Aprendizaje personalizado para cada estudiante; esa es la principal carta a la que le apuestan los colegios privados pequeños para competir y diferenciarse en medio de la amplia oferta de secundaria en Costa Rica.
De acuerdo con los datos del Ministerio de Educación Pública (MEP), para el 2022 existen en el país 241 colegios privados, pero cerca de la mitad tiene 100 estudiantes o menos. La mayor cantidad (70) se ubica en el rango de 51 a 100 estudiantes matriculados.
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Uno de esos colegios es Lighthouse International School, ubicado en Escazú. Actualmente tiene en sus aulas a 71 alumnos de secundaria. La entidad intenta mantener alrededor de 15 estudiantes por cada nivel, de sétimo a duodécimo año.
La metodología que utilizan engloba clases magistrales, con investigación y proyectos, pero la cantidad reducida de estudiantes les permite ofrecer una ayuda particular a los alumnos más rezagados, o profundizar la materia en aquellos más adelantados.
“Se permite más flexibilidad y estadísticamente hay menos extremos. Se mantiene una metodología ágil y los estudiantes avanzan un poco más rápido”, mencionó Carlos Zelaya, director general.
Lighthouse utiliza el calendario internacional que inicia las lecciones en agosto, pero también tiene abierta la inscripción de nuevos estudiantes en enero.
Además del currículo nacional de asignaturas que se imparten en inglés, el colegio ofrece una educación cristiana sin afiliación a ninguna iglesia y el bachillerato internacional entre sus atractivos.
Otro caso es Green Forest School, en Ciudad Quesada, que tiene matriculados a 44 estudiantes de secundaria y mantiene un máximo de 15 por grado.
En criterio de Olman Vargas, director académico, una menor cantidad de estudiantes propicia un sentido de comunidad y una convivencia más pacífica.
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En las clases se aplican diversas estrategias de enseñanza, con enfoque constructivista e interactivo; los grupos reducidos facilitan la participación de todos los estudiantes.
Los colegios también se benefician de estos grupos pequeños pues les hace más fácil la logística y el abordaje del acoso escolar.
Green Forest mantiene una afiliación al College Board, una organización estadounidense que amplía a los estudiantes las oportunidades de ingreso en universidades de ese país. También ofrecen una educación multilingüe con inglés, francés y alemán.
Tener grupos pequeños es algo que algunos colegios privados se pueden permitir, pero en el sistema público resulta difícil de replicar, principalmente en las zonas más pobladas donde la demanda es mayor.
No obstante, El MEP indicó semanas atrás que evalúa reducir la cantidad de alumnos por aula en las escuelas y colegios públicos para acercarse al promedio de los países más desarrollados que ronda entre 10 y 15, pero en Costa Rica es el doble.
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Equilibrio
Los colegios privados pequeños se enfrentan a una encrucijada: mantener una baja población estudiantil para preservar esa atención individualizada y, al mismo tiempo, asegurar un equilibrio financiero.
La matrícula anual y las mensualidades son los principales ingresos económicos de los colegios privados, pero en los de menor tamaño se acotan en razón de los límites en la cantidad de estudiantes que estos centros se autoimponen.
Además, aún arrastran las consecuencias financieras producto de la pandemia, periodo en el cual muchos colegios congelaron sus precios.
Ante esto, los colegios aplican diferentes estrategias. En Lighthouse, aunque manejan un promedio de 15, el límite que aceptan es de 20 a 22 estudiantes por aula. En esos casos, se integran otros adultos como asistentes de profesores que apoyan durante las clases. Si la demanda es mayor entonces generan una lista de espera.
En Green Forest procuran que los padres y madres mantengan sus cuotas al día y también echan mano de los proyectos autofinanciados. Por ejemplo, una gira educativa cuyos costos se financian por medio de actividades o con el apoyo de los padres y madres.
“Si no se crece en números, sino en calidad, se sostiene bien (financieramente). No hacemos edificios nuevos a cada rato pero nos hemos mantenido por 25 años”, contó Vargas.
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Parámetro
El tamaño de los grupos en los colegios es una de las preguntas constantes de los padres y madres al momento de matricular a sus hijos en una institución educativa.
Cristina Cubero, consultora en talento y transformación organizacional, enlistó este factor entre los principales parámetros a tomar en consideración en el proceso de búsqueda de colegio.
Cubero recomendó revisar si existe un modelo de aprendizaje personalizado y al ritmo del alumno, así como un enfoque inclusivo.
Esquemas de apoyo adicionales y el método de enseñanza, que incluya elementos como la exploración o la investigación, con otros de los factores a observar.