El Banco Central Europeo (BCE) recortó, este jueves 6 de junio, sus tasas por primera vez desde 2019, aunque aumentó sus proyecciones de inflación y advirtió que los próximos meses serán “agitados” y de poca visibilidad en materia de alza de precios.
La institución con sede en Fráncfort redujo su tasa de depósitos en un cuarto de punto porcentual, hasta 3,75%.
El BCE inició a mediados de 2022 un ciclo de alzas sin precedentes de las tasas en la zona euro para contener el aumento descontrolado de los precios, en particular de la energía y los alimentos.
Una política que logró reducir lentamente la inflación hasta acercarla a la meta oficial del 2%.
El recorte del jueves, el primero desde septiembre de 2019, proporcionará un nuevo impulso a la asediada economía de la Eurozona, formada por 20 de los 27 países de la Unión Europea.
La política del BCE difiere de la de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), que también ha subido las tasas de manera continuada pero que por el momento no prevé recortes en los próximos meses, tras datos económicos mejores de los esperados.
Tras el recorte de este jueves, las expectativas están ahora puestas en los próximos pasos.
Los últimos datos de inflación y crecimiento de los países del euro son mejores de lo esperado, aunque en la actualización publicada este jueves, se prevé una inflación de 2,5% este año, en vez del 2,3% pronosticado anteriormente, y de 2,2% en 2025, frente al 2,0% anterior.
El BCE reconoció una mejora en la inflación, pero advirtió en un comunicado que "las presiones inflacionistas internas siguen siendo intensas debido al elevado crecimiento de los salarios y es probable que la inflación continúe por encima del objetivo hasta bien avanzado el próximo año".
Incertidumbre
Es por eso poco probable que el recorte de tasas de este jueves inaugure un ciclo de flexibilización monetaria.
La presidenta del BCE, Christine Lagarde, aseguró que la velocidad y duración de los futuros recortes son aún "muy inciertos"
"Es un proceso en curso (...), lo que es incierto es la velocidad a la que iremos y el tiempo que tomará", declaró Lagarde en una conferencia de prensa, añadiendo que "los próximos meses seguirán siendo agitados", en una tácita invitación a la prudencia.
Según el economista Carsten Brzeski, de ING, , "la inflación estancada limitará el margen para recortes adicionales de tasas".
A pesar de la desaceleración de la inflación, que a finales de 2022 llegó al 10%, comprimir los precios hasta llevarlos a la meta del BCE está resultando difícil.
La inflación en los 20 países del euro subió en mayo más rápido de lo esperado, hasta el 2,6% interanual, frente al 2,4%de abril.
En paralelo, la economía de la eurozona también se expandió más rápido de lo esperado en el primer trimestre y salió de la recesión, aunque sigue mostrando un crecimiento lento comparado con Estados Unidos.
Los analistas creen que son escasas las posibilidades de otro recorte en la próxima reunión del BCE.