Las encuestas digitales pueden lograr que su equipo se alinee con una estrategia
Cuando los equipos directivos no están en sincronía con una estrategia, a veces se debe a que algunos no están de acuerdo con esta, pero dudan decirlo en voz alta (en particular si el jefe está presente). Por ejemplo, tal vez apoyen una iniciativa en la reunión de planeación, pero encuentren razones para no comprometer recursos más tarde. Una solución para este desajuste es una encuesta digital anónima y en tiempo real. La próxima vez que su equipo directivo discuta una medida estratégica, no les pregunte si están de acuerdo. En cambio, diríjalos a una plataforma de encuestas donde puedan votar sobre la iniciativa desde sus teléfonos inteligentes o computadoras portátiles. Si el tema de la junta es, digamos, una innovación de crecimiento, pida a todos que voten sobre el porcentaje de ganancias que debería invertir la firma. Después de que se emitan los votos, exhiba los datos al grupo; también puede pedir a los empleados que expliquen su razonamiento. Recuerde, la meta no es eliminar las discrepancias, sino sacarlas a la superficie para que el equipo pueda tener una discusión más rica y productiva.
Adaptado de “A Simple Way to Get Your Leadership Team Aligned on Strategy”, de Scott D. Anthony y Bernard C. Kümmerli.
Si los empleados pierden motivación, descubra las razones
Cuando uno de sus empleados comience a verse desmotivado, debería hacer el intento por averiguar por qué está sucediendo. Será mucho más sencillo ayudar a la persona una vez que sepa cuál es la razón de su falta de motivación. Hable con la persona sobre lo que percibe; deje claro que su intención es comprender su perspectiva, no regañarla. Tal vez el empleado diga que no cree que el trabajo se conecte con sus valores. En ese caso, intente trazar relaciones entre lo que hace y lo que le interesa. O la persona tal vez te diga que no cree tener las habilidades que requiere el trabajo. Responda dándole confianza: destaque los momentos en que ha superado desafíos en el pasado, y considere dividir sus tareas en segmentos más pequeños y manejables. O el empleado tal vez diga que no está seguro de por qué tiene dificultades. Anímelo a pensar con detenimiento sobre la causa de su desánimo. Después de identificar el problema, haga una lluvia de ideas relacionada con posibles soluciones y platiquen sobre cómo puede enfrentar la situación de una forma más productiva.
Adaptado de “4 Reasons Good Employees Lose Their Motivation”, de Richard E. Clark y Bror Saxberg.
Cuando dirija empleados de distintas culturas, tal vez deba cambiar su estilo
Muchos directores trabajan con empleados cuyos antecedentes o culturas son distintos a los suyos. Bajo ciertas circunstancias, la estrategia de liderazgo a la que está acostumbrado puede ser ineficaz o incluso ofensiva. Por esta razón, es importante que cree una fluidez cultural: una comprensión sobre las variaciones de las normas y expectativas en las diferentes culturas. Piense en la influencia de su experiencia y su identidad personal en su estilo actual. ¿En qué situaciones su estilo podría no ser el adecuado y para quiénes? Trabajar con un asesor o realizar una evaluación de su competencia cultural puede ser de ayuda para identificar puntos ciegos y descubrir cómo abordarlos. Cuando trabaje con empleados de distintas culturas, analice con cuidado qué puntos de su estrategia usual debería ajustar. Considere lo siguiente: ¿Cómo saludará a sus empleados? ¿Cómo manejará las juntas de trabajo? ¿Cómo obtendrá las contribuciones de su equipo? ¿Cómo demostrará respeto? Cuando encuentre algo que no entienda, pregunta en vez de suponer. Además, siempre debe estar dispuesto a ajustar su estilo de liderazgo; nunca suponga que las otras personas se ajustarán a usted.
Adaptado de “3 Ways to Improve Your Cultural Fluency”, de Jane Hyun y Doug Conant.
Tres cosas que debe hacer antes de realizar un experimento empresarial
Los experimentos son un mecanismo genial para poner a prueba sus suposiciones y tomar decisiones inteligentes, ya sea que vaya a lanzar un producto u optimizar una campaña de mercadotecnia. No obstante, sin un plan de ejecución bien analizado, tal vez no aprenda nada en verdad útil. Antes de invertir en un experimento, asegúrese de tener tres ingredientes básicos. Primero, debe ser capaz de recolectar los datos necesarios para responder la pregunta subyacente del experimento. Por ejemplo, si no puede medir la atribución de una publicidad digital a una venta, no puede realizar un experimento para descubrir qué anuncios son eficaces. Segundo, involucre a un experto en estadística que tenga el conocimiento para diseñar el experimento y las habilidades comunicativas para explicar los resultados a las partes interesadas. Los directivos deben comprender sus hallazgos para poder actuar con base en ellos. Tercero, haga una prueba del experimento en un ambiente de bajo riesgo. Si tu meta es enviar una encuesta por correo electrónico a los clientes, primero mándela a un grupo grande de colegas. Esto garantizará que el experimento esté bien armado y que recabe los datos que necesita.
Adaptado de “8 Things to Do Before You Run a Business Experiment”, de Linnea Gandhi y Erik Johnson.
Exprese su filosofía personal y viva conforme a ella
Preocuparse por lo que piensan los demás de nosotros puede paralizarnos. Dejamos de correr riesgos. Nos vamos por lo seguro. Además, nuestras carreras lo sufren mucho. Una manera de combatir estas ansiedades es desarrollar una filosofía personal, una frase o una oración que exprese el sentido de quién es. Considere las siguientes preguntas: ¿Qué valores motivan sus acciones? ¿Quién tiene atributos que se alineen con los suyos y cuáles son? ¿Qué le hace sentir que su rendimiento es el mejor? ¿Cómo quiere vivir su vida? Escriba las respuestas y analice qué tienen en común. Utilice las palabras que más llamen la atención para encontrar su filosofía personal. Después comprométase a vivir conforme a ella. Cuando algo en el trabajo empiece a mermar su confianza, deje que su filosofía recuerde qué es importante para usted y por qué hace lo que hace. No haga caso a las opiniones de los demás y concéntrese en las cosas que en verdad importan.
Adaptado de “How to Stop Worrying About What Other People Think of You”, de Michael Gervais.