colocación de préstamos para la micro y pequeña empresa: aportan un 14,28% del total de préstamos que se dan para este sector, esto es más que lo otorgado por la la suma de bancos estatales, los creados por leyes especiales, las mutuales y las cooperativas.
El tipo de préstamos que como porcentaje más se entrega a deudores no generadores es el de las tarjetas de créditos, con una proporción del 98,27%. Prácticamente la totalidad de los saldos no tienen una cobertura cambiaria, pero tampoco tienen un peso importante, ya que solo representan un 3% del crédito global en divisas.
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En crecimiento
En el último año el crédito en moneda extranjera al sector privado ha venido en aumento, contrario a la tendencia de largo plazo en la que este tipo de préstamos perdían peso (pasaron de un 50% a inicios de siglo a cerca de un 30%).
Según datos del último Informe de Política Monetaria del Banco Central de Costa Rica (BCCR), el crédito en divisa creció en un 12% durante el primer trimestre del 2024, un ritmo superior al 4% que había tenido un año antes. Esto hizo que ganara 1,4 puntos porcentuales de peso para representar un 32,1% del total del crédito al sector privado.
Este aumento se ha dado en un contexto donde el tipo de cambio ha caído fuertemente y en el que las tasas en colones se mantuvieron muy por encima de las de dólares.
En repetidas ocasiones Róger Madrigal, presidente del BCCR, ha mostrado preocupación por el aumento de este tipo de préstamos. “El banco ha advertido una y otra vez que hay un riesgo en endeudarse en una moneda que no corresponde a los ingresos. Yo pensaría que hay gente muy mal aconsejada y que no observa la historia reciente de Costa Rica y cree que no hay riesgo cambiario; sí hay riesgo”, mencionó Madrigal en conferencia de prensa el pasado mes de junio.
El principal riesgo que tiene una persona al asumir un préstamo en una moneda en la que no percibe sus ingresos es que queda a la merced de qué sucede con el tipo de cambio, un elemento sobre el cual no tiene injerencia y que puede causar que la cuota se le salga de su control en caso de movimientos abruptos sobre el precio de la divisa.
“Por eso la advertencia que hace el banco es que no se meta en un riesgo que usted no conoce o domina, y si se mete, busque herramientas de cobertura (cambiaria), algunos las tienen, pero sentimos que todavía falta”, dijo Madrigal.