El cese de operaciones regulares de la Tecnología de Información para el Control Aduanero (TICA) generó paralización y ralentización de las exportaciones e importaciones, junto con esto ocurrieron una serie de trastornos al comercio internacional que evidenciaron las debilidades de los planes de contingencia.
La Dirección General de Aduanas (DGA) inicialmente puso en marcha un plan de contingencia que incluyó la solicitud de firmas, sellos y revisiones totalmente a mano; luego avanzó a envíos por correo electrónico. Representantes de importadores y exportadores señalaron que esos planes son de “hace 15 años” pero el proceso es similar al de 20 o 30 años atrás, los cuales son impensables con la tecnología actual.
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Incluso el presidente de la Cámara de Comercio Exterior (Crecex), José Antonio Salas, aseguró que aunque ya podían tramitar importaciones, después de dos días paralizadas (lunes 18 y martes 19 de abril), “se hacen de manera manual y físicamente como hace 30 años o más porque los correos electrónicos que indica el plan de contingencia a los que hay que enviar la información no están funcionando con estabilidad”.
Las exportaciones terrestres y las importaciones lograron efectuarse hasta el miércoles 20 de abril, es decir, dos días perdidos de operación. La Cámara de Exportadores de Costa Rica (Cadexco) informó que normalmente al día se realizan $38 millones en exportaciones y Crecex detalló que tanto importaciones como exportaciones diarias alcanzaban los $100 millones con el sistema agilizado de TICA que al momento del cierre de ese artículo estaba caído.
Aunque los sectores afectados ven como una falla en el plan de contingencia la lentitud que conlleva los procesos manuales, aceptan que el Ministerio trata de solucionar la crisis que desataron los hackers.
¿Plan atinado?
“El Ministerio de Hacienda debería tener un plan B. Porque este descontrol y los distintos planes de contingencia reflejan improvisación; hacer planes de contingencia no es lo más adecuado”, aseguró José Miguel Blanco, agente de aduanas de la Agencia de Logística en Correduría Aduanera.
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Blanco añadió que en tan solo cuatro días de “crisis” por el hackeo de la plataforma TICA, la DGA envió cinco distintos comunicados para resolver la situación con planes de contingencia.
Todos los productos que entran y salen del país sufren el hackeo que el grupo Conti realizó al Ministerio de Hacienda. Desde contenedores con alimentos, materias primas, medicinas, paqueterías y repuestos de automóviles se encuentran atascados en las aduanas debido al proceso manual que ahora deben atravesar y que provoca largas filas.
“En la frontera norte todavía (jueves 21 de abril) hay situaciones de retraso. Se reportaron el miércoles (20 de abril) filas de 70 contenedores y Hacienda nos explicó que en un momento del día tuvieron que suspender el internet para brindar actualización de seguridad dentro de las aduanas, entonces eso ralentiza el flujo normal de los procesos”, comentó Christian Rucavado, director ejecutivo de Cadexco.
La nacionalización de las mercancías es un punto clave para que puedan seguir transitando y llegar a su destino final: el comprador o empresa. No obstante, el proceso al ser manual requiere que algún representante de la importación se apersone a la aduana correspondiente y haga fila por horas; esto no era necesario antes del ciberataque.
Incluso, las empresas tuvieron que gestionar mayores recursos en sus operaciones para poder dedicarse a los procesos manuales y “sacar” lo antes posible las mercancías retenidas que se acumulan en aduanas.
“Hemos tenido que dar más recursos a toda la operación para poder, en medio de todo, tratar de sacarlo lo más rápido posible. Hoy (jueves 21 de abril), por ejemplo, tenemos nueve declaraciones aduaneras globales que están en proceso. Tenemos una persona asignada haciendo fila en aduana, pero son filas largas y con un avance lento porque hay muchísima gente haciendo el mismo trámite; seguimos esperando que nos den el levante (de la carga)”, explicó Isaac Pérez, gerente de La Terminal Express.
La empresa que representa Pérez mantuvo 2.000 paquetes sin poder movilizar ni nacionalizar.
En un mundo globalizado volver a herramientas antiguas genera descoordinación de los sectores antes sus clientes nacionales e internacionales que se mantienen a la incertidumbre diaria de lo que sucederá en el país con las mercancías.
Precisamente los planes de contingencia, que vienen a dar un repello a una grieta profunda, el mayor uso de tecnología que hace son los correos electrónicos que se saturan ante la cantidad de mensajes que reciben para atender la crisis.
“Hay muchas dudas respecto al plan de contingencia. Los mismos funcionarios de aduanas no saben aplicar porque es muy antiguo y ellos no saben cómo ejecutarlo”, subrayó José Antonio Salas, presidente de Crecex.
Si el método que se debe seguir ahora, a mano, para tramitar exportaciones e importaciones es similar al realizado entre los años ochenta y noventa del siglo pasado, solamente el personal con más de 25 años en aduanas tendría un panorama claro sobre cómo proceder, mientras los más jóvenes se mantienen a prueba y error.
“El problema de tramitar ante aduanas como lo hacíamos en los ochentas y noventas es que en aquel entonces había menos volumen de importaciones, por lo que no era tan problemático como lo puede ser ahorita que el país ha crecido y que tiene más infraestructuras y empresas”, concluyó José Miguel Blanco, agente de aduanas de la Agencia de Logística en Correduría Aduanera.
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Mercancías afectadas
Todos los sectores productivos fueron salpicados con la afectación a la plataforma TICA y la ralentización de los procesos de importación y exportación. Distintas empresas compartieron a EF datos sobre cómo se refleja la situación en sus operaciones.
Dos Pinos: al cuarto día del hackeo a Hacienda todavía no habían logrado nacionalizar ninguna de sus cargas importadas, pese a que aseguraron que ejecutaron el plan de contingencia de la DGA.
“Los principales productos son materias primas e insumos para la elaboración de productos, principalmente lácteos, material de empaque, repuestos, medicamentos veterinarios, agroquímicos, muestras, entre otros”, indicó la Cooperativa de Productores de Leche Dos Pinos.
La Guaca: la empresa de repuestos ligada al sector automotriz notificó que al cuarto día de la crisis mantenían 20 embarques retenidos en almacenes fiscales y puertos.
“El plan de contingencia que definió el Ministerio de Hacienda aún no ha dado los resultados esperados, seguimos teniendo mercadería varada en almacenes fiscales y en la Sociedad Portuaria de Caldera, debido a que los procesos son manuales, unido a que existen aún algunas dudas por parte de los auxiliares de la función pública (agencias aduanales, almacenes fiscales), por lo que se estima procesos de desalmacenaje muy lentos”, detalló Manuel Matarrita, gerente de logística de Repuestos La Guaca.
Grupo Farmanova Intermed (GFI): la empresa que importa medicamentos y productos de consumo experimentó la paralización de 11 cargas en almacén fiscal y adicionalmente 14 cargas que tuvieron que posponer su despacho.
“Estamos empezando a visualizar faltantes de inventario, esto genera tiempo de almacenamiento adicional y repercute en los costos, sin embargo, debemos esperar cómo se desarrolla esta situación”, reportó Allan Martínez, director de Operaciones y Logística de Grupo Farmanova Intermed (GFI).
Al caso de las empresas en territorio nacional se suman los países que tratan de ingresar mercancías al país. El medio de comunicación salvadoreño El Mundo publicó que empresas salvadoreñas experimentaron trabas para ingresar a Costa Rica.
La directora ejecutiva de la Corporación de Exportadores de El Salvador (Coexport), Silvia Cuéllar, le comentó a ese medio había largas filas para ingresar al Costa Rica.