Si tiene un alto endeudamiento, problemas de finanzas e ingresos insuficientes, primero debe darse cuenta que su situación la sufren también otras personas. Eso no implica que la puede hacer pública, pero sí que tiene la opción de buscar ayuda.
Los datos de distintas entidades muestran los altos niveles de endeudamiento, la morosidad y la falta de capacidad de ahorro ante emergencias. En el fondo, se encuentran los comportamientos de las personas, las compras impulsivas, el endeudamiento compulsivo y la falta de planificación.
“El principal problema es no tener claridad de lo que se quiere”, dijo Belisa Tenorio, fundadora de La Psicología del Dinero y quien brinda asesoría en finanzas personales. “Al no tener un objetivo claro, no tiene un presupuesto ni forma de organizar su dinero. Como consecuencia, a su dinero lo rigen las circunstancias de cada momento. “La deuda es el síntoma de un problema de compra compulsiva y falta de capacidad para posponer la gratificación inmediata que dan las compras”.
LEA MÁS: Saldos en cobro judicial se han reducido un 20% en dos años. ¿Qué hay detrás de este fenómeno?
En función de corregir esos comportamientos se debe realizar un trabajo de desarrollo personal relacionado directamente con la gestión emocional, que implique ajustar el estilo de vida a los ingresos.
De hecho, el 97% de las compras son emocionales y solo 3% son racionales. Por eso, recae casi la totalidad de las personas que realizan refundiciones de deudas.
¿Cuál es el porcentaje de sus ingresos que debe dedicar al pago de deudas? Destinar el 35% de los ingresos al pago de créditos (bancarios, no bancarios y de tarjetas) se considera sobreendeudamiento.
Con el alto endeudamiento vienen otras situaciones. No hay capacidad económica para ahorrar. Pero, en particular, la principal consecuencia es la falta de tranquilidad.
Todo eso se puede cambiar. “He visto un montón de gente que lo logró”, afirmó Tenorio.
¿Qué hacer?
Cuál es su ingreso histórico: realice un cálculo de cuánto es el ingreso que usted recibió desde que empezó a trabajar y cuáles son las inversiones que realizó en ese tiempo. Pregúntate: ¿qué hizo con toda esa plata?
Diagnóstico: identifique los gastos que realiza actualmente. Tenorio recomienda llevar una contabilidad de ingresos y gastos al detalle durante varios meses.
Comprenda sus interacciones sociales: la mayoría de los gastos innecesarios provienen de las interacciones con otras personas o grupos, en función de mantener un estilo de vida determinado. Comprenda por qué realiza sus gastos.
Reestructuración: identifique los bienes (muebles o inmuebles) que generan gastos y que pueden venderse o donarse si no se requieren o que pueden sustituirse por otros con menores costos, como vehículos u otros. Aquí el objetivo es eliminar o reducir gastos.
Presupuesto: defina cuáles son los gastos fijos indispensables (pago de casa, servicios públicos y alimentación) e identificar los superfluos, que pueden eliminarse. Se debe empezar por determinar cuánto se necesita para cubrir las necesidades.
Proporciones: hay recomendaciones de gestión del ingreso en proporciones de 50-30-20 (50% para cubrir necesidades básicas; 30% para entretenimiento; 20% para ahorro). Las personas pueden iniciar con otros porcentajes; por ejemplo, puede iniciar desde 5% y avanzar hasta lograr destinar 10% a ahorro o inversión, a educación e incluso a donaciones.
LEA MÁS: ¿Sabe si su deuda caducó? Tiempo transcurrido y existencia de pagos son aspectos a considerar
Generación de ingresos: si la persona desea mantener su estilo de vida, deberá reconsiderar cómo incrementar sus ingresos (trabajo adicional, cambio de empleo, u otra).
Manejo de tarjetas de crédito: se debe desarrollar la capacidad de gestión de las tarjetas de crédito, entendiendo cuándo es una fecha de corte, fecha de pago, pago mínimo y pago completo, gestión de millas o puntos, intereses.
Estrategia de pago de deudas: ordene sus deudas por su monto pendiente y empiece a pagar las de más bajo saldo, destinando más recursos al principal; siga en orden de deudas de menor a mayor y proceda de la misma forma. También puede iniciar cancelando las deudas con los intereses más altos, las que tienen intereses y cuotas variables o en dólares (si sus ingresos no son en esa moneda). Eso le permitirá generar su sentido de logro y avance. “No hay que adelantar cuotas. Hay que pagar al principal o al capital”, reiteró Tenorio.
