El expresidente hondureño Porfirio Lobo comparece este miércoles 13 de diciembre ante un tribunal acusado de corrupción durante su gobierno, en una causa que también involucra al exgobernante Juan Orlando Hernández, preso por narcotráfico en Estados Unidos.
Melvin Duarte, portavoz de la Corte Suprema de Justicia, dijo a la AFP que el expresidente Lobo (2010-2014) “comparecerá ante el tribunal de sentencia en la causa que se sigue contra ocho exfuncionarios [...], incluyendo al ciudadano Juan Orlando Hernández”.
La acusación fue presentada el pasado 11 de octubre por la Unidad Fiscal Especializada Contra Redes de Corrupción (Uferco).
Se les acusa a ambos “por fraude y a Hernández también se le imputa lavado de activos de más de 62 millones de lempiras [$2,5 millones]”, informó entonces el Ministerio Público.
Hernández, quien gobernó en dos periodos desde 2014 hasta enero de 2022, está preso en Estados Unidos desde abril del año pasado por tráfico de cocaína y uso de armas de fuego, acusaciones que le pueden significar la reclusión por el resto de su vida.
Duarte explicó que Hernández será sometido a “un procedimiento especial” al “no saberse su suerte” en el juicio que se le sigue en Nueva York y, además, porque goza de inmunidad al ser diputado del Parlamento Centroamericano (Parlacen) desde que dejó el poder.
Lobo (2010-2014) se dedica actualmente a la agricultura en su región natal de Olancho, en el este hondureño.
Junto a los otros seis exfuncionarios, ambos “conformaron entre 2010 y 2013 una red de corrupción que participó en la ampliación y aprobación de los desembolsos de fondos públicos por más de 288 millones de lempiras ($11,6 millones)”, argumentó el MP.
Hernández recibió “desembolsos que se realizaron desde fundaciones [...] para el financiamiento de su campaña política”, explicó.
Lobo, por su parte, autorizó “el traslado de fondos de una secretaría a otra para facilitar los desembolsos a sus fundaciones utilizadas para drenar fondos”, agregó.
“Lo que esperamos es que se haga justicia en ese saqueo de 288 millones [...] que fueron utilizados en su totalidad para la financiación de campañas políticas”, dijo a medios locales el titular de Uferco, Luis Santos.
El flagelo de la corrupción agrava la situación en este país centroamericano de diez millones de habitantes, donde el 74% de sus habitantes vive en la pobreza.