¿Cómo sé que las personas de mi equipo que están en teletrabajo, están de verdad trabajando? Esta pregunta me la han hecho en los últimos meses en distintas organizaciones. Y les devuelvo la pregunta: ¿saben ellos sus objetivos y se están cumpliendo o no? ¿que te interesa, las horas que están al frente de la computadora o los resultados de tu equipo? ¿Cuándo estabas de manera presencial, pretendías que estuvieran todas sus horas de trabajo en su escritorio sin levantarse?
Para algunas empresas, el tema del teletrabajo antes de la pandemia era ya una práctica usual, para otros es algo nuevo. Sin embargo y dejando de lado los temas legales, hay tres factores claves para que el teletrabajo se cumpla y se disfrute: confianza, objetivos claros y respeto.
Confianza: Esto es lo principal, la confianza genera compromiso. Si necesitamos ver lo que nuestro equipo está haciendo para saber que están trabajando, el problema es del líder, no del equipo. He visto prácticas como monitorear el tiempo en pantalla, controlar los sitios web que accesan los colaboradores y determinar si aprueban un curso o no, solo por el tiempo en pantalla en el curso. Los resultados hablan por sí solos, si se dan, y las personas sienten que están contribuyendo y aprendiendo, ¿porqué debo controlar tiempo en lugar de resultados? Esto no quiere decir que no haya reglas u horario que cumplir, pero esto es parte de las expectativas que hay que clarificar y establecer el marco de trabajo, lo cual también depende de cada negocio.
Objetivos: Hoy más que nunca, debemos tener claros los objetivos y aceptar que pueden cambiar. Reuniones semanales individuales y de equipo, sesiones de feedback, retrospectivas para ver avances y brindar apoyo, es mucho mas valioso que controlar. Cómo líder, pregunte que se necesita, en qué les puede apoyar para lograr el objetivo común, permita que su equipo se auto-organize. Deje muy claro el qué y dé la libertad del cómo, dentro de un marco común de trabajo.
Respeto: Con la pandemia, empresas como el banco ING en España, implementó políticas tales como horarios de reuniones (entre 10 am y 4pm), no pueden durar más de 45 minutos y deben tener un objetivo predeterminado. Para garantizar la desconexión digital, establecieron un horario restringido de correos y llamadas. Su objetivo: que se pueda conciliar la vida personal, objetivos profesionales y trabajo de equipo. Esto apunta a un modelo de libertad y responsabilidad y sobre todo de mucho respeto. Lamentablemente cada vez más escucho personas, que dicen que “al estar en casa se espera que responda a cualquier hora y me da miedo no hacerlo por temor a que me despidan”
Habrá personas que no respondan bien a estos principios, que no cumplan con sus objetivos o que abusen, pero me atrevo a decir que son los menos y debemos abordar estas excepciones. Pero,¿por qué partir de la desconfianza para todos, en lugar de la confianza? El teletrabajo puede ser un gran motivador si se maneja bien, pero debe haber un cambio de mentalidad tanto de colaboradores como de líderes, para evitar el burnout y sobretodo que trabajemos felices y realizados, y no por miedo.