Cómo recuperarse cuando no consigue su trabajo soñado
Es normal que se ilusiones con un trabajo que parece perfecto y que se sienta derrotado cuando no lo obtiene. Es natural tomar un momento para lamentarse. Sin embargo, una de las mejores maneras de superar la decepción es tomar medidas. Empiece por poner el rechazo en contexto. Recuerde algunas decepciones anteriores —todos las tenemos— y reflexione sobre cómo le abrieron otras puertas. Luego, canaliza su frustración hacia la motivación. Por ejemplo, si no le eligieron porque le faltaban ciertas habilidades o experiencia, aprenda ese lenguaje informático u obtenga esa certificación que necesita. También puede pensar en diferentes maneras de alcanzar sus metas. ¿Hay algún competidor que tenga vacantes en puestos similares? ¿Existen posiciones parecidas que puedan funcionar? Además, asegúrese de permanecer en el radar de la empresa. Únase a sus listas de correo o active una notificación informativa para que se entere de los eventos de la compañía o de otros puestos vacantes. Finalmente, deje claro a su contacto que sigue interesado en su empresa. Nunca sabe cuándo pueda abrirse otra vacante.
Este consejo fue adaptado de “You Didn’t Land Your Dream Job. Now What?”, de Dorie Clark.
Dirija una junta eficaz que solucione problemas
No hay nada peor que reunir a un grupo de personas inteligentes para solucionar un problema y que la discusión termine en un caos. Esto suele suceder cuando las personas están en diferentes fases del proceso de resolución del problema. Para lograr que todos estén en sintonía, asuma un enfoque metódico y supere un paso a la vez. Primero, haga la siguiente pregunta: ¿el equipo entiende genuinamente el problema que está intentando resolver? Si no puede expresarlo con claridad, redacte un planteamiento conciso del problema. Si el equipo entiende el problema, pero no ha propuesto una serie de posibles soluciones, concéntrese en generar la mayor cantidad posible de buenas opciones. Si ya tiene soluciones, evalúe sus fortalezas y debilidades, y formule una lista de pros y contras. Luego, puede usar ese tiempo para realizar la tarea usualmente difícil de escoger una solución, y asegúrese de que la decisión final quede por escrito. Una vez que se ha elegido la solución, la última fase es desarrollar un plan de ejecución. Si bien superar solo una etapa del proceso a la vez puede sentirse poco satisfactorio al principio, este enfoque metódico con frecuencia ayudará al equipo a dar un gran salto hacia adelante, algunas veces incluso hacia el final del ciclo de resolución de problemas.
Este consejo fue adaptado de “Why Groups Struggle to Solve Problems Together”, de Al Pittampalli.
Llame la atención de la alta gerencia
¿Qué hacer cuando está listo para un nuevo desafío, pero no está obteniendo las oportunidades que quiere y no quiere pasar por encima de su superior? Su primera jugada debe ser demostrar su compromiso con la empresa. Diga a su jefe que está interesado en encargarse de proyectos especiales que ayuden a la compañía a conseguir sus objetivos y den la oportunidad de ampliar sus horizontes. Otra opción es buscar oportunidades de colaboración por toda la organización. Cuando establezca vínculos, expanda su red de aliados y aumente su visibilidad e influencia. No tema solicitar una oportunidad directamente. Si bien no es recomendable presionar demasiado, mostrar iniciativa es usualmente visto como algo positivo. Explique por qué cree que su contribución es valiosa, así como lo que obtendría de esa oportunidad. En definitiva, la gerencia querrá ponerle en el lugar donde pueda rendir al máximo. A veces toca identificar ese lugar y solicitarlo.
Este consejo fue adaptado de “How to Get Noticed by Your Boss’s Boss”, de Melissa Raffoni.
Lidiar con un autopromotor desvergonzado
Todo buen gerente quiere un equipo con miembros que sean inteligentes, habilidosos y ambiciosos. Pero ¿qué pasa cuando uno de sus empleados invierte demasiado tiempo promoviéndose ante los altos dirigentes o asume todo el mérito del trabajo de su equipo? No es bueno que parezca inseguro, pero necesita que esa persona ponga al equipo por encima de su propia agenda. Primero, sea objetiva. ¿Su autopromoción está obstaculizando su desempeño? Si eso la está distrayendo de su trabajo cotidiano, recuerde cuáles son sus responsabilidades. Segundo, gestione su propia inseguridad. No sea vengativa ni autocrítica. Tercero, sea consecuente con sus comentarios. Deje claro qué actividades de autopromoción son aceptables y no haga excepciones ni trate diferente a algunos empleados. Cuarto, no caiga en la trampa de competir con su empleado. La competencia que surge de una intención compartida y positiva puede ser constructiva, pero cuando está basada en la ansiedad, podría terminar saboteando a su empleado y a usted misma. Finalmente, considere si hay algo que pueda aprender del empleado. Pedirle a esa persona que comparta secretos puede ser incómodo, pero también puede generar confianza y ayudar a mantener su liderazgo.
Este consejo fue adaptado de “What to Do If Your Employee Starts to Outshine You”, de Nihar Chhaya.
Evalúe los riesgos cuando elija su primer empleo
Elegir su primer empleo puede ser abrumador, sobre todo en una economía inestable. ¿Debe aspirar a un trabajo que sea seguro, por ejemplo, en una empresa estrella, o a uno que sea un poco más riesgoso, pero con una ventaja superior, como una empresa emergente prometedora? Es importante evaluar los riesgos. Trabajar en una empresa estrella puede sentirse más estable, pero a menudo tendrás que lidiar con burocracia y política. También podría ser más difícil obtener reconocimiento, ser emprendedor y avanzar dentro de la compañía. Optar por una empresa emergente es ventajoso si estamos hablando del próximo Google, pero la mayoría de las empresas emergentes suelen fracasar. Aun así, en una empresa más pequeña, es más probable que esté menos enfrascado en una función determinada y que tenga más responsabilidades y la oportunidad de aprender nuevas habilidades. Otra opción es optar por una compañía mediana que tenga más oportunidades que ofrecerle a una persona joven y ambiciosa con pocas referencias. La mejor opción dependerá de su tolerancia al riesgo, su necesidad de ingresos y lo que pueda obtener. Por último, recuerde: lo más probable es que este primer empleo no sea el último.
Este consejo fue adaptado de “How to Weigh the Risks When Choosing Your First Job”, de Allison Schrager.