Si usted está pensando en alquilar un apartamento o una casa con uno o varios roommates (compañeros de cuarto) puede tener en cuenta consejos financieros que le ayudarán a llevar una sana convivencia con las personas que lo acompañarán en esta aventura.
A continuación, EF con ayuda de Josué Rodríguez, director general de Sirú Financiero, y Carlos Vásquez, fundador de Quantum Coaching Group, conferencista y capacitador en finanzas personales, le brinda seis tips financieros para vivir con ‘roommates’.
Antes de ser roommates
1- Antes de tomar una decisión de ese tipo se debe valorar la estabilidad financiera de cada una de las personas que va a participar en la convivencia. Una pregunta fundamental es ¿qué tan ordenadas son con las finanzas? Esto, para que no fallen con las obligaciones respectivas durante la convivencia.
2- Cada persona debe hacer un presupuesto donde se tomen en cuenta los ahorros que realiza, las cuotas de las deudas y los gastos recurrentes, tales como: vivienda, alimentación, transporte, educación, servicios básicos, salud y seguros. Este ejercicio ayudará a determinar si el costo del alquiler y de los nuevos servicios adquiridos pueden ser cubiertos.
3- Crear un fondo o una reserva (idealmente en conjunto, pero puede ser individual) para tener la capacidad de hacerle frente a los imprevistos o a las emergencias.
“Esto es importante tenerlo claro desde el inicio porque si cuando nos pasamos a vivir, nos pasamos talladitos con que ‘sí nos alcanza’, pero no pensamos en los imprevistos, pues probablemente en el momento del imprevisto es cuando empiece a hundirse el barco”, dijo Vásquez.
4- Definir claramente quién va a ser la persona responsable de firmar el contrato de alquiler, cómo van a colocar el monto del depósito y quién sería el responsable en caso de indemnizaciones.
5- Poner las reglas claras de cómo se van a distribuir las obligaciones y las fechas de pago. Es recomendable establecer todo esto por escrito para que luego no se den diferencias importantes.
Otro elemento relevante a instaurar es cómo se iría a repartir el depósito del alquiler en caso de que decidan dejar de vivir juntos, o qué pasaría en caso de que una de las personas los “deje botados”. Además, es preferible hacer un acuerdo entre todas las personas de la convivencia para que se defina cómo se van a hacer responsables financieramente del inmueble en caso de daños, según Rodríguez.
Sin embargo, Vásquez mencionó que el tema de los daños es una parte complicada, pues legalmente el responsable de los daños ocasionados en la propiedad va a ser la persona que firmó en el contrato. “Ahora, a nivel de ellos pueden hacer un acuerdo, pero va a quedar a buena fe de quien lo haya causado y por eso es que justamente tenemos que tener muchísimo cuidado de con quién afrontamos una aventura de este tipo, porque sino podemos terminar pagando por cosas que no tuvimos responsabilidad”, agregó.
Es muy importante tener las reglas claras. Esto es básicamente como hacer una especie de contrato, no con toda la legalidad y formalidad del caso, pero sí un documento donde están todas las reglas para que la convivencia sea lo más fácil y llevadera posible.
— Carlos Vásquez, fundador de Quantum Coaching Group, conferencista y capacitador en finanzas personales
Durante la convivencia
6- Cumplir con lo que se ha pactado, sobre todo con los servicios básicos, que no incluye el arrendamiento, y la alimentación. Además, se debe tener claro qué es de cada quién, de qué se puede disponer y de qué no.
El director general de Sirú Financiero aseguró que la forma más fácil y práctica de hacerle frente a los servicios básicos es dividirlos: “Usted paga el Internet y el agua, y yo pago la electricidad”, por ejemplo. No obstante, con la comida es más complejo.
Ante ello, Rodríguez recomendó que cada persona tenga “toppers” de un color en específico para guardar su comida. “Eso es muy, muy, muy importante para que puedan respetarse los temas de la alimentación”, detalló.
Cuando se trata de comprar verduras, frutas, insumos de limpieza (como cloro, desinfectante, jabón para lavar la ropa y lavaplatos) se puede hacer uso de un presupuesto combinado, aunque no es lo recomendable.
“A largo plazo, lo más fácil es que tengan todo por aparte y ese consejo de los ‘toppers’ es demasiado bueno”, comentó Rodríguez.
Irse a vivir con una persona o compartir casa con una persona es algo complicado. Siempre utilizo de ejemplo que si ya nos es difícil convivir con nuestros hermanos, que fueron criados exactamente igual que nosotros, con las mismas costumbres y los mismos valores, es mucho más difícil con personas que fueron criadas totalmente diferente. Por eso hay que poner las reglas bien claras desde el principio.
— Carlos Vásquez, fundador de Quantum Coaching Group, conferencista y capacitador en finanzas personales