La promesa de Israel de responder al ataque con misiles de Irán tiene a los diplomáticos buscando todas las formas posibles para evitar una guerra regional a gran escala.
AFP habló con cinco expertos sobre los cálculos de Irán, las opciones de Israel y los temores de una escalada.
¿Por qué Irán ordenó un ataque con misiles?
Se considera que la República Islámica ha sufrido una serie de humillaciones por parte de Israel el último año que han echado por tierra su estrategia de construir aliados en Oriente Medio.
Una alianza respaldada por Irán conocida como “eje de la resistencia” incluye al grupo palestino Hamás, el Hezbolá libanés, a los rebeldes hutíes de Yemen y otros grupos chiítas armados en Irak y Siria.
Israel lleva adelante una ofensiva en Gaza desde octubre del año pasado, cuando Hamás lanzó un ataque sin precedentes. El líder político del grupo, Ismail Haniyeh, fue asesinado en Teherán en julio.
En Líbano, la explosión de bíperes y ataques aéreos han debilitado gravemente a Hezbolá, cuyo líder, Hasán Nasralá, murió la semana pasada en un ataque con un misil israelí en Beirut, junto con un general iraní.
Tras un ataque israelí contra el consulado de Irán en la capital siria, Damasco, en abril, Teherán respondió por primera vez disparando 300 misiles y drones contra el Estado hebreo, que fueron interceptados casi en su totalidad.
El ataque del martes incluyó otros 200 misiles, igualmente con poco impacto militar. Fueron disparos en gran medida “simbólicos”, apunta el especialista en inteligencia militar estadounidense K. Campbell, con una larga trayectoria de trabajo sobre Irán.
“Todos los sistemas de defensa aérea tienen un punto de saturación, e Irán parece haberse mantenido deliberadamente por debajo del punto de saturación de la defensa aérea israelí”, dijo Campbell a la AFP.
“No creo que Irán quiera una gran guerra regional”, dijo Jon Alterman, un experto en Oriente Medio del Center for Strategic and International Studies, un grupo de expertos con sede en Washington.
¿Cómo podría reaccionar Israel?
James Demmin-De Lise, analista político y autor de un libro sobre Israel y el antisemitismo, cree que Israel intentará aprovechar su ventaja.
“Irán está ahora totalmente debilitado, ya que sus aliados han sido diezmados”, dijo el analista, que pronostica un “cambio de poder bastante dramático” y afirma que Israel probablemente tenga en la mira un cambio de régimen en Teherán.
Una fuente diplomática europea de alto rango, hablando bajo condición de anonimato, dijo que había temores reales de una “extensión del conflicto”.
El equipo del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, “está un poco eufórico, pensando ‘tenemos a Nasralá, vamos a cambiar Oriente Medio’”, dijo la fuente.
El ex primer ministro israelí Naftali Bennett defendió el miércoles un ataque militar más enfocado contra las instalaciones nucleares de Irán.
Pero Israel ya está luchando en dos frentes: Gaza, donde han muerto más de 41.000 palestinos, según el Ministerio de Salud de Hamás, y el sur del Líbano, donde las tropas lanzaron una operación terrestre contra Hezbolá el lunes.
¿Se arriesgaría a provocar una tercera guerra?
“Israel ha tenido muchos éxitos en las últimas dos semanas, que no querría poner en peligro”, dijo Alterman, del Center for Strategic and International Studies.
Sostiene que Israel tendría que elegir entre “dos instintos: asegurarse una victoria o redoblar la apuesta por una estrategia que ha estado dando resultados”.
¿Qué salidas hay?
El Consejo de Seguridad de la ONU tiene previsto celebrar una reunión de emergencia el miércoles sobre Oriente Medio, pero el organismo internacional es visto como ineficaz y dividido.
Aunque el único país extranjero con capacidad potencial de incidir sobre Israel es Estados Unidos, el gobierno del presidente Joe Biden ha demostrado tener una influencia limitada.
El día después del asesinato de Nasralá, Biden reiteró el apoyo de Estados Unidos al “derecho de Israel a defenderse contra Hezbolá, Hamás, los hutíes y cualquier otro grupo terrorista respaldado por Irán”.
Pero no ha tenido éxito en su presión por un alto el fuego en Gaza ni en su postura contra una ofensiva terrestre israelí en Líbano.
“Lo más probable es que el presidente Biden intervenga para negociar, pero dudo que tenga mucha influencia”, dijo el analista político israelí Jordan Barkin.
Estados Unidos tampoco tiene relaciones directas con Irán, por lo que cualquier jugada diplomática para desactivar las tensiones requeriría de la participación de Europa o Oriente Medio.
“Todo dependerá de la reacción israelí y de los consejos y los esfuerzos del gobierno estadounidense, que en este momento no tiene ningún interés en involucrarse en una guerra regional”, dijo Hasni Abidi, director del Centro de Estudios e Investigación sobre el mundo árabe y mediterráneo (CERMAM), con sede en Ginebra.