La exigencia pública de una rápida transición a una economía de cero carbón está creciendo. Sin embargo, las protestas globales no son suficientes para crear cambios. Las compañías necesitan actuar. Más allá de las serias amenazas que la actual crisis implica para nuestro planeta, las organizaciones cada vez más están observando los riesgos financieros que plantea para sus negocios.
Tan solo este mes, el regulador financiero de los Estados Unidos, Rostin Behnam, vinculó los riesgos financieros del cambio climático con aquellos ocasionados por el colapso hipotecario que llevó a la crisis financiera del 2008. Además, a principios de año, AT&T —que ya ha perdido $847 millones de dólares debido a desastres climáticos— anunció que le estarán pagando al Department of Energy de los Estados Unidos para que registre eventos relacionados con el clima que podrían dañar su infraestructura en los próximos años.
Las empresas que incorporan en sus estrategias la reducción del carbón no sólo reducirán esta clase de riesgos, sino que también observarán beneficios significativos: incremento en la innovación, la competitividad, el manejo de riesgos y el crecimiento.
Más de 900 compañías globales que representan más de $17,6 billones en capitalización de mercado ya se están asegurando de que sus estrategias empresariales incluyan la reducción de emisiones a través de la campaña We Mean Business de Take Action. (We Mean Business es una coalición sin fines de lucro de la que soy CEO.) Esta incluye a más de 560 compañías que se han comprometido a definir objetivos de reducción de emisiones con base científica, y más de 175 que se han comprometido a cambiar a un 100% de electricidad de fuentes renovables. Además las firmas están comenzando a usar su influencia para acelerar una transición a nivel de toda la economía al respaldar políticas climáticas que buscan emisiones netas de cero para el 2050.
Su organización también tiene una responsabilidad de volverse parte de la solución. No hacerlo impactará en su habilidad para atraer talentos, manejar riesgos e innovar. A continuación, algunos pasos críticos que puede dar para preparar a su empresa para un futuro de cero carbón.
1 Alinee su compañía con los acuerdos de París: El reporte del año pasado del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de Naciones Unidas destaca la importancia de esforzarse por emisiones netas de cero para mantener el cambio climático por debajo de los dos grados centígrados, el límite establecido en los acuerdos de París.
Los objetivos basados en ciencia para la reducción de gases de efecto invernadero son el estándar de oro para las compañías que buscan definir metas en sus operaciones directas y cadenas de valor. Estos objetivos deberían ser la meta final para todas las compañías.
2 Unirse a una iniciativa transformadora: Sin lugar a dudas, comprometerse a lograr emisiones netas de cero para el 2050 es una meta ambiciosa. Hay muchas iniciativas a las que las compañías pueden recurrir en busca de apoyo.
La iniciativa global EP100 del Climate Group es un punto de inicio. Reúne a un creciente grupo de compañías comprometidas a usar la energía de manera más productiva, con el objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y acelerar una economía limpia. Como parte de la iniciativa EP100, las compañías pueden comprometerse a duplicar la productividad energética y a edificios de energía cero.
3 Comprométase al 100%: Comprometerse a hacer algo completamente enviará una poderosa señal a las partes interesadas. Si se compromete a cambiar un 100% de su consumo energético a fuentes renovables, en lugar de un 20% o incluso un 50%, su objetivo estará claro para todos.
4 Revise sus grupos industriales: Los grupos industriales protegen los intereses estratégicos de las compañías y están basados en líneas de negocio comunes. Si su empresa es miembro de un grupo que no está atendiendo la crisis climática, toda la industria tendrá dificultades para alcanzar emisiones netas de cero. No deje que posiciones argumentales anticuadas detengan a su compañía.
Las empresas deberían revisar su membrecía en grupos industriales y asegurarse de que sus metas de acción climática estén alineadas. Si no lo están, use la influencia de su compañía para ayudar a cambiar la posición del grupo, o abandónelo para demostrarle a quienes hacen políticas cuál es su postura. No será el único en hacerlo.
5 Sea inteligente en cuanto a la gobernanza climática: Sus planes para atender el cambio climático sólo funcionarán si la compañía tiene la gobernanza para respaldarlos. Esto incluye equipar a los miembros de la junta directiva con el conocimiento y habilidades que los ayudarán a reconocer los riesgos y oportunidades planteados por la crisis climática.
Si, por ejemplo, usted dirige una compañía global de alimentos, pregunte: ¿Tenemos en la junta directiva pericia respecto al cambio social que se aleja de la carne, y están nuestras empresas corporativas alineadas con este cambio? ¿podemos explicarle a empleados y consumidores cómo nuestro modelo de negocios está evolucionando para proteger a la naturaleza?
6 Hable en apoyo de la política climática: Su compañía puede inspirar a los legisladores para crear políticas climáticas más ambiciosas a través del diálogo cara a cara. Esto fue efectivo durante las negociaciones de los acuerdos de París en el 2015, cuando los representantes de organizaciones líderes se sentaron con los responsables de políticas públicas y hablaron abiertamente acerca de los desafíos que diferentes políticas implicarían para sus negocios.
En Japón, 93 empresas recientemente le solicitaron al gobierno nacional que incluya una meta doméstica de emisiones netas de cero para el 2050. Desde entonces, el gabinete de Japón ha delineado una estrategia de reducción de emisiones que busca hacer que la economía alcance la “neutralidad de carbono”.
7 Comunique su propósito: Entre más las empresas comuniquen sus esfuerzos para adaptarse al cambio climático, más visibles serán ante los responsables de políticas públicas, consumidores y empleados. Poner este ejemplo puede ayudar a darle a esas personas la confianza que necesitan para actuar.
Hacer que sus esfuerzos sean visibles para el público también ayudará a su compañía a atraer y retener nuevas generaciones de talento. Cerca del 75% de los millennials esperan que los empleadores atiendan la crisis del clima, e investigaciones recientes sugieren que la Generación Z tiene una postura igualmente sólida en temas climáticos.