Refundición de deudas: revise los términos de sus préstamos y de las tarjetas de crédito para tener presente todos los cargos, tasas de interés, pagos mínimos y máximos, fechas de pago y de cortes, y otras condiciones establecidos, para que no quede ningún remanente de los saldos pendientes.
¿Le sirve el leasing?: el arrendamiento de bienes puede ser útil y rentable para las empresas, pero no necesariamente para las personas y las familias.
Analice la rentabilidad de deudas a largo plazo: en el caso de las hipotecas y deudas de largo plazo, con tasas de interés más cómodas, se debe analizar la rentabilidad de cancelarlas.
Llegue a un acuerdo con los bancos: si es necesario llegue a un arreglo de pago con los bancos y entidades con las que tiene deudas. Converse directamente con las personas que tienen la autoridad para acordar y aprobar el arreglo de pago.
Converse con otros acreedores: si tiene deudas con familiares, amistades o con colegas del trabajo, converse con cada uno y llegue a un arreglo de pago. Cúmplalo también al pie de la letra.
Mantenga la disciplina: debe mantener los gastos en las proporciones definidas, cumpliendo su presupuesto y avanzando en la eliminación de deudas y generando ahorros. Recurra a una mentoría o asesoría que le ayude a mantener su plan de finanzas personales.
Participe en grupos de apoyo: puede recurrir a grupos de apoyo de accountability o responsabilidad donde se repasen los objetivos, las metas y su avance, así como para realizar sesiones de coaching grupales donde se comparta cuáles obstáculos se van superando y cuáles no.
Recurra a una mentoría especializada: las personas especializadas en finanzas personales pueden ayudarle en cada una de estas fases, en particular para mantener la disciplina en el cumplimiento de la estrategia y en el logro de sus objetivos.
Tendencia deudora |
---|
Los últimos informes sobre deudas, tarjetas y morosidad muestran un incremento del endeudamiento y la morosidad: |
Endeudamiento post pandemia |
Tras salir de la pandemia, en 2021 al menos 70% de los costarricenses tenían deudas (hasta dos o tres deudas), incluyendo créditos personales o de consumo, préstamos con familiares o amigos y las deudas con empresas de electrodomésticos y otros comercios. Y el 20% dedica más de la mitad de sus ingresos a pagarlas. “La mayoría intenta sobrevivir con lo básico”, alertó en ese momento la Oficina del Consumidor Financiero (OCF). |
Deudas reguladas y no reguladas |
Al año siguiente, Equifax emitió otra alerta: la morosidad de las deudas en el sector crediticio no regulado aumentó en 2022 casi 7%. |
También los morosos (4%). Y había personas que dedicaban hasta el 97% de su ingreso mensual a pagar deudas. Aquí se cuentan las deudas con comercios (tiendas por departamentos, tiendas de electrodomésticos, ferreterías), el sector financiero no regulado y telecomunicaciones (cuentas telefónicas y servicios de electricidad, cable e Internet). |
“Más de la mitad de estas deudas se encuentran en cobro judicial o en estado de incobrables”, advirtió Equifax, que también indicó que el monto de la deuda morosa del sector regulado aumentó casi 10%. |
Deudas en tarjetas |
En las tarjetas de crédito también ocurrió una desmejora. El último estudio del Ministerio de Economía, Industria y Comercio (MEIC) muestra que, junto a la cantidad de tarjetas y el saldo, aumentó la morosidad del 5% al 6% entre abril de 2022 y el mismo mes del 2023. |
Las tarjetas morosas enfrentaban además altas tasas de interés: entre 32% y 35,41% en el caso de las tarjetas en colones y entre 27,20% y 32,50% en las de dólares. |
Debilidad en educación financiera |
Otro estudio realizado en el 2023 por la OCF indicó, sin embargo, que solo 46% de las personas reconocen que, al contratar un servicio financiero, recibieron información clara y suficiente. Pero hay otras situaciones llamativas. |
El 80% no tiene recursos para enfrentar una emergencia financiera de hasta un año, por ejemplo. Y, de hecho, 31% no los tiene ni para un mes. |
Fuentes: Equifax, MEIC y OCF. |