La coordinadora de proyectos de la Asociación ProParques, Cassandra Godoy, cuenta que durante la campaña de donación de plástico que sirvió para la construcción de la pasarela accesible del Parque Nacional Manuel Antonio, topó con un niño que venía todos los días a dejarle tapitas.
El menor, cuenta, “llegaba siempre a dejarnos tapitas a la oficina, era un chiquito como de ocho años y yo siempre me preguntaba qué era lo que le nacía para llegar sin falta a dejarnos las tapitas. Un día le pregunté y me contó que, por un lado, su mamá le había inculcado mucho los valores de protección al ambiente y que, además, tenía un primito en silla de ruedas y quería que él conociera el mar”.
Así fue como a Greivin, el primito, fue parte de la inauguración de la pasarela de Manuel Antonio.
Ese es el tipo de historias que le “llena el corazón” a Godoy. Que le sirve de motivación para impulsar a que más personas se unan a apoyar nuevos proyecto de la asociación. Por ejemplo, ya están recolectando tapitas para llevar una nueva plataforma al Parque Internacional la Amistad.
Llegar a los bosques
Según el INEC, el 17,2% de las personas en Costa Rica tiene algún tipo de discapacidad. Por ello; por las poco más de 676 mil personas a las que abarca esa cifra, es que el objetivo de la organización ha sido generar espacios más accesibles para que todos puedan disfrutar de las áreas silvestre protegidas de nuestro país.
Así lo indicó la directora ejecutiva de ProParques, Rocío Echeverri, cuando describió el nacimiento de las pasarelas:
“Nosotros habíamos trabajado mucho en parques haciendo senderos accesibles, pero la duda que teníamos allá por 2019, era cómo hacer para que estas personas pudieran ir también a la playa. Por eso buscamos la posibilidad hacer una plataforma accesible en la playa, con estructuras parecidas a los mats de yoga que se puedan tirar y retirar para que las sillas de ruedas puedan ingresar en la zona sin incumplir con las restricciones de construcción en zonas marítimo terrestres. Así fue como la empresa Producol, pionera en este tipo de madera, nos diseñó las paralelas y así fue como iniciamos el proyecto en Cahuita”.
Las primeros senderos accesibles se construyeron en los parques nacionales Carara y Santa Rosa, y de ahí pasaron a las playas, con la inauguración de los accesos a Cahuita en 2019 y a Manuel Antonio y Bahía Junquillal en el 2022.
Ahora, el proyecto buscar llegar a los bosques. Para eso colocará una rampa de acceso en el Parque Internacional La Amistad, ubicado en la zona sur de nuestro país, específicamente en el sector Altamira-Pittier.
“La razón por la que lo queremos hacer aquí es porque queremos ofrecer la oportunidad de que las personas conozcan bosque, porque por aquí se llega hasta un río muy bonito y con un bosque hermoso que realmente vale la pena”, señala Echeverri.
Madera plástica
Las pasarelas se fabrican con “madera plástica”, un producto generado a partir de las tapas recicladas que se envían a plantas procesadoras donde se limpian y muelen hasta convertirse en trozos pequeños y uniformes. Esa es la materia prima con la que se produce la “madera”, una vez que esta se derrite a altas temperaturas.
El resultado final se coloca en un molde que le da forma a la tabla y luego estas se cortan, se unen a otras mediante un cable especial, se pintan y se colocan en el sitio para su uso.
La nueva donación está aceptando plásticos de tipo dos, cuatro y cinco, que son los que las recicladoras normalmente no reciben, y si bien hasta el momento tienen más de 123 toneladas recolectadas para La Amistad, necesitan mucho más para avanzar en el proyecto, pues cada metro requiere 511 kilogramos de tapitas.
La organización está recolectando en los restaurantes Rosti de Cartago, Curridabat, Santa Ana, Sabana y Escazú; en las sedes del BAC que se señalan en este enlace; en la Universidad Nacional (UNA) a través de su Programa de UNAVentura Voluntariado y en la sede de ProParques en Santo Domingo de Heredia.
Además, los 160 locales de Gollo en todo el país también están recolectando estos productos.
Según indicó Jossué Zeledón, el coordinador de Responsabilidad Social de Grupo Unicomer, Gollo ya ha entregado 393 kilogramos de tapitas pero aún hacen falta más donaciones para terminar:
“Todos nuestros puntos de venta están habilitados para la recepción de tapitas plásticas para continuar con este proyecto tan importante en el Parque Internacional La Amistad. Es por eso que incentivamos a la población a llevar sus tapitas plásticas a cualquiera de nuestras tiendas en todo el país”.
Además de estas organizaciones, múltiples centros educativos, hospitalarios, comerciales y hasta aeropuertos, se han unido a donar.
Lo único que se pide es que las tapitas se entreguen separadas por color y limpias y se enfatiza en que solo se aceptan plásticos, no tapas de cerveza o hasta latas de atún, que es parte de lo que se han encontrado.
“Nosotros lo que recomendamos es no utilizar plástico pero si la pasta de dientes trae la tapita y la podemos utilizar en otro tipo de cosas, nosotros lo vamos a hacer”, dice Echeverri.
Un Ostional más accesible
A inicios de setiembre, el Refugio Nacional de Vida Silvestre Ostional estrenó su propia pasarela accesible.
Esta vino acompañada de una silla “todo terreno” para dar un mejor acceso a las personas que deseen observar el desove y nacimiento de las tortugas lora, ícono en esta playa.
Este no es el único proyecto que genera pasarelas accesibles a partir de donaciones: la Red de Turismo Accesible también recibe tapitas que se han convertido en espacios así para otras playas.
Quienes deseen consultar más información sobre ellas, pueden ingresar aquí.
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