Los ministros de Finanzas del G7 se mostraron este sábado 25 de mayo “decididos a incrementar” las sanciones económicas a Rusia, pero no cerraron ningún acuerdo sobre el uso de activos rusos congelados para ayudar a Ucrania, según un borrador del texto final obtenido por AFP.
Entre las pistas sancionadoras planteadas contra Moscú por la invasión de Ucrania, los ministros de las siete mayores economías industrializadas proponen "seguir apuntando a los ingresos energéticos de Rusia", de acuerdo con el borrador de las reuniones celebradas en Stresa, en el norte de Italia.
Los ministros enfatizaron que su objetivo es "reducir las fuentes de ingresos de Rusia y su capacidad de hacerle la guerra a Ucrania".
En esta localidad a orillas del Lago Mayor, los ministros abordaron otra pista, cómo ayudar financieramente a Ucrania con los intereses generados por los 300.000 millones de euros de activos del Banco Central de Rusia congelados por el G7 y Europa.
En este encuentro no se esperaba una decisión definitiva al respecto, aunque los ministros dieron cuenta de "avances" para que haya un acuerdo en la cumbre de jefes de Estado y de gobierno prevista a mitad de junio en la región italiana de Apulia.
"Estamos avanzando en nuestras conversaciones sobre las posibles maneras de anticipar los beneficios extraordinarios procedentes de los activos soberanos rusos bloqueados, en beneficio de Ucrania, en conformidad con el derecho internacional y nuestros sistemas jurídicos respectivos", apuntan los titulares de Finanzas del Grupo de los Siete.
Dichos activos rusos bloqueados se encuentran sobre todo en la UE, ya que 185.000 millones de euros fueron congelados por Euroclear, un organismo internacional de depósito de fondos con sede en Bélgica.