A partir del miércoles 25 de junio, el Banco Central de Costa Rica (BCCR) pondrá en circulación 17.000 unidades de monedas coleccionables de ¢25 entre presentaciones en acrílico y estuche.
Cada una, sin importar su presentación, tendrá un precio de ¢9.000 y solo se podrán adquirir dos por persona. Esta medida busca evitar el acaparamiento y permitir un acceso más equitativo entre coleccionistas y público general.
El icónico faro de Puntarenas, símbolo del Pacífico costarricense, será el protagonista de esta segunda entrega de la serie de monedas coleccionables de dicha denominación que rinde homenaje a lugares emblemáticos de cada provincia.
En el reverso de la moneda se incluye la leyenda “Provincia de Puntarenas”, así como el nombre del sitio homenajeado “El Faro” y el año de colección.
En la parte superior del anverso, figuran las inscripciones “República de Costa Rica” y “Banco Central de Costa Rica”, junto con dos barras en alto relieve que permiten su reconocimiento táctil.

La distribución dependerá de cada institución financiera, que definirá cuántas monedas de cada tipo ofrecerá y en qué sucursales.
También se emitirá una versión de uso corriente, sin colores ni empaque especial, que circulará de forma gradual desde esa misma fecha como moneda legal de pago.

Este lanzamiento forma parte de una colección que contempla siete monedas en total, cada una dedicada a una provincia costarricense.
La primera pieza de la serie fue la de Playa Manzanillo, en Limón. El objetivo de la iniciativa es rescatar elementos de identidad regional mediante piezas accesibles y de valor artístico.
Quienes deseen adquirir la nueva moneda pueden consultar directamente con las entidades financieras asignadas para obtener información sobre horarios, puntos de venta y disponibilidad.
