La secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen, afirmó este viernes 5 de abril en China que las subvenciones de Pekín a la industria representan “un riesgo para la resiliencia económica mundial” y alertó sobre la “sobrecapacidad” de la producción china.
Yellen llegó el jueves a China para su segunda visita en menos de un año, con paradas previstas primero en la ciudad de Cantón, capital de la provincia de Guangdong, y luego en Pekín.
Yellen estimó que las importantes ayudas chinas a su industria podrían provocar un exceso de bienes e inundar los mercados mundiales, lo que puede crear dificultades para las empresas estadounidenses y de otros países.
"La ayuda directa e indirecta del gobierno está llevando a una capacidad de producción que excede ampliamente la demanda interior de China, así como lo que puede soportar el mercado mundial", advirtió la responsable de finanzas de la administración del presidente Joe Biden ante un grupo de empresarios estadounidenses en Cantón.
"La sobrecapacidad puede llevar a grandes volúmenes de exportaciones a precios reducidos" y a una "sobreconcentración de las cadenas de suministro, poniendo en riesgo la resiliencia económica mundial", añadió.
La secretaria del Tesoro se reunió horas antes con el gobernador de la provincia de Guangdong, la más rica del país y símbolo del poder manufacturero chino. Yellen insistió en que Estados Unidos quiere "una relación económica sana" con China.
Pero advirtió que esto requiere "igualdad de condiciones de competencia para las empresas estadounidenses" y "una comunicación abierta y directa sobre los campos de discrepancia".
En las últimas semanas, Yellen ha alertado sobre los importantes subsidios del gobierno chino a sectores como las energías verdes, los vehículos eléctricos o las baterías de litio.
Un exceso de producción que inunda el mercado mundial ya se ha producido antes en sectores como el acero y el aluminio, recordó la semana pasada Yellen.
La alta funcionaria se reunió igualmente con el vice primer ministro He Lifeng, considerado como una de las figuras más influyentes en la política económica china.
El dirigente chino dijo que se intentará "aportar respuestas apropiadas a las principales preocupaciones en las relaciones económicas entre China y Estados Unidos". "La esperanza es que ambas partes logren nuevos resultados mutuamente beneficiosos", apostilló.
“Proteccionismo”
Hasta ahora, Pekín ha desestimado las inquietudes sobre los efectos de un exceso de producción.
El mes pasado, las autoridades chinas atribuyeron al "proteccionismo" la investigación lanzada por la Unión Europea sobre las subvenciones chinas a los vehículos eléctricos.
La cuestión es importante para el presidente Joe Biden, que quiere impulsar la producción de energía verde en Estados Unidos y convertir esta política en un argumento para las elecciones de noviembre.
"Es probable que la administración [Biden] tome medidas para mostrar su voluntad de actuar de forma preventiva para evitar futuros problemas relacionados con la sobrecapacidad china en vehículos eléctricos", estima Paul Triolo, especialista de China para la consultora estadounidense Albright Stonebridge Group.
Pekín podría "reaccionar negativamente", advirtió el experto.
Pese a estas discrepancias, ambas potencias parecen comprometidas a continuar con la estabilización de sus relaciones después de años con múltiples puntos de fricción comercial, geopolítica y tecnológica.
La primera visita de Yellen hace ocho meses contribuyó a estabilizar esta relación, particularmente mediante la creación de grupos de trabajo bilaterales.
En esta ocasión, la secretaria del Tesoro tiene previsto reunirse también con su homólogo Lan Fo’an y el primer ministro Li Qiang, además del gobernador del banco central, Pan Gongsheng.