¿Si usted estuviera pensionada, seguiría trabajando? Sin duda la respuesta dependerá de cada historia personal, de la experiencia laboral y desde luego del estado de salud que tenga cada persona, pero hay miles de personas que decidieron seguir trabajando pese a cumplir con los requisitos para jubilarse.
En Costa Rica se registran un total de 15.024 pensionados por vejez que continúan laborando, según datos a noviembre de 2023 que la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) suministró a El Financiero.
Una gran parte de ellos (96,5%) tiene patronos privados o son independientes —en algunos casos se cumplen ambas—; los otros 531 jubilados por vejez aparecen reportados con patronos públicos (gobierno y otros entes públicos).
La cantidad de personas mayores de 59 años en Costa Rica que continúan laborando, pese a que ya se jubilaron por vejez, equivale a un 4,43% de los 339.403 pensionados del régimen de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) que se tenían contabilizados de acuerdo con datos divulgados a finales de octubre de 2023.
Otra forma de verlo es con respecto al total de la población ocupada según la medición del Instituto Nacional de Estadística y Censos del último trimestre del 2023. Dentro de ese grupo, las personas con edad de jubilarse que están trabajando representan el 0,78%.
Las necesidades económicas, el deseo de mantenerse activos y ocupados en un trabajo (como dependientes o independientes), el gozar de buena salud o simplemente querer seguir dentro de la fuerza laboral son parte de los motivos que suelen estar detrás de la decisión de continuar trabajando luego de la pensión.
El Reglamento del Seguro de Invalidez, Vejez y Muerte de la Caja Costarricense de Seguro Social (6898) dicta en su artículo 22 que el pensionado por vejez podrá dedicarse a labores asalariadas en el sector privado, como trabajador independiente o hasta medio tiempo en docencia universitaria en el sector público.
En caso de que el pensionado decida seguir trabajando según lo indicado anteriormente, deberá cotizar solamente para el seguro de salud.
Ahora bien, si la persona que se retiró labora en el sector público en otros campos distintos a la docencia universitaria, tendrá que solicitar la suspensión de la pensión por el período que trabaje y cotizar tanto para el seguro de salud como para el seguro de IVM.
Otro caso que se podría presentar es que el pensionado por vejez se dedique a la docencia universitaria por una jornada mayor a la de medio tiempo. Para este escenario, el artículo 22 del Reglamento del Seguro de Invalidez, Vejez y Muerte de la CCSS expone que la persona deberá pedir la suspensión de la pensión por el lapso que trabaje y cotizar solamente para el seguro de salud.
La edad de retiro
Tomando en consideración que hay personas que aún después de pensionados siguen trabajando por diversas razones, ¿es necesario que en el futuro se aumente la edad de retiro para darle un respiro al régimen de IVM?
La edad para pensionarse nunca ha cambiado en el país, de hecho se ha mantenido en 65 años desde 1947. Sin embargo, en el tiempo se ha permitido anticipar el retiro.
Las reformas más recientes al IVM empezaron a regir desde el 12 de enero de 2024, y ellas dictan que se elimina el retiro anticipado por vejez para los hombres, por lo tanto solo se podrán jubilar al tener 65 años y 300 cuotas; mientras que las mujeres podrán pensionarse de forma anticipada a partir de los 63 años y con 405 cuotas.
Estos ajustes, de acuerdo con estimaciones de la CCSS, permitirían mantener la sostenibilidad del régimen del IVM al menos hasta el 2050.
Ubaldo Carrillo, director de pensiones de la Caja, comentó que cuando la Junta Directiva de la institución aprobó las reformas mencionadas, planteó como segundo acuerdo organizar una mesa de trabajo en la que “todos los sectores” de la sociedad convengan para buscar fuentes adicionales de financiamiento para el seguro del IVM.
“El acuerdo no plantea subir edades de retiro, no plantea disminuir pensiones, para nada, y no plantea seguir con reformas paramétricas. Lo que plantea es que discutamos como sociedad cuál debe ser el financiamiento del seguro de Invalidez, Vejez y Muerte para darle una mayor sostenibilidad y mejorar su solvencia”, detalló Carrillo.
Recordemos que el régimen del IVM tiene un sistema de reparto con capitalización colectiva, en la cual se observa el principio de “solidaridad intergeneracional”: las cotizaciones de los trabajadores actuales pagan las pensiones de la generación jubilada.
Al haber un envejecimiento poblacional, conforme pase el tiempo habrá menos trabajadores por cada jubilado hasta que el sistema se vuelva insostenible. En la década de los setenta, de acuerdo con datos presentados por el demógrafo Luis Rosero Bixby en un foro que realizó El Financiero a mediados del año pasado, había alrededor de 12 aportantes por pensionado, pero esa cifra bajó a poco menos de siete.
Ante esto, Rosero indicó que aunque la fecundidad suba a dos hijos por mujer y la inmigración sume ciudadanos al país, es poco lo que esto podría atenuar la crisis del régimen del IVM. Por eso en un foro que se realizó en noviembre de 2023 expresó que una de las soluciones “más poderosas” para darle un respiro al sistema de pensiones es que se aumente la edad de retiro de 65 a 72 años, por ejemplo. “Podría hacerse gradual, a lo largo de 30 años”, dijo.
El demógrafo comentó a este medio que hay ocupaciones desgastantes en las que los años de trabajo pueden ponderarse más, pero desde su perspectiva la edad de retiro debe ser una sola. “Después pueden venir las excepciones que el legislador considere necesarias”, agregó.
Además, es claro que a medida que aumenta la edad, en términos generales baja la probabilidad de encontrar empleo. Sin embargo, un estudio de “probabilidad de encontrar empleo en Costa Rica en el 2023″ realizado por el Banco Central de Costa Rica (BCCR) expone que cuando se analiza la condición de la persona (ocupado, desocupado e inactivo), se aprecia que la mayor probabilidad de conseguir trabajo para las personas desocupadas se encuentra en edades de entre 45 a 59 años.
Luis Rosero Bixby explicó a El Financiero que hay que tener en cuenta que el mercado laboral va a cambiar sustancialmente en los próximos años, pues no va a haber suficientes colaboradores jóvenes, entonces el mercado se va a abrir al trabajo de personas de mayor edad.
“Se puede mostrar la pirámide invertida que vamos a vivir en Costa Rica y simplemente no va a haber trabajadores jóvenes. En esas circunstancias, las empresas de Gobierno y los empleadores tienen que buscar trabajadores de más edad o la alternativa en incrementar sustancialmente la inmigración, que esa sería una historia completamente diferente”, expuso Rosero.
El problema demográfico es claro, se va a llegar dentro de pocas décadas a una situación en que la razón de sustento, como se conoce, va a ser cercana de uno a uno: una persona en edad de trabajar por cada persona en edad de pensionarse con la edad actual de retiro. En esa situación no hay soluciones fáciles, y simplemente el sistema no va a dar, aunque hay reformas económicas que se puedan hacer (...) el problema es tan grande que esos son como parches. La única solución sustantiva realmente es mover la edad de retiro, con eso la relación persona en edad de trabajar/persona en edad de retirarse se hace más manejable.
— Demógrafo Luis Rosero Bixby