Más de 500.000 personas se hospedaron en uno de los Airbnb disponibles en Costa Rica durante el 2018, de ellos un 77% eran extranjeros y un 23% costarricenses.
Del total destaca que un 43% de los usuarios provenían de Estados Unidos, 11% de Canadá, 4% de Francia y 3% de México; el porcentaje restante agrupa otros destinos. Estos números reafirman los datos del Instituto Costarricense de Turismo (ICT) y su tendencia de varios: Norteamérica es el principal generador de turismo del país.
Al hablar sobre la edad de quienes utilizaron la plataforma para hospedarse en el territorio costarricense, el promedio de los usuarios es de 37 años. Mientras que 55% fueron visitantes mujeres y la cantidad promedio de visitantes por reservación fue de 2,8 personas.
Las cifras de la empresa en el país se dan a conocer poco más de un mes después de que los diputados aprobaran, en segundo debate, el proyecto de ley que les impone pagos y regulaciones a los prestatarios del servicio de hospedaje no tradicional.
Con la nueva ley, los anfitriones deben registrarse ante el ICT y se establece que el Ministerio de Hacienda debe cobrar el impuesto al valor agregado del 13% sobre cada transacción de ese servicio de hospedaje no tradicional.
También establece, entre otras reglas, que los dueños de los inmuebles deben pagar un impuesto municipal por prestar ese tipo de servicio y obtener una patente que los faculte a funcionar como lugares de hospedaje.
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“Costa Rica es un país de mucho atractivo turístico, sobre todo en regiones de Norteamérica y Europa, en donde Airbnb ya es un estilo al viajar. Es por eso que es necesario mantener la diversidad de espacios, así como fomentar que más ticos abran las puertas de sus hogares al turismo”, mencionó Carlos Olivos, director de comunicación de la plataforma para Latinoamérica.
La compañía resaltó que el 71% de los anfitriones a nivel nacional decidieron compartir su espacio para obtener un ingreso extra y que el 51% afirmó que el dinero que obtiene le ayuda a pagar o mantener su casa.
Además, destacó que los usuarios a escala mundial confirman que cerca del 50% del gasto de sus visitas lo realizaron en las comunidades donde se hospedaron gracias a las recomendaciones de sus anfitriones. Por ejemplo, el 82% de los anfitriones recomienda restaurantes y cafés cercanos o el 69% actividades culturales y museos.
“Los anfitriones que integran la comunidad de Airbnb en Costa Rica abren las puertas de sus casas para recibir viajeros de todo el mundo con una calidez y hospitalidad que son altamente valoradas”, cita un comunicado de prensa enviado por la firma.
Esta plataforma tecnológica nació en 2008 y tiene una oferta de alojamientos de más de siete millones de espacios para hospedarse en cerca de 100.000 ciudades de 191 países.