Si está pensando en comprar un carro eléctrico, aprovechar la creciente cantidad de marcas y precios por modelo incluso menores a $20.000, este puede ser el mejor momento para hacerlo. Le explicamos el motivo.
A mediados de 2025 habrá un encarecimiento en los precios por una reducción en los beneficios fiscales, es decir, deberán pagar más por concepto de impuestos.
Desde el 2018 en Costa Rica existe una serie de beneficios fiscales para facilitar que más personas cambien su unidad de combustión por una cero emisiones. Con esa ley los incentivos tenían validez hasta 2023, pero la Asamblea Legislativa decidió alargarlos hasta 2035 con varias condiciones.
Particularmente a partir del próximo año se deben realizar varios ajustes, que repasamos a continuación.
Impuesto a la propiedad
Lo primero es que se reduce otro 20% la exoneración que tienen en el impuesto sobre la propiedad, que es el principal componente del marchamo. En el 2022 estaban 100% libres de pagar este tributo y cada año se descuenta un 20%, en otras palabras el próximo año tendrán que pagar un 60% del tributo, en 2026 un 80% y en 2027, la totalidad.
Esta condición aplica para unidades importadas del 2022 en adelante. Para las de 2021 aplica solo un 20% de exoneración y las que ingresaron del 2020 hacia atrás ya no cuentan con este beneficio.
Impuesto selectivo de consumo
Hasta este año, los autos eléctricos estaban exentos de pagar el impuesto selectivo de consumo, que corresponde a un 30% del valor de importación, es decir, cuando llega a aduanas. Con la ley actual, empezarán a pagar ese tributo, de forma escalonada, a partir de junio del próximo año.
De esta forma, las unidades de este tipo pagarán un 25% de ese impuesto en 2025 y mantendrán esa tarifa por tres años, del 2028 al 2030 tendrán que cancelar el 50% y del 2031 al 2033 les corresponderá el 75% del impuesto. Finalmente a partir de 2034 no tendrán ningún beneficio en este renglón tributario.
En otras palabras, cada año irá aumentando un 7,5% en el monto que deben pagar los compradores por este rubro hasta alcanzar la tarifa íntegra.
Impuesto al valor aduanero
Este tributo tendrá un panorama exactamente igual al del selectivo de consumo, pero tiene una tarifa de un 1% sobre el valor de la unidad eléctrica. De forma escalonada, irá subiendo un 0,25% cada tres años hasta el 2034.
Impuesto al valor agregado
Aquí también habrá ajustes, pues según la ley, cada año el rubro del IVA sube un punto porcentual hasta alcanzar la tarifa plena del 13% en el 2035. El año pasado fue la primera vez que se cobró con un 1% y por ende el año entrante la tasa alcanzará el 3%.
Más claro en números
Con la ayuda de Alejandro Montero, experto en movilidad eléctrica y de Silvia Rojas, presidenta de la Asociación de Movilidad Eléctrica (Asomove), le presentamos ejemplos de cuánto pagarían de más los propietarios de automóviles cero emisiones a partir de mediados de 2025.
Para estos ejercicios es importante tomar en cuenta el valor CIF (Costo, seguro y flete) de las unidades eléctricas.
Rojas señala que un BYD modelo S1 Pro, que actualmente ronda los $25.000, tendrá un aumento aproximado del $1.800, mientras que otro de la marca Geely, modelo Geometry E, que lo vende la agencia en $22.900, tendría un aumento aproximado de $1.700.
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Por su parte, Montero tomó como ejemplo un modelo con un valor CIF de $20.000 dólares comenzará a pagar unos $1.500 adicionales por concepto de impuesto selectivo de consumo y de valor aduanero.
“En resumen, con el aumento previsto a partir de 2025, los vehículos eléctricos tendrán un costo adicional de entre un 11% y un 12% del valor CIF, dependiendo del margen de comercialización de la agencia. El aumento neto sobre el valor CIF para 2025 será de alrededor del 10%”, explicó Montero.
¿Frenará esta subida de impuestos el apetito por los eléctricos?
En el 2010 en Costa Rica había 233 carros eléctricos, a junio pasado la cifra creció hasta 16.531, esto quiere decir que en ese periodo la cantidad aumentó prácticamente un 7.000%. Los datos se extraen de la dirección de Energía del Minae.
Si bien la mayoría de las unidades eléctricas son carros, en esta categoría seguidos por carros especiales como montacargas y cuadraciclos, luego motos y bicimotos. En menor escala están los de carga liviana, pickup, autobuses, microbuses y camiones pesados.
Pero si queremos dimensionar aún más el impacto de los autos eléctricos, podemos verlo en la cantidad de importaciones: durante el 2023 ingresaron al país más carros eléctricos que en el período comprendido entre los años 2018 (previo a la aprobación de los incentivos) y el 2022.
Además, la cifra de importación del año pasado: 6.739 vehículos eléctricos, fue prácticamente alcanzada durante el primer semestre de este año, según datos de la Asociación de Importadores de Vehículos y Maquinaria (Aivema).
Pero, ¿enfriará esta subida en los impuestos el apetito por los eléctricos?, por el momento hay cautela alrededor del asunto.
“El cambio en los aranceles podría representar un riesgo para las importaciones de autos eléctricos. Sin embargo, estamos convencidos de que la movilidad eléctrica llegó para quedarse. Actualmente, esta tecnología representa casi el 15% de las ventas de la industria, lo que refleja su creciente aceptación en el mercado”, dijo Nohelia Alfaro, gerente de mercadeo de las marcas BMW y MINI en el país.
En una línea similar opina Carlos Aguilar, gerente general de Aivema.
“Hay que esperar para ver la respuesta de las personas ante el cambio en el esquema de impuestos, el crecimiento a la fecha ha sido de casi un 100% versus el mismo periodo en el 2023, así que por el momento se espera que continúe el impulso”, afirmó.
Mientras tanto, el mercado ofrece una variedad importante de precios, modelos y marcas, especialmente provenientes de China.
Los incentivos para autos eléctricos han sido una pieza clave en la estrategia del país para impulsar un cambio significativo hacia la movilidad sostenible y las cifras lo demuestran. Sin embargo, de momento no hay claridad sobre si habrá una nueva extensión o seguirán como está establecido porque esto también tiene una repercusión en las finanzas públicas, específicamente en la recaudación tributaria.
Según Fabio Salas, socio de impuestos de la firma Deloitte, el tema de las exoneraciones se tramita en el sistema Exonet, un sistema que administra la Dirección General de Hacienda.