China “seguramente se reunificará”, declaró este domingo 31 de diciembre el presidente Xi Jinping durante su discurso de Año Nuevo, informaron medios estatales.
"Todos los chinos de ambas costas del estrecho de Taiwán deberían estar unidos por un objetivo común y compartir la gloria del rejuvenecimiento de la nación china", dijo Xi, según la reseña del discurso difundido por la cadena oficial CCTV.
Durante una reunión a mediados de noviembre con el presidente estadounidense, Joe Biden, Xi Jinping ya juzgó "inevitable" la reunificación de Taiwán.
China considera a Taiwán como una provincia que todavía no ha conseguido unir al resto de su territorio desde que terminó la guerra civil, en 1949.
Pekín, que no ha renunciado a conquistar la isla por la fuerza, ejerce una fuerte presión militar y económica sobre Taiwán desde 2016, cuando llegó al poder Tsai Ing-wen, del Partido Democrático Progresista (PDP) que, según Pekín, se empeña en defender la independencia.
Para Taipéi, Pekín aumentó la presión militar en los últimos meses en torno a la isla, antes de las elecciones presidenciales de enero.
Por otro lado, en el plano económico, Xi consideró que la economía china es "más resistente y más dinámica" de lo que era.
Lastrada por una gestión muy cara de la crisis del covid-19, la segunda economía mundial apenas logró repuntar en 2023.
Aún así, según Xi Jinping, la economía del gigante asiático logró dominar la tormenta en el año que está por concluir.
Sin embargo, la tasa de paro entre los jóvenes, que bate récords, la falta de confianza de los consumidores y una crisis de la deuda persistente en el sector inmobiliario, clave, también socavaron el crecimiento.
La actividad manufacturera continuó contrayéndose en diciembre, según datos oficiales publicados el domingo.
Y, pese a algunas señales alentadoras, como el crecimiento del 4,9% del PIB en el tercer trimestre (mejor de lo previsto), Pekín podría tenerlo complicado para lograr su objetivo de crecimiento anual de en torno al 5%, el más modesto en años.