Después de las turbulencias de los últimos años, la economía global se encamina a un “aterrizaje suave” con más crecimiento del esperado (3,1%) y menos inflación este año, pronosticó este martes 30 de enero el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El organismo predice también un crecimiento económico del 1,9% para la región latinoamericana y el Caribe.
En su actualización de las Perspectivas de la Economía Mundial, la institución financiera aumentó la previsión de crecimiento mundial para 2024, que pasa del 2,9% anticipado en octubre a 3,1%. Para 2025 se mantiene invariable en 3,2%.
Esta expansión se debe "a una resistencia mayor de lo esperado en Estados Unidos y varias grandes economías de mercado emergentes y en desarrollo", y a China, afirma el Fondo.
La economía de Estados Unidos crecerá 2,1%, 0,6 puntos porcentuales (pp) más que lo previsto en octubre, una excelente noticia para el presidente demócrata Joe Biden, quien se presenta a su reelección en noviembre con una campaña centrada en parte en los temas económicos.
La mayor economía mundial parece haber espantado los temores de recesión que la rondaban y terminó 2023 con un crecimiento de 2,5%.
La mejoría también se aprecia en China (4,6% en vez de 4,2%), pese a un clima económico complicado y al riesgo de deflación, en India (6,5%), México (2,7%, +0,6 pp), Brasil (1,7%, +0,2 pp) y Rusia (2,6%).
Pero con un crecimiento bastante inferior a la tendencia observada entre 2000 y 2019, cuando la media era de 3,8% anual, el entusiasmo es comedido.
La zona euro crecerá solo 0,9%, debido a la baja expansión de Alemania (0,5%, -0,4 pp), aunque España parece resistir (+1,5%, -0,2 pp).
"La moderación de la inflación y el crecimiento estable abren el camino a un aterrizaje suave", señala el informe, apelando a una definición que cada vez más repiten los especialistas.
"Hemos tenido al mismo tiempo menos inflación y más crecimiento. Esto demuestra que la política monetaria ha funcionado, pero también (se han dado) otros factores, como la fortaleza del mercado laboral, la relajación observada en las cadenas de suministro y la caída de los precios de la energía y las materias primas", explicó el economista jefe del FMI, Pierre-Olivier Gourinchas, en una rueda de prensa en línea.
El caso de Argentina
Argentina, la tercera economía de América Latina, continuará con la tendencia recesiva del año pasado, tras una recuperación récord poscovid con dos años consecutivos de crecimiento (10,3% en 2021 y 5,4% en 2022), un hecho sin precedentes en 12 años.
Los nubarrones persisten en medio de la vorágine reformista del presidente ultraliberal Javier Milei, que en menos de dos meses en el poder devaluó el peso un 50%, una de las principales medidas recomendadas por el FMI, organismo con el que el país debe saldar un préstamo de $44.000 millones.
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El gobierno también emitió un megadecreto para liberalizar los precios de la economía, comenzando por los de los combustibles, pero es consciente de que las reformas conllevan un periodo de "estanflación", según Milei, es decir una combinación de estancamiento con alta inflación.
Lo cierto es que el pronóstico es mucho peor de lo esperado.
En octubre la institución financiera internacional preveía que la economía argentina crecería 2,8% en 2024, pero ahora da por hecho que el PIB se contraerá 2,8%. Será el único país del G20 en recesión este año.
Inflación desigual
La contracción en Argentina se produce "en el contexto de un importante ajuste político para restablecer la estabilidad macroeconómica", señala el FMI.
A nivel global la lucha contra la inflación parece dar resultado, aunque de forma dispar: bajará a 2,6% este año (0,4 pp menos) en los países ricos, pero seguirá siendo alta en el resto del mundo, con un promedio de 8,1% (0,3 pp más) "principalmente por Argentina", que influye en la media de las economías emergentes y en desarrollo.
El FMI no adelanta una cifra sobre la inflación en el país sudamericano para este año pero espera que aumente "a corto plazo". En 2023, el incremento de precios fue de 211%.
Para 2025 es más optimista y predice para Argentina un crecimiento económico de 5% (1,7 pp más que en octubre).
El riesgo de una desaceleración brusca del crecimiento parece alejarse, pero el FMI ve peligros al acecho, como una subida de los precios de las materias primas por problemas geopolíticos, como los continuos ataques de los rebeldes hutíes contra buques en el mar Rojo, o una subida de las tasas, o un deterioro del sector inmobiliario en China.