Los panameños votaron este domingo 5 de mayo en unas elecciones generales agitadas por el controvertido expresidente Ricardo Martinelli, cuyo delfín es favorito para ganar la presidencia de un país agobiado por la corrupción y un sombrío panorama económico y social.
Ocho candidatos disputan el poder, pero los focos apuntan a José Raúl Mulino, candidato del partido Realizando Metas (RM, fundado por Martinelli), que en las encuestas superaba por unos 20 puntos a sus tres rivales inmediatos.
Mulino, un abogado derechista de 64 años, de carácter fuerte y cabello cano, relevó a Martinelli luego de que éste fuera inhabilitado como candidato tras reafirmarse una condena en su contra por lavado de dinero.
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A escasos dos días de la votación, la Corte Suprema de Justicia avaló la candidatura de Mulino, que había sido impugnada por no haber pasado por primarias ni tener vicepresidente en la nómina.
A las 3:00 p.m., hora de Costa Rica, el país vecino cerró las urnas de unas votaciones marcadas por la alta afluencia de electores, lo que hace prever a los analistas una histórica participación.
Los primeros resultados dan la delantera a Mulino, con más del 30%, pero se trata de cifras muy inicial, con menos del 5% de las mesas escrutadas.
El expresidente socialdemócrata Martín Torrijos, hijo del general Omar Torrijos, que negoció con Washington la entrega del canal de Panamá, y los abogados centroderechistas Rómulo Roux y Ricardo Lombana, figuran como fuertes contendientes, de darse una sorpresa.
En los primeros resultados, Roux y Lombana ocupaban el segundo y tercer lugar, respectivamente.
Además de elegir un gobernante para los próximos cinco años en comicios a una sola vuelta, tres millones de los 4,4 millones de panameños están llamados a escoger 71 diputados y los gobiernos locales.
La elección presidencial se decide por mayoría simple, pues en Panamá no existe la segunda ronda.
¿Triunfo de la impunidad?
En un país sin partidos de izquierda, los candidatos con más opciones presentaron planes de gobierno muy parecidos, y esta vez, además de ofrecer empleos a granel y dinamismo económico, prometieron reformas constitucionales para acabar con la corrupción. El presidente Laurentino Cortizo, del socialdemócrata Partido Revolucionario Democrático (PRD), deja el poder abucheado por el escandaloso pago de jugosas becas estatales a políticos y sus familiares.
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Aunque en la calle se oye del hartazgo por la corrupción, resulta paradójico que Martinelli, que ha sido señalado de espionaje telefónico y sobornos de la constructora brasileña Odebrecht, goza de gran popularidad. "Será el triunfo de la impunidad", dijo a la AFP Lina Vega, presidenta de Transparencia Internacional en Panamá, ante la posibilidad real de que Mulino le otorgue un salvaconducto para que viaje a Nicaragua.
Pero muchos panameños añoran el auge económico del gobierno del multimillonario dueño de una cadena de supermercados (2009-2014), impulsado por obras de infraestructura como la ampliación del canal de Panamá y el primer metro de Centroamérica.
El canal y las finanzas
Aunque la economía creció 7,3% en 2023, este año se desacelerará hasta los 2,5% según el FMI, golpeada por la sequía que afecta al canal interoceánico y el cierre de una mina de cobre tras masivas protestas en defensa del ambiente. Amenazando su competitividad, el canal redujo el tráfico de buques por los bajos niveles de agua; mientras que la minera canadiense, que generaba unos 40.000 empleos y un 5% del PIB, empezó un litigio para reclamar $20.000 millones en compensación.
Cortizo deja en herencia un déficit fiscal de 7,4%, una deuda pública de $50.000 millones y un sistema de seguridad social colapsado. “La situación fiscal y económica es muy compleja. Sin embargo, hay una impresionante desconexión y estado de negación de los votantes y de algunos candidatos con la realidad”, opinó el economista Felipe Chapman.
A su juicio, el próximo presidente, que lidiará posiblemente con un parlamento fragmentado, deberá tomar "medidas difíciles para estabilizar las finanzas públicas" y luego enfocarse en un crecimiento económico con progreso social.
Las dos Panamá
En el país con uno de los mayores PIB per cápita de Latinoamérica conviven dos Panamá: el de su capital con rascacielos, lujosos apartamentos y carreteras de avanzada, y el de las comunidades que carecen de agua potable, luz, educación, servicios de salud y hasta de recolección de basura.
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"Panamá sigue siendo uno de los países más desiguales del mundo", según en un informe de abril del Banco Mundial.
Aunque está en su territorio, el drama humanitario de la peligrosa selva del Darién, por donde pasó medio millón de migrantes en 2023, no parece conmover a los panameños ni a los candidatos.
Mulino, con fama de autoritario, prometió “cerrar el Darién”, y sus adversarios no fueron más allá de decir que controlarán la situación.