Costa Rica está comprometida con desarrollar la industria de semiconductores, impulsada por el acuerdo de cooperación que se entabló con el gobierno de Estados Unidos, a la luz de la Chips Act.
El Gobierno, la academia y el sector privado realizan por separado y también en conjunto distintos esfuerzos para crear un ecosistema ideal que potencie las capacidades del país en esta industria.
Este fue el tema principal del foro Semiconductores: una oportunidad de oro para Costa Rica, organizado por El Financiero, transmitido el jueves 11 de julio y el cual puede observar completo en el canal de YouTube de Grupo Nación.
El evento contó con la participación de Manuel Tovar, ministro de Comercio Exterior; Laura López, gerenta general de la Promotora de Comercio Exterior (Procomer); Timothy Scott, director de Asuntos Gubernamentales de Intel; Melania Solano, decana de la Facultad de Ingenierías de la Universidad Fidélitas; y Carlos Wong, director general de Evolution Free Zone.
El talento humano, la clave primordial
El desarrollo de los semiconductores en Costa Rica tiene como base fundamental la formación de talento humano, un reto que también enfrentan otros países que quieren competir en esa industria.
Los panelistas abordaron ampliamente este tema. La representante de la Universidad Fidélitas comentó que la academia ha tenido que diversificar su oferta de programas, desde técnicos y especializaciones hasta bachilleratos y licenciaturas, con el objetivo de dar opciones que se adapten a las necesidades profesionales de cada persona.
Precisamente esa universidad es una de las cuatro que tiene a disposición programas específicos de semiconductores, a través del Técnico Básico en Manufactura de Semiconductores. Las otras son el Tecnológico de Costa Rica TEC), la Universidad Latinoamericana de Ciencia y Tecnología (Ulacit) y la Universidad Latina.
En este eje de trabajo hay varios retos que el país debe atender. El tiempo juega en contra y Costa Rica necesita profesionales en el corto plazo y, además, reforzar la inclusión de mujeres es este tipo de industrias.
Solano mencionó que hay buenas perspectivas pues existe un semillero de mujeres que están tomando protagonismo en programas, actividades y eventos educativos relacionados con tecnología.
También se debe formar talento humano fuera del Gran Área Metropolitana (GAM) e involucrar a estudiantes con la industria desde etapas tempranas.
“Tenemos que romper la barrera de que se enseña aquí y se trabaja allá, tenemos que cruzarnos”, afirmó la gerenta de Procomer.
Dentro de la oferta de carreras que permiten a las personas insertarse en este tipo de industrias están principalmente las ingenierías, algunas de ellas ya tradicionales como ingeniería industrial, pero también otras más novedosas, por ejemplo las relacionadas con la inteligencia artificial.
Solano admitió que, ante el reto que tiene el país de suplir a la industria de semiconductores, las universidades deben trabajar en conjunto pues ninguna es capaz de responder a la demanda por sí sola.
Por otra parte, Wong también abogó por un mayor acercamiento entre academia e industria, y mencionó como opción ampliar los programas de pasantías para involucrar estudiantes en etapas más tempranas.
También recomendó que las carreras deben estar en constante contacto con la industria para que estén al día con las tecnologías más avanzadas que se usan en el ámbito laboral.
La posición de Costa Rica
Costa Rica tiene una experiencia de 27 años en semiconductores, desde le llegada de Intel y, luego, de otras 13 empresas que conforman la industria local.
Actualmente la manufactura de estos componentes se concentra en Asia, en países como Taiwán, Corea del Sur y Japón. Sin embargo, los vientos soplan a favor de Costa Rica debido a tensiones geopolíticas y a las tendencias del nearshoring y friendshoring.
“Es importante que reafirmemos el país que somos, pero también profundizar en algunas políticas que quizás en los últimos años han sido tímidas, como la apertura comercial”, manifestó el ministro Tovar durante el foro.
En la región, el país compite principalmente con México y Brasil, pero Panamá también ha entrado en la carrera por los fondos de la Chips Act. No obstante, el representante de Intel tiene una mirada más regional y mencionó que este auge podría generar un ecosistema regional de semiconductores donde cada país aporte lo que mejor sabe hacer.
“Nunca Costa Rica ha tenido un reto tan grande de velocidad y articulación”.
— Laura López, gerenta de Procomer.
Lo cierto es que la demanda de semiconductores crecerá a futuro, mucho impulsado por la inteligencia artificial. Por eso, Intel está haciendo más compleja su operación en Costa Rica, en vista de las oportunidades y el crecimiento de la industria, a través de la apertura de nuevas secciones del negocio, especialmente de investigación y desarrollo.
Mientras tanto, el país aspira a atraer no solo empresas del perfil de Intel, sino diversificar el ecosistema con firmas fabricantes de insumos y servicios, enganchar a actores nacionales y que se desarrolle una cadena de proveedores locales. Costa Rica está posicionando su mirada especialmente en atraer compañías de Asia, dijo la gerenta de Procomer.