Dos enormes preocupaciones tienen los empresarios y gerentes en este momento: ¿Cómo atender las necesidades de flujo de caja para la operación? ¿Qué va a ocurrir con la crisis actual, con el fin de programar acciones en la empresa?
De la segunda, no tengo una respuesta, de hecho, nadie la tiene. Lo que sí es posible hacer, desde ya, es tomar acciones y decisiones. Estas deben estar vinculadas a aquellas actividades que generan poco valor a la empresa y potenciar –o innovar—en aquellas en que hay oportunidades en el corto y mediano plazo.
De la primera, el manejo de flujo de caja, sí hay mucho qué decir. El margen de tesorería al que se está acostumbrado se debe ajustar, hay que acudir a los bancos a conversar para reestructurar pasivos o negociar líneas de crédito (y aquí, pesará mucho, claro, el historial de la empresa, su negocio y las acciones y decisiones tomadas).
Es fundamental que se hagan pronósticos y escenarios para el flujo de efectivo y vigilar día a día cuál de todos se cumple. El trabajo del departamento contable y financiero considera, además de las renegociaciones bancarias, la revisión de los registros contables, la valoración tributaria con los asesores legales respectivos, la optimización del capital de trabajo y el continuo trabajo de proyección de flujos de efectivo con los distintos escenarios.
Adicionalmente, y muy importante, hay que conformar un equipo de trabajo que impulse proyectos que generen ingresos de corto plazo. Estos equipos, sin duda, tendrán que trabajar con los proveedores, evaluar el comportamiento y tendencias de los clientes, analizar el fortalecimiento, reactivación y surgimiento de nuevos proyectos y la cadena productiva vinculada para trabajar en cada uno de los eslabones.
El mensaje al proveedor debe ser: “qué hacemos juntos para seguir haciendo negocios” y descartar “dejaremos de comprarle”. El mensaje al cliente es: “estamos con ustedes”.
Los líderes estarán ahí, con el departamento contable y financiero, con las áreas de negocio, mercadeo, ventas y servicio al cliente, evaluando riesgos y oportunidades. Por doloroso que sea, habrá que dejar de hacer cosas; hay que sacar lo mejor del talento de nuestra gente y aceptar el desarrollo de cosas que en otras circunstancias pasadas no hubiéramos permitido.
El flujo de caja lo cuidamos todos.