El asesinato a disparos de una joven alcaldesa en Ecuador revivió el fantasma de la violencia política que ha dejado numerosas víctimas, entre ellos un candidato presidencial, en un país bajo el yugo del narcotráfico.
La alcaldesa de la costera localidad de San Vicente (oeste), Brigitte García, fue hallada muerta el domingo junto al director de Comunicación del municipio dentro de un vehículo rentado.
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Enfermera, de 27 años, era la más joven en dirigir una alcaldía ecuatoriana y su homicidio engrosó la lista de una decena de políticos asesinados desde las campañas electorales de 2023.
"Quisiera que me recuerden como una joven que lo que quería siempre era el bienestar para su gente. Que muchos jóvenes sigan mis pasos de involucrarme en la política desde temprana edad", manifestó al diario El Universo en julio, tras asumir el cargo.
Con su muerte, ya son tres los alcaldes asesinados en un año, todos en la misma provincia costera de Manabí, en el centro del Pacífico ecuatoriano y una de las zonas estratégicas para el tráfico de drogas hacia Estados Unidos y Europa.
Según las primeras pesquisas, los pistoleros la atacaron desde el interior del vehículo.
El caso más sonado de violencia política fue el del candidato presidencial centrista Fernando Villavicencio, baleado por sicarios colombianos en agosto del año pasado.
La arremetida de las bandas narco persiste pese a la presión militar ordenada por el gobierno que desde hace casi 90 días mantiene al país bajo estado de excepción.
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Fiscales, periodistas y policías también figuran entre las víctimas de la furia de organizaciones locales ligadas a carteles de México y Colombia.
Es "un riesgo grande (...) ser un funcionario público, sobre todo de elección popular", dijo a la AFP Fernando Carrión, de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) de Quito.
Fin de semana violento
García era oriunda Manabí, cuna de la banda llamada Los Choneros, una de las más grandes de país.
Si bien las autoridades no han revelado la causa del crimen, todo “apunta a que son acciones de crimen organizado y terrorismo urbano”, señaló a la AFP el coronel en retiro Mario Pazmiño, exjefe de inteligencia del Ejército.
Para el analista, la política "se ve afectada" por el narcotráfico que "también tiene intereses" en las esferas del poder.
Al asesinato de la alcaldesa se sumó un ataque el viernes contra una patrulla del ejército en la provincia de Sucumbíos (fronteriza con Colombia). En la emboscada murió un militar y otros tres resultaron heridos. Y en la ciudad andina de Latacunga (centro), la policía evacuó el sábado un estadio donde se disputaba un partido del campeonato profesional de fútbol por una amenaza de bomba que se confirmó más tarde.
"Rechazamos plenamente este ataque contra la democracia ecuatoriana", dijo el lunes el embajador de Estados Unidos, Michael Fitzpatrick, en un acto militar en Latacunga, encabezado por el presidente Daniel Noboa.
El diplomático hizo un llamado "para que se ponga fin a la violencia política y delictiva" y se dijo comprometido "con la seguridad y la justicia duradera de Ecuador".
El narcotráfico ha alcanzado a algunos políticos, jueces y fiscales ecuatorianos, investigados en un entramado de corrupción y mafias.
”No nos amedrentan”
Ante la serie de crímenes de los últimos días, el presidente Noboa mantiene su discurso de mano firme contra las bandas. "Sepan que no nos amedrentan, que estamos unidos para enfrentarlos y vencerlos", afirmó el lunes.
En medio de la ola de violencia, Noboa declaró a la nación en conflicto armado interno y tildó a una veintena de organizaciones narco de "terroristas" y "beligerantes".
Bajo un estado de excepción decretado en enero, el mandatario desplegó a las Fuerzas Armadas en calles y cárceles. Organizaciones de derechos humanos denuncian algunos abusos de uso de la fuerza.
Noboa -el primero en utilizar chaleco antibalas en la campaña- dijo haber recibido "amenazas" contra él y su familia.
"Esta lucha no ha terminado, tan solo ha comenzado, y también nos da una alerta y una clara información de que existe también narcoterrorismo dentro de instituciones públicas", sostuvo el gobernante de 36 años, el más joven de la historia de Ecuador.
Según el gobierno, su ofensiva contra el narco redujo la tasa de homicidios, de 28 diarios durante la primera semana de enero a 11 después de dos semanas. Ecuador era un país tranquilo hasta hace unos años, pero entre 2018 y 2023 el índice de homicidios pasó de 6 al récord de 46 por cada 100.000 habitantes.