Costa Rica enfrentará importantes vencimientos de deuda en los dos últimos meses del 2021. Para enfrentarlos sin apuros el Ministerio de Hacienda ha hecho una gestión de deuda basada en el alargamiento del perfil y los plazos, a través de canjes y otros mecanismos.
El viceministro de egresos, Isaac Castro, conversó con EF y aseguró que hay tranquilidad respecto a las obligaciones por deuda para noviembre y diciembre de este año, e incluso, para los primero meses del 2022.
En total, con las gestiones de deuda de los últimos meses ya aplicadas, los vencimientos ascienden a ¢579.794 millones, de los cuales un 52% deben cancelarse en noviembre y el restante porcentaje el último mes del año.
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Este es un extracto de la entrevista con Castro:
―Tomando en cuenta el saldo vivo de los vencimientos, que asciende a más de ¢579.000 millones, ¿podrá el Ministerio de Hacienda hacer frente con facilidad a estos vencimientos? O bien, ¿tomarán alguna medida para buscar la disminución del monto?
Operaciones de canje no vamos a hacer más, hasta el otro año. Para decirlo así, ese saldo vivo ya lo vamos a enfrentar como obligación de pago y ya tenemos preparado todo para atenderlo.
El 1 de noviembre tenemos una operación pero que va a ser una subasta inversa, ahí canjeamos vencimientos que van a suceder en los próximos meses por dinero. Eso lo que quiere decir es que el flujo de caja nos permite hacer operaciones donde adelantamos el vencimiento.
Suspendimos los canjes y ya más bien lo que estamos es tranquilos con los vencimientos de este año y de los primeros meses del 2022. Ahora tenemos una posición de flujo de caja que nos permite hacer subastas inversas. Si no aceptan vendernos anticipadamente, el día del vencimiento del título calzaríamos.
―¿Han dado resultado las subastas inversas? ¿Continuarán haciendo?
Sí, vamos a seguirlo intentando, pero ya el último evento sería el 1°. de noviembre. Con las subastas inversas hemos querido señalar que Hacienda cuenta con la liquidez para atender sus obligaciones.
A inicios de año hicimos una que era para adelantar un vencimiento que teníamos en dólares en mayo pero no nos quisieron vender, llegó mayo y cancelamos las emisiones.
Ya este esfuerzo lo hicimos hace como 15 días, quisimos hacer una subasta inversa de vencimientos en dólares, porque tenemos los dólares ya para comprar o para cancelar anticipadamente. Pero ningún tenedor nos quiso vender.
― Posiblemente no se logre todo el monto que el país estaba esperando en préstamos multilaterales para el 2021. ¿Esto genera más presión respecto a vencimientos?
El 100% de nuestros impuestos entran en colones. ¿Cómo atendemos nuestras obligaciones? A través de los desembolsos, no solo de los préstamos de apoyo presupuestario, si no los desembolsos de toda la cartera de operaciones de crédito internacional, todos aquellos egresos financiados con recurso externo.
Es un flujo de dólares que entra al sistema por el lado del sector público no financiero. Efectivamente el contar con operaciones de crédito de apoyo presupuestario nos ayuda con el tema del flujo. La otra fuente que tenemos es la captación en el mercado local, vía instrumentos de deuda en el mercado estandarizado.
Al inicio del año sí teníamos vencimientos grandes de dólares, el año pasado los diputados rechazaron $500 millones del BID (Banco Interamericano de Desarrollo) y cuando decidieron eso nos cambiaron la perspectiva de planificación del flujo. Ahí acudimos al mercado cambiario, porque teníamos los colones.
Y esa es nuestra tercer fuente de dólares, pero tenemos de no acudir al mercado cambiario desde mayo.
¿Qué estamos haciendo? En estos momentos estamos optimizando el escenario de desembolsos de las operaciones crediticias vigentes, entre noviembre y diciembre siempre se optimizan mucho y ahí vamos a tener una dotación de recursos.
Tenemos subastas programadas y tenemos títulos en dólares para noviembre. Vamos a hacer nuestro mejor esfuerzo de promoción y venta de títulos en dólares.
Nos vencen como un equivalente de $600 millones. Solo ocupamos renovar una porción de esos $600 millones para complementarlo con los préstamos que queremos desembolsar para el final del año.
―¿No hay, entonces, preocupación para el cierre del año?
No por el tema de flujo. La lástima de no haber aprobado con más velocidad la cartera de empréstitos es que al final se traduce en mayor costo; si nosotros sin la probación de esos créditos logramos reducir la tasa, imagínese si hubiéramos tenido esa dotación de recursos.