Si está pensando en sacar una tarjeta de crédito o ya tiene una y no siempre logra mantener esa cuenta bajo su total control, estos consejos del economista Luis Gómez son para usted.
Gómez es uno de los especialistas que ha trabajado junto a BAC Credomatic en su programa Finanzas Positivas, el cual tiene como objetivo brindar una serie de herramientas educativas que le permitan al usuario planificar sus metas y alcanzar sus objetivos financieros.
Uno de los apartados de este programa es justamente el de tarjetas de crédito, el cual busca que los clientes comprendan en qué se están metiendo cuando aceptan un plástico nuevo.
Según indicó Gómez, el escenario ideal es aquel en el que el presupuesto del usuario sea tal, que el uso de la tarjeta se mantenga controlado en todo momento:
“Si nosotros tenemos bien presupuestadas nuestras finanzas, vamos a presupuestar nuestra tarjeta de crédito de acuerdo a nuestras posibilidades y eso va a permitir que siempre paguemos de contado, a no ser que haya alguna emergencia o alguna oportunidad que nos permita, a la larga, usar el crédito para algo que nos permita más ganancia”.
Para ello, el programa y el especialista brindan los siguientes consejos.
Línea de crédito abierta
Lo primero y más importante que el usuario debe tener en cuenta es que la tarjeta opera como una línea de crédito revolutiva: es un instrumento que permite al propietario fijar un monto máximo a disponer (un límite), el cual se va reduciendo conforme se va usando para dejar un segundo monto base para futuras compras (el disponible).
Lo que hace revolutiva a esta línea de crédito es que cada vez que el usuario paga el monto utilizado, el disponible vuelve a ser el mismo que el límite, por lo que el conteo vuelve a comenzar.
Esto puede sonar muy básico, pero la tarjeta se está volviendo cada vez más común gracias a aplicaciones que únicamente permiten pagos utilizándolas (como hoteles, compra de billetes aéreos o servicios de venta de entradas a eventos) y a que muchas personas jóvenes tienen la posibilidad de acceder a ellas desde que ingresan a su primer trabajo, por lo que es necesario que se repasen cada tanto estos conceptos a fin de evitar dolores de cabeza inncesarios.
Por ello, anote las siguientes recomendaciones, dirigidas a maximizar los beneficios de sus tarjetas y reducir los riesgos:
- Controle cada uno de los gastos que realice con su tarjeta y verifique que estos aparezcan en el estado de cuenta para aclarar a tiempo cualquier cargo que se considere erróneo.
- Elija la tarjeta de crédito que ofrezca las tasas de interés, plazos de pago y servicios adicionales que mejor se ajusten a sus necesidades, tales como acumulación de puntos o millas.
- En caso de robo o pérdida de la tarjeta, repórtelo de inmediato. Además, cuide la confidencialidad de su contraseña o PIN al usar cajeros automáticos.
- Haga el pago antes de la fecha correspondiente, pues los atrasos representan un gasto extra en intereses por morosidad.
- Pague más del mínimo en caso que decida hacer uso del financiamiento de su tarjeta, a fin de reducir el plazo de la deuda y los intereses.
- Si utiliza varias tarjetas de crédito, defina qué tipo de gastos realiza con cada una para facilitar el control de sus gastos y la programación de sus pagos.
- Utilice su tarjeta para compras o cargos que tenga contemplados en su presupuesto mensual y que pueda pagar en la fecha establecida.
Presupuesto
Otra de las recomendaciones del economista radica en que siempre se tengan bajo control aspectos como el saldo disponible, la cuota mínima de pago, la fecha de corte (en la que se dejan de contar los gastos cada mes), la fecha de pago y el monto límite de crédito.
Todos estos elementos están definidos en las condiciones en las que se haya negociado el contrato de la tarjeta y por eso es importante que el usuario lo tenga a mano.
Gómez además agregó que, en caso de que no poder realizar el desembolso de contado de todo lo consumido, es necesario que el cliente sea consciente de que lo que está haciendo es pagar “una cuota” de un préstamo:
“El pago mínimo es lo menos que se puede pagar para no entrar morosidad y, muy probablemente, si no hacemos el pago mínimo vamos a empezar a recibir notificaciones de que estamos atrasados; pero no existe ningún aspecto que nos limite de pagar más del mínimo, sino que entre este y el pago de contado podemos pagar tanto como queramos y podamos”.
Finalmente, es importantísimo que se tenga claro que el dinero disponible no es dinero de contado, sino que se debe ser consciente de lo que gasta, a fin de que tanto el saldo como los intereses no se eleven a niveles insostenibles.
Para más información sobre este tema, los interesados pueden ingresar en este enlace.
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