Para conectar con su audiencia, comparta anécdotas personales
Los líderes a menudo evitan compartir relatos personales en sus charlas y presentaciones, pues temen dar a conocer sus problemas o parecer poco profesionales. Sin embargo, esa es una oportunidad desaprovechada para conectar con la audiencia: las anécdotas que exponen nuestras fallas y vulnerabilidades humanas a menudo son lo que inspira a la gente. Para sacar a la luz sus historias inspiradoras, explore los puntos importantes para usted: la gente, los lugares y las cosas que le han dado forma a su vida. Algunas de tus experiencias podrían ser demasiado personales como para compartirlas, pero quizá encuentre anécdotas que se convertirán en el fundamento de una gran historia. Escriba en una sola oración las sinopsis de sus mejores relatos y catalóguelos; podría ordenarlos por situación, tema, tono o enseñanza. Cuando planee su próxima charla, revise su catálogo de anécdotas y considere quién será parte de su audiencia y cuáles son sus intereses. Elige una historia que se ajuste a sus valores, metas e intereses, y que también transmita el mensaje que desea.
Adaptado de “How to Identify and Tell Your Most Powerful Stories”, de Nancy Duarte.
Si su jefe no aboga por usted, encuentre a alguien que lo haga
Un jefe que no respalda puede detener su crecimiento y limitar tus oportunidades profesionales. Sin embargo, en vez de frustrarse con las circunstancias, tome las riendas de la situación. Comience renunciando a cualquier enojo o pesar que le haga sentir su jefe. No puede hacer que alguien le ayude avergonzándolo y es probable que sus sentimientos negativos solo empeoren la situación. Después intente encontrar a un líder de alto nivel que abogue por usted. El defensor ideal es una persona poderosa y de alto rango en su organización. Los auspiciadores generalmente eligen a sus protegidos, así que deberá aumentar su visibilidad para ayudar a que se note. Levante la mano para participar en fuerzas de trabajo que abarquen toda la organización, así como en equipos con múltiples funciones. Con sus contribuciones a proyectos estratégicos importantes, acumulará habilidades y convivirá con personas nuevas. Trabajar con un jefe que no reconoce su potencial no necesariamente acabará con su carrera, siempre y cuando encuentre a otros que sí lo hagan.
Adaptado de “What to Do When Your Boss Won’t Advocate for You”, de Nicholas Pearce.
Gerentes, eviten que sus empleados de mejor desempeño se agoten
Cuando se agota un miembro de alto desempeño en su equipo, quizá piense que es su problema. Sin embargo, como gerente, su trabajo es ayudar a que los empleados mantengan su estrés bajo control. Puede proteger del agotamiento a sus trabajadores estrella dándoles algo de autonomía en la elección de proyectos. No solo otorgue las tareas más difíciles; dejar que elijan asegura que trabajen en labores que los emocionen. También puede juntar a esa persona con otro empleado de gran desempeño para que realicen un proyecto complicado, lo cual ayudará a que ambos se desafíen y se impulsen. (Quizá esté tentado a agrupar a los de buen desempeño con los de cumplimiento deficiente, pero es probable que eso aumente la carga de trabajo de los mejores trabajadores y debilite su moral). Esas parejas deben formarse con empleados de nivel similar. Colocar a un novato talentoso con un líder de alto desempeño no tendrá el mismo efecto.
Adaptado de “How Are You Protecting Your High Performers from Burnout?”, de Matt Plummer.
Cómo pueden sobrevivir los padres que trabajan a la temporada de regreso a clases
Para los padres que trabajan y tienen hijos en edad escolar, el regreso a clases es especialmente caótico. No obstante, es posible manejar las exigencias (a menudo abrumadoras) de las actividades escolares y a la vez seguir cumpliendo con su trabajo. Comience pensando en la posibilidad más realista para usted. Aun con un empleo flexible, es poco probable que pueda asistir a todas las ferias de repostería, las colectas de fondos para la biblioteca y las excursiones. Para hacer su parte, intente hacerlo todo de una sola vez. Puede aprovechar todo un día personal, por ejemplo, para ser voluntario en la escuela: ser el “ayudante de lecturas” en la clase de segundo grado de su hija por la mañana, hacer recorridos con la patrulla de seguridad de la escuela por la tarde y después acudir a la reunión de la asociación de padres y profesores. Además, no trate de ocultar por qué estará ausente de la oficina. Diga a sus colegas qué hará y por qué es importante para usted. Eso facilitará que entiendan y le ayuden de ser necesario.
Adaptado de “How Working Parents Can Manage the Demands of School-Age Kids”, de Daisy Wademan Dowling.
Después de un ascenso, recalibre sus relaciones laborales
Cuando lo asciendan a un nuevo puesto, cambiarán muchas de sus relaciones en el trabajo. Las personas que solían ser sus superiores quizá ahora sean colegas, por ejemplo. Tome un poco de tiempo para pensar en la nueva dinámica y en cómo debe reconfigurar las expectativas de sus compañeros. Después programe una serie de reuniones individuales con sus colegas y pregúnteles cómo puede ayudarles en su nuevo papel. Su objetivo es volverse un buen colaborador. Pedirles su opinión demuestra que valora sus consejos y su colaboración. Sea paciente durante esos primeros días: ellos quizá necesiten tiempo para ajustarse a su puesto en el equipo. Escuche y aprenda de los demás en vez de seguir adelante con tus propias ideas. Proyecte aptitud y seguridad, junto con una dosis saludable de humildad. No querrá que piensen que está demasiado enfocado en tu propio éxito.
Adaptado de “How to Prove Yourself After a Promotion”, de Rebecca Knight.