Bridgestone anunció la inversión de unos $20 millones en su planta de producción de llantas ubicada en Belén de Heredia, Costa Rica.
La compañía instalará un nuevo mezclador de hule, llamado Banbury, el cual incrementará la producción de este material en un 33%, lo que equivale a 110 toneladas diarias adicionales de hule mezclado.
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Pablo Jiménez, director de manufactura de Bridgestone Costa Rica, explicó que la inversión de capital representa una oportunidad para que la empresa fortalezca su presencia regional como la única planta de fabricación de llantas en Centroamérica y el Caribe.
El nuevo equipo se suma al plan de la compañía de alcanzar una producción de hasta cuatro millones de neumáticos al año para 2023, lo que representaría un aumento de 400.000 unidades frente a la producción actual.
Esto podría generar una ventaja competitiva para la empresa en el mercado local, e incluso regional, donde la crisis logística de transporte de contenedores amenaza con provocar una escasez de llantas en los primeros meses de 2022.
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Tema operativo
La mejora en la operación local busca un alineamiento mayor con la estrategia corporativa de sostenibilidad, ya que, al contar con la capacidad de generar la mezcla de hule directo en la planta, se reducen alrededor de 776 toneladas de emisiones de CO2 anuales.
“En Costa Rica estamos muy orgullosos del anuncio de esta inversión, gracias a la confianza de Bridgestone y al compromiso de nuestros colaboradores, estamos seguros de que fortaleceremos nuestra posición como una de las plantas más sobresalientes en la región”, afirmó Jiménez.
Esta inversión se suma a los $16,9 millones anunciados en 2020 para instalar una subestación eléctrica en la planta.
Centralizar el proceso productivo también podría resultar en una medida para paliar los efectos de la crisis logística global, ya que reduce la dependencia de transporte internacional.
Bridgestone Costa Rica es una de las empresas afectadas en el caso del vapor Caribbean Express 21016s, que se encuentra frente al puerto de Acajutla, El Salvador, desde el 14 de setiembre anterior. Ese día, el transporte perdió 21 contenedores en aguas salvadoreñas y las autoridades le impusieron una fianza de $5 millones para cubrir costos relacionados con el rescate de materiales y la mitigación de posibles impactos ambientales en el mar y las playas cercanas.
La embarcación debía llegar al puerto de Caldera, Esparza, Puntarenas, el 15 de setiembre con unos 339 contenedores de diferentes productos, entre ellos llantas y materias primas para su fabricación.
Fuentes del sector importador de neumáticos en el país confirmaron a EF que Bridgestone habría recurrido al transporte aéreo para suplir el contenido de hasta nueve de sus contenedores, retenidos en El Salvador.
Este caso es una manifestación de la coyuntura global de crisis logística, que ha sumido las importaciones desde Asia en incertidumbre, debido al aumento de los costos y la demora en los tiempos de transporte, las pausas excesivas en puertos de paso y una cadena de responsabilidad difusa que impide la resolución de imprevistos.
La planta de fabricación de neumáticos de Bridgestone, en Belén de Heredia, fue inaugurada en 1967 y emplea a más de 1.000 colaboradores. Tiene una capacidad de producción anual de alrededor de 3.6 millones de neumáticos.
Bridgestone Costa Rica atiende las operaciones de la marca en los mercados de Centroamérica, Caribe, Colombia y Ecuador.