El primer despegue de la historia desde la fase oculta de la Luna esta semana demostró los grandes progresos de China en materia espacial y el país espera que su sector privado rivalice con empresas como la estadounidense SpaceX, fundada por Elon Musk.
Las compañías espaciales chinas van rezagadas respecto a las norteamericanas, particularmente SpaceX, que logró que su cohete Starship, destinado a viajes a la Luna y Marte, amerizara por primera vez el jueves.
Pero la distancia entre los competidores se reduce, dado que el gobierno chino ha empezado a apoyar al sector privado, lo cual permite reforzar las capacidades de la potencia asiática, declararon expertos a la AFP.
"En cinco años, es probable que SpaceX sienta la presión", asegura Chen Lan, especialista en el programa espacial chino.
Lo ocurrido en el mercado de vehículos eléctricos “podría reproducirse” en el espacio, añade, refiriéndose a las ventas del grupo chino BYD, que en el último trimestre de 2023 superaron a las del fabricante de automóviles Tesla, también fundada por Elon Musk.
China abrió su sector espacial al capital privado a finales de 2014 y, desde entonces, cientos de empresas han visto la luz.
El lanzador "Ceres-1", diseñado por la empresa china Galactic Energy, colocó el jueves tres satélites en órbita y China tiene programados decenas de lanzamientos este año.
"El sector espacial privado chino es de una dimensión impresionante", explica Blaine Curcio, fundador de la consultora Orbital Gateaway Consulting.
SpaceX se mantiene "al frente" del sector, pero "las compañías chinas van por delante si las comparamos con la quinta o la décima" del sector en cualquiera de los dos países, añade.
13.000 satélites
Los programas espaciales del Estado chino realizaron vuelos tripulados, construyeron una estación espacial y llevaron astromóviles (vehículos espaciales llamados róver en inglés) a la Luna y a Marte, donde prevén enviar misiones tripuladas hacia 2030 y 2033, respectivamente.
La sonda china Chang’e-6 emprendió el martes el regreso a la Tierra con muestras tomadas del lado oculto de la Luna, marcando un hito en la exploración espacial.
El sector privado chino se especializa por su lado, de momento, en el lanzamiento de satélites y de vehículos espaciales en el marco de programas de menor costo.
Sin embargo, sus capacidades de lanzamiento serán de gran importancia para cumplir con el objetivo gubernamental de establecer megaconstelaciones de satélites, destacó en abril la cadena de televisión pública CCTV.
Dos redes de este tipo están en desarrollo actualmente: Guowang, que estará compuesta por 13.000 satélites, y G60, de 12.000 satélites.
Con todo, a día de hoy solo hay unos centenares de satélites chinos en órbita.
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Según CCTV, la rapidez de desarrollo es crucial, dado que los proyectos espaciales chinos se enfrentan a la intensa competencia de otros países y a las limitaciones del número de artefactos espaciales en órbita y de las frecuencias disponibles.
La cadena de televisión nacional nombró varias veces a SpaceX como ejemplo. Sus cohetes Falcon 9 son utilizados por la Nasa y su constelación de satélites Starlink cubre decenas de países.
El espacio se ha convertido en un campo de batalla entre China y Estados Unidos, que se acusan mutuamente de ocultar los objetivos militares de sus respectivos programas.
Un antiguo responsable del mando militar espacial estadounidense declaró recientemente que la próxima década será “la más crucial” en términos de competición espacial con China.
"No podemos permitirnos la derrota", añadió.
“Industria estratégica emergente”
En China, el Estado y las empresas privadas mantienen "lazos estrechos", dado que muchas de éstas fueron fundadas por exempleados de compañías públicas o de institutos gubernamentales, explica Blaine Curcio.
Las relaciones no fueron siempre fáciles, "ya que el gobierno es reacio a abandonar cualquier monopolio" y "las empresas tienen menos capacidad de maniobra", añade.
Pero en diciembre los altos cargos gubernamentales chinos describieron el sector espacial privado como una “industria estratégica emergente”, que debe ser “fomentada”.
Empresas privadas chinas realizaron 26 lanzamientos en 2023, según medios oficiales.
Entre ellos, el de la lanzadera Zhuque-2, diseñada por la empresa privada LandSpace, primer cohete propulsado con metano, una técnica que permite reducir costos.
“La próxima gran etapa será diseñar un cohete similar al Falcon 9 de SpaceX y dominar la técnica de reutilización del primer módulo” del lanzador, afirma Chen que ve probable que varias empresas chinas alcancen esos objetivos en 2024.
Además, se espera que el sector privado realice 30 de los 100 lanzamientos planeados por China este año.
Como punto de comparación, SpaceX realizó 98 de los 109 lanzamientos estadounidenses el año pasado, según el astrofísico Jonathan McDowell.
Pero, según Chen, la situación podría ser "totalmente diferente" dentro de cinco años.