Las relaciones entre México y Estados Unidos combinan interdependencia económica con tensiones políticas frecuentes. Los aranceles son una herramienta habitual en la estrategia comercial de Washington, pero su uso también es interpretado como una forma de presión diplomática.
La llegada de Donald Trump nuevamente a la Casa Blanca reactivó este patrón. Las primeras semanas de su administración estuvieron marcadas por declaraciones críticas hacia la migración, el narcotráfico y el comercio con su vecino del sur.
La notificación de una nueva tarifa aduanera del 30% dirigida a México aceleró la reacción del gobierno de Claudia Sheinbaum, que ya mantiene negociaciones con Estados Unidos para contener el impacto.
México calificó este 12 de julio de “injusto” el anuncio del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de imponer aranceles del 30% a los productos de su país vecino.
El anuncio de los gravámenes fue informado a México durante una negociación realizada en Estados Unidos el viernes 11 de julio entre funcionarios de ambos países. “Mencionamos en la mesa que era un trato injusto y que no estábamos de acuerdo”, afirmaron las secretarías de Economía y Relaciones Exteriores en un comunicado conjunto.
“México ya está en negociaciones” para pactar “una alternativa” a los aranceles “que permita proteger empresas y empleos en ambos lados de la frontera”, agregaron las carteras.
El gobierno encabezado por Sheinbaum espera “resolver cualquier posibilidad” de que los impuestos aduaneros entren en vigor el 1 de agosto, tal como lo anunció Trump, añadió el comunicado.
Según el pronunciamiento oficial, la delegación mexicana estuvo integrada por representantes de las secretarías de Economía, Relaciones Exteriores, Hacienda, Seguridad Pública y Energía. La contraparte estadounidense incluyó al Departamento de Estado, Comercio, Energía, el Consejo de Seguridad Nacional y la Oficina del Representante Comercial.
Entre los temas abordados figuraron la migración, el tráfico en frontera, el manejo de recursos hídricos y el comercio bilateral. México afirmó que el encuentro permitió instalar una “mesa de trabajo permanente binacional”, cuya primera tarea será negociar una salida antes del 1° de agosto.
México es uno de los países más vulnerables a los aranceles del mandatario republicano, ya que el 80% de sus exportaciones tienen como destino Estados Unidos, su mayor socio comercial.

Desde que regresó a la Casa Blanca, en enero, Trump ha reprochado a México no hacer lo suficiente para evitar la migración irregular y el tráfico de drogas a través de la frontera común de unos 3.100 kilómetros y esgrime los gravámenes aduaneros como represalia.
“México me ha estado ayudando a asegurar la frontera, PERO lo que México ha hecho no es suficiente”, dijo Trump en la carta dirigida a Sheinbaum para anunciar los aranceles y que difundió este sábado en la red Truth Social. “A partir del 1 de agosto de 2025, cobraremos a México un arancel del 30% a los productos mexicanos que ingresen a Estados Unidos”, añadió.