El inicio del año 2024 ha sido difícil para la monarquía británica, con el anuncio de los cánceres que padecen el rey Carlos III y la princesa Kate Middleton, esposa de su hijo mayor Guillermo.
En un plazo de mes y medio fueron anunciados los dos cánceres, sin especificar su naturaleza en ambos casos.
LEA MÁS: Coronación en Reino Unido: en el mundo quedan 28 monarquías en 2023, explicamos la razón
17 de enero. Anuncio de la hospitalización de Kate y pocas horas después Carlos
El Palacio de Kensington, que se ocupa de la comunicación de los príncipes de Gales, anuncia que Kate, de 42 años, está hospitalizada en Londres para una “cirugía abdominal planificada”.
El palacio añade que la operación fue un éxito, pero que Kate tendrá que permanecer en el “hospital durante 10 a 14 días” y es poco probable que regrese a sus funciones oficiales hasta Pascua, a finales de marzo.
Ante las preguntas que se plantea la opinión pública, el palacio transmite a la prensa la información de que no se trataba de un cáncer.
Guillermo anuncia que suspenderá sus actividades para estar cerca de su esposa y sus tres hijos.
Unas horas más tarde, el Palacio de Buckingham anuncia que el rey Carlos III, que tiene 75 años y accedió al trono en septiembre de 2022, deberá ser hospitalizado debido a una hipertrofia benigna de próstata.
Esta comunicación sobre la salud del rey, inusual por parte de la monarquía, tenía como objetivo advertir a la población sobre esta patología, muy común entre hombres de cierta edad y generalmente poco grave.
21 de enero. Anuncio de que Sarah Ferguson padece un melanoma
Sarah Ferguson, de 64 años, exesposa del príncipe Andrés, hermano del rey, anuncia que padece un melanoma maligno, un cáncer de piel.
Seis meses antes, en junio de 2023, ya había anunciado que le habían diagnosticado una forma temprana de cáncer de mama.
Sarah todavía vive en Windsor, en una residencia real que comparte con el príncipe Andrés, con quien sigue manteniendo una buena relación, a pesar de su divorcio en 1996.
26 de enero. El rey ingresa en el hospital
Carlos III entra en la prestigiosa London Clínic, donde también se encuentra Kate.
El rey llega a la clínica con su esposa Camila, quien lo visita varias veces durante su hospitalización.
Carlos III saluda a la multitud al salir de la clínica el 29 de enero.
El Palacio de Kensington también anuncia el 29 de enero que Kate ha sido dada de alta en la London Clinic.
5 de febrero. Anuncio del cáncer de Carlos III
El Palacio de Buckingham anuncia que al rey le han descubierto un cáncer durante su operación de próstata y ha iniciado el tratamiento.
El comunicado no especifica la naturaleza de su cáncer. El rey comienza su tratamiento. Desde entonces, Carlos III ha cancelado todos los compromisos públicos, pero continúa desempeñando algunas funciones oficiales, como su reunión semanal con el primer ministro.
La ausencia misteriosa de Kate
En la era de las redes sociales, el silencio sobre los motivos de la operación de Kate y su larga ausencia, genera un cúmulo de especulaciones.
El 27 de febrero, Guillermo cancela a última hora su presencia en una ceremonia en memoria de su padrino, el rey Constantino de Grecia, en el Castillo de Windsor, por "motivos personales".
Esta cancelación alimenta los rumores sobre el estado de salud de Kate. Ante nuevas especulaciones, el Palacio de Kensington asegura que la princesa “está bien” en un comunicado enviado a los medios británicos.
El 10 de marzo, con motivo del día de la madre en Reino Unido, el Palacio Kensington publica una fotografía oficial de Kate sonriendo, rodeada de sus tres hijos, la primera desde su operación a mediados de enero.
Pero Kate tuvo que admitir que la foto fue retocada y pedir disculpas, lo que genera más conjeturas sobre su salud.
22 de marzo. Kate anuncia que tiene cáncer
En un vídeo difundido por la noche, la princesa anuncia que tiene cáncer, sin especificar su naturaleza, y que ha comenzado una quimioterapia.
“Ahora estoy en las primeras etapas de este tratamiento” de quimioterapia, dice Kate, visiblemente cansada.
"Los últimos meses han sido increíblemente difíciles para toda mi familia", afirma la Princesa de Gales.
“Estoy bien. Estoy ganando fuerzas cada día, centrándome en las cosas que me ayudarán a curarme, en mi cabeza, en mi cuerpo y en mi moral”, asegura Kate.