Un tribunal de Hong Kong ordenó el lunes la liquidación del gigante inmobiliario chino Evergrande, pero la empresa afirmó que seguiría operando, en un caso que se ha convertido en símbolo de los crecientes problemas económicos de China.
Evergrande, con sede en Foshan, en el sur del país, era el mayor promotor inmobiliario de China, con cerca de 70.000 empleados a tiempo completo a finales de 2022. Pero acumuló deudas por valor de más de $300.000 millones y se convirtió en emblema de la crisis inmobiliaria que azota desde hace años a la segunda economía del mundo.
Está sin embargo por ver cómo una decisión tomada en la región semiautónoma china de Hong Kong puede aplicarse en la China continental donde las leyes son diferentes.
Teniendo en cuenta “la obvia ausencia de avances por parte de la empresa a la hora de presentar una propuesta viable de reestructuración (...) considero apropiado que el tribunal emita una orden de liquidación de la empresa y así lo ordeno”, dictaminó la jueza hongkonesa Linda Chan.
En su sentencia escrita, dictada el lunes por la tarde, la jueza aseguró que los intereses de los acreedores estarán "mejor protegidos" si se liquida la empresa y se encarga su gestión a liquidadores independientes.
Se nombró como liquidadores a dos miembros del bufete de abogados Alvarez and Marsal: Edward Middleton y Tiffany Wong.
La dirección del gigante inmobiliario reaccionó asegurando que la decisión del tribunal de Hong Kong no tendrá ningún impacto en sus operaciones en China continental, sin embargo en opinión de los analistas erosiona aún más la confianza de los inversores extranjeros en China.
El director ejecutivo de la empresa, Shawn Sui, calificó de "lamentable" la decisión del tribunal.
En un comunicado, afirmó que la filial hongkonesa de Evergrande es independiente de las operaciones chinas del grupo y que éste “siempre se esforzará al máximo por salvaguardar la estabilidad de sus negocios y operaciones nacionales”.
El acreedor Top Shine Global había presentado el año pasado una solicitud de liquidación de Evergrande, pero el caso se alargó mientras las dos partes intentaban negociar un acuerdo que no desembocó en nada.
Crisis inmobiliaria
Tras la vista judicial, un abogado de los acreedores de Evergrande aseguró a periodistas que la empresa "es la única responsable por la liquidación".
Las acciones de la empresa se desplomaron 20,87% en la bolsa de Hong Kong tras el dictamen de la jueza y tuvo que interrumpirse su cotización en bolsa.
También se detuvo la cotización de la filial de vehículos eléctricos del grupo.
Las autoridasdes chinas vigilan de cerca la quiebra de Evergrande, que registró su primer impago de deuda en 2021 y se ha declarado en quiebra en Estados Unidos, porque el grupo era un pilar de la economía del país.
El sector chino de la construcción y la inmobiliaria representaba alrededor de una cuarta parte del PIB nacional. Durante décadas en China, los propietarios pagaban las nuevas viviendas antes de que fuesen construidas y los grupos inmobiliarios financiaban fácilmente sus nuevos emplazamientos a crédito.
Pero en los últimos años, el endeudamiento masivo del sector fue considerado por las autoridades como un riesgo importante para la economía y el sistema financiero del país.
Por ello, a partir de 2020, Pekín endureció gradualmente las condiciones en las que los promotores inmobiliarios pueden acceder al crédito, secando las fuentes de financiación de los grupos que ya estaban endeudados.
A finales de junio, Evergrande estimaba sus deudas en $328.000 millones.
Shane Oliver, estratega de la firma de servicios financieros AMP, calificó la decisión judicial del lunes como "un nuevo paso" en la crisis inmobiliaria del gigante asiático.
En su opinión, esta “está lejos de ser resuelta y permanece como un lastre sobre la economía china”.