Mucho se habla sobre las características de los jóvenes y personas no consideradas jóvenes a la hora de aplicar a un puesto de trabajo.
El etiquetar en razón de la edad pareciera un juicio bastante superfluo que puede llevar a errores de fondo e incluso a contradecir la inclusividad de la que tanto se habla.
Si vemos los datos, pareciera irónico que a pesar de que Costa Rica tiene una de las expectativas más altas de vida en América –79,6 años, según un reporte del 2016 de OMS–, a los 40 años sea toda una hazaña conseguir empleo. Por otra parte, es un hecho que la población de 20 y 30 años está incrementando en el mundo laboral.
Más allá de la edad y el juicio que esto puede implicar, es importante reflexionar acerca de lo siguiente:
- El hecho de ser joven no necesariamente hace a alguien apto para el puesto, como el hecho de no serlo tampoco lo inhabilita automáticamente.
- Ser joven se asocia a energía, motivación, uso de tecnología y esto por lo general es inherente a la juventud, pero no debemos pensar que es una regla. Los mayores de 40, no nacieron con la tecnología pero si aprendieron y se insertaron en ella, esto cuenta. Las motivaciones y proyectos pueden ser muy diversos depende de la etapa de vida.
- Actualmente, más que el conocimiento, lo que más pesa es el deseo de continuo aprendizaje y reinventarse. Esto puede estar en la persona independientemente de su edad y es clave para las organizaciones.
- El deseo de aprender se asocia a flexibilidad y nuevas formas de hacer las cosas. Los jóvenes tienen una tendencia natural a cuestionar, porque no tienen paradigmas derivados de la experiencia y eso los hace explorar. Las personas mayores deben cuestionarse si se aferran a su experiencia –la cual sin duda aporta– o si están dispuestos a nuevos enfoques y a adaptarse.
- El mundo actual es de cambios rápidos y esto exige curvas de aprendizaje más cortas, la edad no determina esta respuesta.
Como candidato, cuestiónese sus habilidades y sea crítico con usted mismo. Como empresas es necesario ver más allá de un número que pareciera una etiqueta, hay que explorar al ser humano que está detrás para generar inclusividad y diversidad. En la variedad está la riqueza.